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Economía

Rajoy rinde cuentas sobre Bárcenas escoltado por un aluvión de buenos datos económicos y convencido de haber superado la recesión

El presidente del Gobierno, Mariano Raoy, junto a Cristóbal Montoro, en el Senado.

El cambio de tendencia que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, vaticinó a finales del año pasado, empieza a coger carrerilla justo cuando Mariano Rajoy tropieza con las mayores dificultades políticas, ‘caso Bárcenas’ mediante, desde que llegó a La Moncloa en las postrimerías de 2011. El presidente recibirá el auxilio del ‘boca a boca’ de algunos de los principales indicadores. El martes, el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirmará que la contracción de la economía fue solo del 0,1% en el segundo trimestre del año, anticipando un punto y aparte en la recesión más larga que ha conocido la democracia española. Dos son las palancas principales que han frenado la caída: el crecimiento de las exportaciones y, lo que quizás sea más importante por su significado, el freno en el desplome de la demanda interna. Fuentes gubernamentales apuntan que si se suma una retracción económica próxima a cero, una desaceleración de la inflación que la dejará a fin de año por debajo del 1% y una recuperación de la confianza de los inversores internacionales – entrada de más de 50.000 millones en la primera parte del año –, “tenemos una foto muy alentadora sobre la incipiente recuperación”.

El INE confirmará el martes que la economía solo se contrajo el 0,1% en el segundo trimestre del año, gracias a las exportaciones y al freno del desplome de la demanda interna

El martes también se conocerán dos datos, el del déficit de junio y el de la recaudación tributaria durante el primer semestre, que apuntalan el cambio de ciclo. La Intervención General del Estado avanzará que la lucha contra el déficit se atiene al guion previsto desde Hacienda y que los desfases entre ingresos y gastos encajan bien dentro de lo presupuestado. Ya ningún servicio de estudios de prestigio se atreve a cuestionar la capacidad del equipo económico para dejar este año el déficit en el 6,3% fijado y, de hecho, algunos de ellos pronostican una mejora de esta tendencia a la austeridad, gracias a los rígidos controles a los que se somete a las comunidades autónomas. Sus presidentes conocerán a mediados de esta semana cómo se reparte el mayor margen dado por Bruselas para combatir el déficit y, aunque el ruido está asegurado, ahora operan garantías que hasta hace un año no existían de que todas las administraciones cumplirán con los dictados de Hacienda, afirman las mismas fuentes.

La recaudación también aportará en el arranque de la semana señales esperanzadoras ya que en los seis primeros meses del año ha crecido más de un 3% en términos homogéneos en comparación con el mismo semestre de 2012, con un avance en todos los impuestos, según los datos que está acabando de precisar la Agencia Tributaria. En medios gubernamentales se opina que este es un indicador “muy determinante y expresivo” de la situación real de la economía.

La recaudación tributaria ha crecido más de un 3% durante el primer semestre, un dato que en el equipo económico se considera determinante para analizar la situación real de la economía

La última buena noticia de la semana llegará el viernes, un día después de la comparecencia de Rajoy en el Senado por el ‘caso Bárcenas’, y procederá del Ministerio de Trabajo que dirige Fátima Báñez. El paro registrado en julio reflejará un descenso de más de 100.000 personas, alineándose con la tendencia mostrada en la reciente Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre. El número de desempleados disminuyó en mayo en 98.265 personas, a las que se sumaron otras 127.248 en junio. Éste último fue el mejor mes de la serie histórica y dejó el número de parados en 4.763.680. Fuentes gubernamentales acentúan la relevancia de que se haya creado empleo neto en estas circunstancias y de que la reforma laboral vaya a hacer posible este mismo objetivo cuando la economía crezca tímidamente por encima del 1% y no del 2,5% en el que descansaba el consenso de los expertos antes de la crisis.

El auxilio que aportarán a Mariano Rajoy todos estos indicadores afianza la tesis de quienes dentro del Gobierno, después de un intenso debate interno sobre la conveniencia de no generar falsas expectativas para no incurrir en el grave error cometido por la exvicepresidenta Elena Salgado en 2009, defendieron las ventajas de ser realistas y de, sin lanzar las campanas al vuelo, bombear solo datos objetivos. Lo hizo el ministro de Hacienda en el debate presupuestario de finales del año pasado, cuando avanzó que este sería el último año de la recesión, dando de esta forma un giro radical al discurso económico que hasta entonces había entonado el Gobierno para, entre otras razones, justificar el duro ajuste encajado en 2012. En el Ejecutivo se vincula el mayor pesimismo exhibido hasta hace pocos meses por el ministro Luis de Guindos con las nuevas exigencias que podrían haber llegado de Bruselas antes de que la Comisión Europea diera a España dos años más de margen para reducir el déficit.

Montoro dio un giro radical al discurso económico a finales de 2012, posteriormente bendecido por Mariano Rajoy en el debate sobre el estado de la nación, pese a la fúnebre presentación del cuadro macro hecha dos meses después por Economía

Mariano Rajoy se apuntó también al optimismo en el debate del estado de la nación celebrado en febrero, cuando dejó de acentuar las medidas dolorosas a adoptar y comenzó a generar expectativas apoyadas en la naciente recuperación, estrategia que estuvo a punto de sucumbir con la fúnebre presentación que el Gobierno hizo dos meses después del nuevo cuadro macro enviado a Bruselas.

La foto de España está instalada en dos raíles, se resume en el Gobierno. Uno es el económico, donde se ve la luz al final del túnel, y otro es el político, donde todavía queda por atravesar una curva pronunciada llena de peligros, incluso para un maquinista tan experimentado en política como es Mariano Rajoy. Este jueves, con media España de vacaciones, tendremos más señales de como el presidente piensa recorrerla.

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