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Economía

Draghi: los fondos de rescate comprarán deuda pública pero con unas "estrictas condiciones"

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha confirmado este jueves tras la reunión del consejo de la entidad que la institución comprará bonos en el mercado secundario "para redireccionar las distorsiones" en la zona euro que están afectando a muchos países y con especial dureza a España. Asimismo, los fondos de rescate (EFSF y en el futuro, el ESM) podrán realizar compras en el mercado primario para los países en problemas. Todo ello, "bajo una estricta condicionalidad".

El presidente del BCE realizó un gran hincapié en este sentido. De hecho, antes de hablar de compras de deuda, ralizó una larga e intensa exposición sobre las condiciones, que implican, además, que el país que precise de ayudas deberá solicitar oficialmente el rescate y que si no cumplen con las exigencias macroeconómicas, las ayudas podrán suspenderse. "La condicionalidad vincula la intervención con el programa de reformas de cada país", advirtió. 

La compra de deuda soberana estará ligada a los programas de ajuste macroeconómico completo o preventivo -que es menos duro- de los fondos de rescate temporal y permanente. A su vez, señaló que se buscará la colaboración del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la hora de la supervisión. 

Tanto el Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF) como el futuro Mecanismo Europeo de Estabilidad (MED), podrán intervenir en el mercado primario financiando en primera instancia a los países que lo soliciten, siempre y cuando los gobiernos acepten esas "condiciones estrictas y efectivas" establecidas por el programa de los fondos europeos de rescate. 

Por su lado, las compras que realizará el BCE en el mercado secundario estarán concentradas en el tramo corto de la curva, entre 1 y 3 años y serán por cantidad ilimitada, aunque 'esterilizadas', es decir, intentando drenar del mercado importes similares a las compras realizadas para no generar inflación. 

Decidirá y vigilará el BCE

El BCE evaluará hasta qué punto es necesaria una intervención y tendrá la capacidad de decidir con "plena discreción" el inicio del programa de compra de bonos, su continuación e incluso su suspensión si el país beneficiario no cumple las condiciones.

Draghi explicó además que la entidad monetaria publicará semanalmente el volumen de compra de deuda soberana de países de la zona del euro con problemas y realizará mensualmente un desglose por países.

La compra de bonos permitirá a la eurozona "solucionar severas distorsiones en los mercados de bonos soberanos", que, agregó, se basan principalmente en "miedos infundados" por parte de los inversores sobre la irreversibilidad del euro.

Sin embargo, dijo que "está en manos del Gobierno español solicitar ayuda" total o parcial para que la entidad compre deuda soberana española con el fin de que baje la prima de riesgo.

Otro aspecto relevante es que el BCE renunciará a su estatus de acreedor preferente en el nuevo programa de compra de deuda soberana en relación con los acreedores privados u otros inversores.

Irreversible

El presidente del BCE se dirigió a esos escépticos y a los que apuestan en contra de la moneda única para asegurar que "el euro es irreversible".

Draghi aseguró que, para que el Banco Central Europeo pueda actuar en el mercado secundario (comprar bonos ya emitidos) la institución monetaria contará con cortafuegos para evitar escenarios destructivos y posibles riesgos a la estabilidad de los precios.

El programa se ajusta "estrictamente a nuestro mandato" de velar por la estabilidad de los precios, al tiempo que subrayó que la entidad que preside actúa de manera "independiente".

Pero para que el BCE pueda actuar, los políticos tendrán que avanzar con "gran determinación" en la consolidación fiscal, las reformas estructurales y la creación de instituciones europeas.

Tipos estables

El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener los tipos de interés del euro en el mínimo histórico del 0,75%, según anunció la institución. De este modo, el instituto emisor de la eurozona se resiste a relajar aún más su política monetaria para estimular la recuperación de actividad económica, después de que la tasa interanual de inflación de la zona euro experimentara en agosto una subida de dos décimas respecto al mes anterior al alcanzar el 2,6%.

Antes de anunciar las nuevas medidas, anticipadas ya en medios anglosajones días antes, Mario Draghi perfiló un escenario macroeconómico con una revisión a la baja para la zona del euro en 2012, anunciando una contracción del 0,4 %. Todo ello, en comparación con el rango del -0,5 % y el 0,3 % previsto en junio. Además, el BCE afirma que la economía de la zona del euro crecerá un 0,3 % en 2013, entre el -0,4% y el 1 %, frente al 0 y el 2 % previsto en junio. 

Los mercados recogían con buen tono que se transformaba en euforia las palabras de Draghi. A las 15,00, el bono a 10 años recortaba en 25 puntos básicos su rentabilidad, hasta el 6,16%, lo que rebajaba la prima de riesgo hasta 466 puntos básicos. El Ibex avanzaba un 1,72%. Una hora después, el tipo de la deuda era del 6,11% y el Ibex se disparaba un 3,81%. 

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