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Economía

Las CCAA vuelven a pedir fondos: tienen facturas sin pagar por más de 10.300 millones

Las Comunidades vuelven a pedir ayuda con la liquidez. Por lo menos, tienen ya declarados unos 10.300 millones en facturas sin abonar a proveedores, según el resumen ejecutivo de ejecución presupuestaria de las CCAA (ver tabla adjunta abajo).  

Y a esta cantidad se suma otra sin especificar que corresponde a subvenciones, imprevistos y, sobre todo, transferencias a ayuntamientos y organismos varios. Estos capítulos no han sido financiados por los distintos fondos de pago a proveedores y vencimientos y, por lo tanto, han quedado sin abonar.

El problema se origina porque en los últimos años las Comunidades sólo tenían autorizado endeudarse por el equivalente al objetivo de déficit impuesto. Todo lo que pasase de ahí quedaba sin financiar. Sin embargo, todas sobrepasaron de largo esas metas y dejaron una parte de sus compromisos de desembolsos sin atender. Sólo durante 2011 dispararon en su conjunto el déficit hasta el 3,31 por ciento… Y de ahí vienen estos lodos. 

Así que ahora numerosas Autonomías reclaman que se cree un nuevo fondo destinado a sufragar únicamente estas partidas que se han dejado sin financiar. Y en el marco del Consejo de Política Fiscal, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, contestó este jueves que lo estudiará. Algunas de las regiones cumplidoras, como Extremadura, piden que se constituya un fondo exclusivo para las que han sido alumnas ejemplares y han cumplido con la estabilización del déficit.

Siempre Cataluña

El Gobierno tiene ya avanzadas las negociaciones con el fin de aliviar las tensiones con Cataluña. Entre las principales concesiones a la Generalitat, figuraría una senda más asequible de corrección del desfase presupuestario. Por eso, Montoro quiere aplicar un nuevo sistema de objetivos de déficit diferenciados, en función del esfuerzo que tengan que llevar a cabo y la aportación al PIB. Algo muy parecido a lo que ya se hace en la UE, donde cada país tiene una senda de consolidación fiscal distinta.

La sola idea del déficit a la carta ha provocado la indignación entre las comunidades cumplidoras, que quieren una compensación. Semejante aproximación representa una injusticia para aquellas que se han sometido a sacrificios mayores, como por ejemplo Castilla-La Mancha; o para las que ya han cumplido de sobra, como Extramadura, cuyo desfase se ha situado en el 0,67 por ciento del PIB, muy por debajo de la media del 1,73.

¿Otro sudoku?

Otro inconveniente reside en que este plan de déficits a la medida debería ser aceptado por una amplia mayoría de las Comunidades. Un obstáculo que Montoro pretende salvar aprovechando que Europa le brindará una relajación del déficit: el ministro intentará repartir ese margen entre las regiones según le convenga, con criterios políticos y para contentar a todas. Esto es, un nuevo sudoku añadido a la financiación autonómica.

Algunas de las autonomías más obedientes solicitan que las exigencias se ciñan a unos objetivos de reforma estructural, eliminando estructuras como las empresas públicas y recortando por capítulos de acuerdo a unas metas. De este modo, los que ya hayan alcanzado dichos hitos podrán disponer de esos fondos extra para destinarlos a políticas de estímulos. Ése es el caso de Castilla-La Mancha, que ha realizado el mayor esfuerzo de consolidación fiscal a costa de desplomar su economía un 3 por ciento en un año.

La liquidez

Privadas de un acceso barato al mercado, las Comunidades siguen sufriendo un desfase entre la recurrencia de los ingresos y la necesidad imperiosa de los gastos. El Gobierno ha atendido hasta en tres ocasiones sus demandas durante 2012. Y para 2013 ya tiene preparado una segunda versión del Fondo del Liquidez Autonómico por valor de 23.000 millones, ampliables a los 40.000 millones.

Los 10.300 millones de facturas sin pagar a proveedores constan en la bautizada como cuenta 413, creada desde hace tiempo para que se vayan contabilizando los compromisos según surjan las necesidades, sobre todo en el suministro de la Sanidad (ver la tabla adjunta arriba). Sin embargo, esta cuenta se había convertido en un pozo sin fondo en el que se perdían facturas sin pagar de hasta dos y tres años.

Tanto esta cuenta como las facturas en los cajones provocaron que se organizase la operación de pago a proveedores, que en el caso de las CCAA ascendió a los 18.000 millones. Esta exitosa medida se vio luego acompañada del Fondo de Liquidez Autonómico, que se elevó al entorno de los 12.000 millones y sirvió para cubrir vencimientos y hacer frente al pago de servicios a cambio de un memorando de condiciones.

Un sistema fallido

En opinión de Cataluña y otras Comunidades, el Gobierno no comparte el margen que tiene de déficit en la misma proporción en que están distribuidos los compromisos de gasto entre las Administraciones y, por ello, debería aumentar la cuota de déficit que corresponde a las autonomías hasta un tercio del total. Por otra parte, para algunos analistas el problema consiste en que la estructura de gastos debe reformarla el Gobierno central fijando unos servicios mínimos.

Hacienda alega que este año las regiones contarán con su parte del incremento del IVA de la que no dispusieron el año pasado y ahora disfrutarán durante todo el 2013. Además, los ajustes en las CCAA que sólo se llevaron a cabo hacia el último trimestre del 2012 esta vez tendrán efecto durante el ejercicio completo. 

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