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Economía

El FMI, el BCE, el presidente chino y los indicadores advierten de la desaceleración... y las bolsas sufren

Christine Lagarde, directora gerente del FMI

La semana ha terminado peor de lo que se esperaba en el plano económico internacional, con malas noticias procedentes de Berlín, donde se han publicado las actas de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE), de Washington, con pronósticos preocupantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), e incluso de Pekín, donde el presidente Xi Jinping ha pedido al pueblo chino que se prepare "para situaciones difíciles". 

Ya en abril, Mario Draghi, el presidente del BCE, advirtió en su cónclave habitual de que los datos se estaban volviendo "más débiles de lo esperado", con lo que revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para la Eurozona desde el 1,7% al 1,1% para 2019, mientras que situaban la previsión para 2020 en el 1,6%, una décima menos de lo que había pronosticado en diciembre, según se ha conocido esta semana al publicarse las actas de esa reunión.

La principal institución de política monetaria de Europa considera que los riesgos a la baja para este crecimiento proceden de la "persistencia de incertidumbres" como la guerra comercial, el brexit o las vulnerabilidades de los mercados emergentes.

El conflicto comercial entre China y EEUU, agravado esta semana por las medidas de Donald Trump contra Huawei, es precisamente la razón por la que se ha manifestado la organización que dirige Christine Lagarde, que ha advertido de que serán "los consumidores" los principales afectados por esta batalla proteccionista entre las dos primeras potencias económicas del mundo. 

"Los consumidores de EEUU y de China son sin ninguna duda los perdedores de las tensiones comerciales", afirma el FMI en un informe, en el que sostiene que "los ingresos por aranceles recaudados han sido pagados casi en su totalidad por los importadores estadounidenses. Prácticamente no ha habido cambios en los precios (sin arancel) de las importaciones desde China, y se ha producido un fuerte repunte en los precios de importación que coincide con los aranceles".

"Algunos de estos aranceles se han trasladado a los consumidores estadounidenses, como los de las lavadoras, mientras otros han sido absorbidos por las compañías importadoras que han tenido menos margen de beneficio. Un incremento aún mayor de los aranceles podría ser trasladado de forma similar a los consumidores. Aunque el efecto directo en la inflación será pequeño, podría tener efectos en una subida de precio de los competidores domésticos", analizan.

Los datos no acompañan

A estos mensajes alarmantes del extranjero hay que sumar que los datos de confianza empresarial que se han publicado en la recta final de la semana no han sido positivos: se ha reducido la confianza industrial hasta el nivel de 47,7 puntos (de nuevo en recesión, ya que el umbral de 50 es el que marca el límite entre las caídas y el crecimiento) y también ha bajado la confianza del sector servicios, hasta los 52,5 puntos, tres décimas menos que en el mes anterior.

En el caso de Alemania, el índice de confianza IFO ha marcado su cifra más baja de los últimos cuatro años, 97,9 puntos.

Para alentar la marejada internacional, la primera ministra británica Theresa May ha anunciado este viernes su dimisión, lo que ha sido interpretado por todos los analistas como un incremento de las probabilidades de que produzca una salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo, lo que se conoce como brexit duro por sus consecuencias negativas para la economía de la Unión.

Todas estas noticias negativas provocaron el jueves importantes caídas en las bolsas de todo el mundo y aunque se recuperaron ligeramente el viernes, después de que Trump dijera que está dispuesto a hacer ciertas concesiones sobre las actuales limitaciones al funcionamiento de Huawei si se llega a un acuerdo comercial con China, los mercados no han recuperado los niveles previos a que se agravara el conflicto comercial.

En el acumulado de la semana, el Ibex 35 ha caído un 1,14% y el euro se cruza con el dólar a 1,119, su nivel más bajo de los últimos dos años.

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