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Economía

Pesimismo entre los jóvenes: Más del 70% no espera encontrar trabajo en el próximo año

Concretamente el 71% de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años analizados en este estudio no son optimistas a la hora de vaticinar su futuro laboral y creen que en los próximos doce meses no encontrarán trabajo. Frente a ellos, están lo que si creen que podrán encontrar trabajo (19%) de los cuales solo un 2,7% tiene plena confianza en ello.

Este estudio, realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, refleja cómo viven los jóvenes esa ruptura del ‘contrato social’, entendido como el acuerdo existente entre la sociedad y la juventud que permite, a cambio de un esfuerzo inicial, normalmente de carácter formativo, que los jóvenes puedan tener una integración futura tanto social, como laboral y ciudadana. Por tanto, esta ruptura del contrato social repercute directamente en las dificultades que encuentran estos jóvenes para poder emanciparse de casa y genera a la vez una gran inseguridad y en ocasiones confusión entre los miembros de este colectivo.

Fractura entre la capacitación y el empleo

Otro de los problemas que existe actualmente es esa apreciable fractura entre la capacitación que tienen los jóvenes y el trabajo que finalmente acaban realizando. Concretamente, más de un 70% de los entrevistados consideran que su actual o anteriores empleos guardan nula o muy poca relación con su formación. Frente a ellos, se encuentra un 13% de la muestra que considera que su trabajo y formación estaban muy ligados y un 12,6% que explica que ambos estaban bastante ajustados.

“Habrá una modificación en la formación, no todo el mundo será universitario pero si se prepararán para realizar actividades con gran demanda en la sociedad” explica Ignacio Calderón

Ignacio Calderón, director general de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) explica en una entrevista con Vozpópuli que a pesar de esta fractura entre la formación y el posterior empleo “los jóvenes van a seguir formándose porque ven que necesitan esa formación para poder tener acceso a aquello que está más limitado”. Es decir, este problema no va a hacer que disminuya la formación o que los jóvenes decidan dejar de estudiar puesto que su posterior trabajo no va a tener relación con su cualificación. Ahora más que nunca “habrá una modificación de esa formación y, aunque no todo el mundo sea universitario, muchos jóvenes se prepararán para realizar actividades (no universitarias) con gran demanda en la sociedad”. También se verá que muchas carreras se silencien por completo y que aumenten los alumnos en aquellas en las que se ha visto que hay más salidas, explica Calderón.

Aunque lo cierto es que la formación no lo es todo, tal y como afirma Ignacio, “primero somos personas y luego conocimiento. La formación es clave pero no solo hay que saber integrales, hay que ser personas y que cuando nos miren a los ojos vean a alguien con disposición e ilusión”.

Trayectoria laboral inestable

Otro dato significativo que recoge el estudio es que casi el 60% de los entrevistados ha tenido más de dos trabajos y algo más del 20% ha pasado por cuatro o más experiencias laborales diferentes. Se ve claramente que la trayectoria laboral de los ciudadanos es inestable en el sentido de que ahora no se trabaja en el mismo sitio, como si podía pasar antes, durante toda la vida. En relación a este aspecto Calderón apunta que “eso de trabajar en la misma empresa durante 40 años ha desaparecido, ahora la situación del empleo es diferente y a lo largo de la vida los jóvenes tendrán que cambiar (de empleo) muchas veces”.

Parece que esta idea ya ha calado entre los jóvenes porque la expectativa de mantener el empleo actual es poco optimista entre ellos. El 37% da casi por hecho que perderá su trabajo, un 14% no está seguro de qué pasara con su empleo actual y ni si quiera la mitad, solo un 48%, creen que no perderán su puesto de trabajo.

“Eso de trabajar en la misma empresa durante 40 años ha desparecido, ahora los jóvenes tendrán que cambiar de empleo muchas veces”

Además, a esta inestabilidad se le suma la incapacidad que tienen los jóvenes mejor posicionados de poder ser independientes, incluso en los casos en los que las condiciones (en términos contractuales) son buenas. Solo hay un 36% que considera que su trabajo actual le permite o le facilita la independencia.

Expectativas de futuro

El 53% de los jóvenes admite que sus expectativas no se han cumplido y que la situación laboral por la que está pasando es peor de lo que esperaba. Esa misma situación laboral para un 8% es mejor de la que hubieran esperado y un 37% considera ajustadas sus expectativas y su realidad.

El director general de la FAD explica la situación por la que estamos pasando actualmente como algo difícil que va a desembocar a un escenario nuevo. Es normal que los jóvenes vean que sus expectativas no se han cumplido, porque seguramente ellos esperaban que las cosas volviesen a estar como antes de la crisis. Pero hay que saber que no, “estamos llegando al otro lado del rio y no conocemos como son las cosas allí, hay que hacer asentamientos  y construir todo”.

No hay que pararse a pensar, hay que ser activo, polivalente y tener mucha disposición, aconseja Ignacio

Por tanto, a pesar de que “el Gobierno está tomando medidas para hacer que todos los parados, especialmente jóvenes, salgan de esa situación y pongan en marcha su proyecto de vida, hay que entender que aunque pase la crisis ya nada será igual porque estamos en una nueva era”.

A pesar de ello, anima a todos los jóvenes que esten en situación de búsqueda de empleo y asegura que “lo más importante es no pararse a esperar, no esperar que nadie te saque las castañas del fuego, hay que ser activo, polivalente y tener mucha disposición, eso es clave”.

Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud

Este centro ha sido el encargado de realizar la investigación “Crisis y contrato social. Los jóvenes en la sociedad del futuro”, en la que se centra este artículo. La investigación se basa en 1.000 entrevistas realizadas a jóvenes españoles de 18 a 24 años y ocho grupos de discusión.

Se trata de un centro privado y totalmente independiente que ha sido creado por la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) gracias al apoyo de Telefónica y Banco Santander.

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