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Economía

El mercado laboral destruye entre octubre y marzo toda la recuperación del empleo de 2013

Pese a todas las esperanzas depositadas en esta EPA, la ocupación sigue cayendo y se come en seis meses todo el empleo que se creó entre el segundo y el tercer trimestre de 2013, al calor del buen tiempo y la temporada de turismo. Si entre abril y septiembre se generaron unos 200.000 puestos de trabajo, entre octubre y marzo se han evaporado casi 280.000 ocupados, dando al traste con todas las previsiones que sostenían que podían ocurrir por primera vez tasas interanuales positivas.

Por más que el descenso de la ocupación anual alcance el 0,47 por ciento y sea el menor desde el 2008. Incluso si este trimestre no ha incluido la Semana Santa y su consiguiente creación de puestos de trabajo. A pesar de que los primeros meses del año sean tradicionalmente malos, varios datos de la Encuesta de Población Activa arrojan ciertas dudas sobre el vigor de la recuperación. La ocupación retrocede hasta los niveles de 2002 y se sitúa en los 16,9 millones, lo que implica unas tasas de empleo del 44,05 por ciento y de actividad, es decir gente incorporada al mercado laboral bien sea trabajando bien sea buscando empleo, del 59,46 por ciento, unas ratios extremadamente bajas respecto a los países de nuestro entorno y que al fin y al cabo ponen en cuestión la sostenibilidad de las cuentas nacionales.

Ni siquiera corrigiendo la estadística del INE del efecto estacional se crea empleo. Cae un 0,10 por ciento frente al 0,08 que se creó en el trimestre anterior. Y las cifras todavía parecen más preocupantes al comprobar que el sector público vuelve a generar empleo por primera vez desde que el PP alcanzó la Moncloa. Se acabó el ajuste emprendido por la vicepresidenta Soraya y unos 11.100 ocupados se incorporaron a las Administraciones, por más que el Ejecutivo insista en que hay un proceso de consolidación fiscal en marcha. En cambio, en el ámbito privado se destruyeron 195.800 trabajos entre enero y marzo.

Otro hecho que causa consternación es el desplome de la ocupación en la industria, que abarca el 25 por ciento de toda la destrucción de empleo con 42.000 trabajadores menos. La tristeza de estos datos reside en que ese trabajo suele ser más estable y en mejores condiciones, y sin embargo resulta mucho más difícil de recuperar una vez perdido debido a la inversión que precisa. Aunque todavía más desesperanzador se antoja que los hogares con todos sus miembros activos en paro rocen ya los dos millones.

Y ante semejante panorama, no es de extrañar que 424.500 personas hayan dejado de buscar trabajo durante el último año, ya sea porque abandonan el país o porque retornan a la formación o porque perdida la esperanza se quedan de brazos caídos.

A pesar de que el ajuste del empleo se ha cebado con los temporales, que han caído durante la crisis desde el entorno de lo 5 milones hasta los 3,2 millones, la temporalidad continúa al alza a lo largo del último año al incrementarse en 150.000 contratados. Y el porcentaje de trabajadores a tiempo parcial repunta un 0,13 por ciento hasta el 16,2 por ciento del total.

No obstante, en este primer trimestre del año sufren un batacazo todos los tipos de contratos y trabajadores. Los autónomos descienden en 23.000; los indefinidos en 51.600 y los temporales en 112.400.

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