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Economía

Los bancos presionan para que les paguen con deuda pública los activos traspasados al 'banco malo'

El ministro de Economía, Luis de Guindos

Algunas excajas han presionado al Gobierno para que el banco malo les abone con deuda pública los activos inmobiliarios traspasados. ¿Por qué? Pues porque las entidades pueden reclamar a cambio un bono con un nominal muy alto y un cupón o interés muy bajo. Eso significaría que la pérdida sólo se anota mucho más adelante, conforme van ingresando unos intereses muy escasos.

Además, la entidad puede mantener esa deuda pública en la cartera a vencimiento, lo que significa que no se apunta la depreciación que pueda sufrir cotizando en el mercado. Y en el momento en el que se encontrase ésta necesitada de liquidez siempre puede llevar el bono al BCE para cambiarlo por un préstamo. O incluso venderlo y entonces, y sólo entonces, reflejar en su contabilidad la pérdida. El enjuague del agujero se produce por tanto prorrogado en el tiempo y regalaría un cierto alivio a las antiguas cajas.

El inconveniente de esta fórmula es que aumenta el tamaño de la deuda pública. Y que hasta ahora el BCE se ha resistido a esta financiación encubierta de los Estados.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya ha declarado que el banco malo disfrutará de mucha financiación y que los bancos podrán recibir como parte de su cobro por sus activos una participación en el capital del banco malo, es decir, acciones de esta sociedad de gestión de activos.  

Sin embargo, esta última posibilidad no agrada a las excajas, pues estos títulos ni se pueden llevar a la ventanilla del BCE ni se pueden inflar los precios para mantenerlos en cartera o venderlos. Tan sólo se podrá recuperar una parte si en los diez años que tienen para deshacerse de los activos brindan beneficios y, por lo tanto, generan dividendos y se pueden vender.

Los expertos creen que será mucho más difícil que el Gobierno pueda dar cash, sobre todo cuando de los 60.000 millones que espera gastar sólo Bankia ya acapara unos 30.000 millones.  

La otra opción consiste en que, al igual que en el banco malo alemán, la propia sociedad de gestión de activos emita unos bonos con el respaldo del Estado. Y estos papeles sí podrían ser tratados casi como deuda pública.

El ministro ha estado el lunes y martes rematando los detalles de la regulación del banco malo, y espera cerrar el decreto con el BCE y el FMI antes de este jueves para presentarlo el viernes en el Consejo de Ministros.  

El banco malo tomará los inmuebles adjudicados y los préstamos problemáticos que tienen como garantías activos inmobiliarios. De esta forma, se sacarán de los balances de las entidades en dificultades y se limpiará el sistema financiero.

El precio que otorgará por los activos será lo suficientemente bajo como para que su venta no ocasione pérdidas al contribuyente, pero a la vez será lo suficientemente alto como para no hundir a los bancos, de modo que el Ministerio de Economía evite la liquidación de entidades.

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