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Economía

Europa deberá tener casi 50 millones de eléctricos en diez años para cumplir los objetivos de 2050

Vehículos conectados en un punto de recarga.

Un estudio elaborado por Transport & Environment sobre el futuro del coche eléctrico en Europa señala que para poder cumplir los objetivos de la Unión Europea en 2050 el número de coches eléctricos deberá multiplicarse de aquí a diez años por cincuenta, es decir, pasar los 800.000 que actualmente circulan por las carreteras y ciudades europeas a cerca de 44.000 vehículos eléctricos. Un reto difícil sin duda visto el crecimiento que está experimentando.

Y es que según los últimos datos de la patronal europea de constructores ACEA, que ha ordenado por país y tecnología los países donde más implantación tiene el coche eléctrico, la cifra global sigue siendo a día de hoy casi testimonial. Porque en Europa hay en circulación unos 270 millones de coches, de los que apenas el 0,3% son eléctricos, es decir, apenas 800.000 en cifras redondas. El país más avanzado en este sentido es Suecia, donde el peso sobre el total del mercado automovilístico es del 8%, seguido de Países Bajos (6,7%), Finlandia (4,7%) y Portugal (3,4%).

Evolución puntos recarga UE hasta 2030.

El estudio refleja que el salto cuantitativo en diez años deberá ser por tanto muy grande, un objetivo sin duda muy complicado y que supondría que la Unión Europea (UE) necesita no sólo contar con esos 44 millones de vehículos eléctricos en circulación, sino también multiplicar al menos por 15 los puntos de recarga en el mismo plazo para alcanzar la neutralidad climática prevista para el año 2050.

Porque en la actualidad existen en Europa unos 185.000 puntos de recarga públicos, escasos incluso para dar servicio a la flota actual pero insuficientes sin duda para el previsible crecimiento del mercado en los próximos años, por lo que señala que habría que contar con cerca de 3 millones de puntos de recarga para 2030 y 1,3 millones de aquí a solo cinco años.

20.000 millones de inversión

Un salto que supone en la práctica multiplicar por 15 los puntos de recarga actuales, algo quizás más factible pero que requiere de una millonaria inversión por parte tanto de gobiernos como de entidades privadas y que el informe estima en torno a los 20.000 millones de euros en los próximos diez años, lo que supone unos 2.000 millones de euros al año.

Una inversión en infraestructuras de recarga para estos próximos diez años que, en la práctica, representa solo el 3% del gasto actual de la Unión Europea en carreteras, pero que supone también una oportunidad de negocio tanto para las empresas como para los gobiernos. El estudio realizado por Transport & Environment señala que deberán priorizar los hogares y los centros de trabajo para la instalación de esos nuevos puntos de recarga, mientras que entre el 20% y el 30% de la red de recarga de vehículos eléctricos deberá situarse en zonas con menor densidad de población.

El analista de movilidad eléctrica de Transport & Environment, Lucien Mathieu, asegura que el 'Green Deal' europeo para el transporte será una realidad únicamente con una infraestructura de cero emisiones. "Esto significa poner dinero para la puesta en marcha de puntos de recarga públicos, especialmente en los hogares y en los centros de trabajo y no en fabricar más gasoductos de combustibles fósiles", apunta Mathieu.

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