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Economía

El déficit público de 2013 quedará en el 6,6% según el BdE, sólo una décima por encima del objetivo del Gobierno

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el gobernador del Banco de España, Luis Linde.

El déficit público sin ayudas a la banca se cerró en torno al 6,6 por ciento del PIB en 2013, según las estimaciones provisionales del boletín económico de marzo del Banco de España.

Si a esta cifra se añaden las ayudas a la banca por valor de unos 5.000 millones durante 2013, entonces la cifra alcanza el 7,2 por ciento del PIB, ni más ni menos que unos 72.000 millones de euros, una cantidad que duplica de largo todo lo que se gasta al año en prestaciones de desempleo.

Este adelanto del Banco de España pone la cifra muy cerca del objetivo del 6,5 por ciento fijado por Bruselas y representa un descenso de dos décimas respecto al 6,8 por ciento registrado en 2012 después de que se contabilizase el superávit de los municipios.

“No voy a preocuparme por la décima”, ha insistido en más de una vez el ministro Montoro, toda vez que ya tiene garantizado por Bruselas que el incumplimiento no conllevará la adopción de más medidas debido a que el ajuste se ha producido en un año de recesión.

Sin embargo, la buena noticia también presenta un lado negativo. En enero, el crédito a las Administraciones Públicas volvió a dispararse un 10,7 por ciento interanual, bastante por encima del 8,6 por ciento de incremento anotado al cierre del 2013. Y esto ocurre en parte porque los bancos han vuelto a conceder préstamos a las Administraciones en cuanto se ha terminado el periodo auditado por los test de estrés, y en parte porque Hacienda cerró el grifo del gasto a la desesperada en los últimos meses y en enero ha vuelto a abrirlo con las consecuencias vistas en la demanda de crédito.

No en vano, los datos del INE ya anunciaban un elevadísimo 3,9 por ciento de caída interanual de los consumos públicos en el último trimestre de 2013, pese a la falta de medidas y la reposición de la paga extra. No obstante, Hacienda sostiene que el INE no refleja que los gastos se han desestacionalizado de forma que se imputen a lo largo de todo el año y no sólo cuando se producen. Es decir, que por ejemplo el impacto de la paga extra de diciembre se haya repartido en las cuentas a lo largo de todo el año.

El Banco de España también prevé que el déficit público disminuya en 8 décimas en 2014 y en 3 décimas en 2015, una moderación que sería insuficiente para corregir la trayectoria del ascendente de la deuda pública. “La evolución prevista del endeudamiento público ilustra la magnitud el esfuerzo de consolidación presupuestaria aún pendiente y la necesidad de perseverar en una estrategia de consolidación presupuestaria que permita seguir mejorando la confianza en la economía española”, reza el boletín de BdE.

De hecho, según la estimación del instituto supervisor sito en la calle Alcalá, el esfuerzo que aún hay que hacer en 2015 para dejar el déficit en el 4,2 puede presionar a la baja sobre la actividad y aminorar sustancialmente el 1,7 por ciento de crecimiento previsto para ese ejercicio.

Respecto a 2014, el organismo pronostica que la meta de déficit del 5,8 por ciento es factible y que el PIB crecerá un 1,2 por ciento, por encima del 1 por ciento anunciado por el Gobierno de Rajoy.

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