El FMI alerta a España de que una reversión de las reformas podría frenar la recuperación

La misión del FMI ha publicado las primeras conclusiones de su examen a la economía española. Y entre sus conclusiones se halla una advertencia: no deberían revertirse las reformas emprendidas, las cuales han desempeñado un papel esencial en la vigorosa recuperación española.

Los hombres de negro han hecho un chequeo completo de la economía española en el que se han reunido con el Gobierno, las instituciones, la patronal, los sindicatos y los partidos políticos incluidos Podemos y Ciudadanos. "España lo está haciendo muy bien si lo comparas con el resto de economías europeas", dijo el jefe de la misión del FMI, Helge Berger, en respuesta a la pregunta de si había riesgo de que se perdiesen los progresos registrados por la nueva escena política que se abre en el horizonte.

Berger no quiso mojarse en un asunto muy doméstico. Pero el pequeño informe que adjuntaba a su presentación recogía textualmente: "Una reversión de las reformas pasadas generaría incertidumbre y podría frenar la recuperación, sobre todo si el entorno exterior se deteriora". Por supuesto, este tipo de comentario nunca se había incluido en estos dossieres cuando España avanzaba por el camino de las reformas en medio de la tormenta de los mercados. Es más, se trata de la primera vez que la institución sita en Washington lo menciona de manera tan meridiana, lo que de algún modo parece una acción coordinada con el Gobierno para meter miedo sobre la perspectiva de un bloque Podemos-PSOE.

Los economistas del Fondo sostienen que España debería seguir abordando esfuerzos fiscales para consolidar la confianza de los mercados

Y, a continuación, el documento añade que España precisa seguir avanzando fundamentalmente en tres frentes: aumentar el crecimiento a largo plazo y hacerlo más inclusivo; continuar reduciendo la deuda privada y anclar la confianza.

En este último punto, los economistas del Fondo sostienen que España debería seguir abordando esfuerzos fiscales para completar una consolidación presupuestaria gradual y sostenida. En opinión de Berger, este ajuste debería hacerse para mantener la confianza de los mercados y tendría que incluir a las Comunidades que no han participado como deberían. "El esfuerzo de las regiones ha sido grande pero desigual", concluía Berger. El jefe de la misión también reclamó que se especificase mejor cómo se iba a recortar el déficit.

De acuerdo con las previsiones del Fondo, el crecimiento de la economía alcanzará el 3,1 por ciento en 2015 y se ralentizará hasta el 2,5 por ciento en 2016. Esta recuperación se ve en gran parte impulsada por los vientos de cola del petróleo, el euro y la actuación del BCE, y en gran parte empujada por la mejora de la confianza que a su vez ha alimentado el consumo. De ahí la importancia de seguir apuntalando la confianza, sobre todo en materia fiscal y no revertiendo las reformas aplicadas.

Los expertos de la organización presidida por Christine Lagarde explican que todavía existen vulnerabilidades y problemas estructurales profundos, por lo que serán necesarios esfuerzos adicionales para mantener el crecimiento elevado en el medio plazo. "España debería aprovechar la bonanza actual para emprender reformas, pues son más efectivas en un entorno económico favorable como el actual", subrayó Berger.

En lo que a mercado laboral se refiere, Berger afirmó que había que hacer compatible el crecimiento con los avances en la productividad y las ganancias de competitividad con el exterior. Para ello, hay que aumentar a nivel de empresa la flexibilidad de los salarios y las horas trabajadas, de forma que se pueda proteger más el empleo. Además, los salarios deben diferir en función a las condiciones particulares de cada empresa o sector.

Por otra parte, también hace falta reducir la dualidad entre indefinidos y temporales. "El coste del despido de los trabajadores indefinidos sigue siendo muy alto en relación con el de los trabajadores temporales, y es necesario reducir esa brecha", afirma el informe, que sugiere la introducción de un contrato único con indemnización en función de la antigüedad. En cuanto a los parados de larga duración, el Fondo recomienda mejorar la eficacia de las políticas activas para reciclarlos. A su juicio, estas prácticas deben ser supervisadas y evaluadas de cerca con el propósito de hacerlas más efectivas.

Subir IVA y copagos en sanidad y educación

Entre las medidas fiscales, se recomiendan copagos en la sanidad y en la educación; elevar la tributación medioambiental y eliminar los tratamientos preferenciales en el IVA, es decir, suprimir los IVAs reducidos y superreducidos. Dentro del marco de la consolidación fiscal, el informe señala que hay que mejorar el seguimiento de las cuentas autonómicas; cambiar el sistema de financiación para incentivar el cumplimiento de los objetivos de disciplina presupuestaria; diseñar mecanismos alternativos para financiarse en épocas de crisis y permitir que haya metas de déficit diferenciadas basándose en reglas transparentes.

Uno de los obstáculos al crecimiento que identifica el Fondo reside en el pequeño tamaño de las empresas españolas, las cuales son menos productivas y por lo tanto menos exportadoras. A fin de que puedan ganar tamaño, el estudio considera que hay que fomentar la competencia, reforzar la Ley de Unidad de Mercado, liberalizar los servicios profesionales, eliminar barreras al crecimiento existentes en la fiscalidad y la burocracia y facilitar un 'fresh start'. En este sentido, la Ley de Segunda Oportunidad supone en opinión del Fondo un avance que deber ser correctamente implementado. "Se trata de una legislación que podría incentivar el emprendimiento. No obstante, echamos de menos que la reforma no haya incluido a los acreedores públicos a la hora de aplicar quitas a las deudas de particulares", declaró Berger.

Por último, el Fondo destaca que el sistema financiero español todavía se enfrenta a múltiples retos que abarcan desde los escasos márgenes a los elevados requisitos de capital exigidos por la regulación internacional o las pérdidas asumidas por los activos adjudicados y los préstamos fallidos.