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Economía

La reforma fiscal de Ciudadanos perjudica a los parados que cobran entre 12.000 y 20.000 euros

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera

La reforma fiscal que defiende Ciudadanos perjudica a los parados que cobren una prestación entre 12.000 y 20.000 euros, precisamente la horquilla en la que se encuentra el grueso de los beneficiarios.

La formación naranja plantea que se elimine la reducción por rentas del trabajo, una exención fiscal de la que se benefician todos los trabajadores y que se compensaría con un complemento salarial. Sin embargo, los desempleados no tendrían acceso a ese complemento y, por lo tanto, se verían forzados a abonar más impuestos en tanto en cuanto su prestación no supere los 20.000 euros al año. A partir de esa cota, gracias a los tipos más bajos que propone Ciudadanos, ese efecto se diluiría y el parado que cobrase una prestación por encima de los 20.000 euros comenzaría a pagar menos que con la tarifa que promete el PP para 2016.

El partido liderado por Albert Rivera aboga por un IRPF con tres tipos: del 18 por ciento hasta los 22.500 euros, del 28 para las rentas comprendidas entre 22.500 y  72.000 euros, y el 42 para todas las rentas en adelante. O lo que es lo mismo, un fuerte recorte de tipos respecto a lo que ha anunciado el Gobierno de cara a 2016.

Sin embargo, esta rebaja tributaria presenta una letra pequeña no menor: el partido naranja erradicará la reducción por rentas del trabajo, una exención en la base que asciende a los 5.700 euros si se gana menos de 11.000 euros y que va decreciendo hasta situarse en los 2.000 euros para todos los contribuyentes a partir de una renta superior a los 14.450 euros. Es decir, harán tributar una parte del salario que antes no tributaba.

De aplicarse semejante medida tal cual, implicaría que hay una subida de impuestos para las rentas por debajo de 20.000 euros. Sin embargo, como ya se ha explicado, Ciudadanos introduciría un complemento salarial que neutraliza ese impacto siempre teniendo en cuenta el número de vástagos. En concreto, se trata de una paga que busca incentivar el trabajo y que, en consecuencia, va subiendo conforme más se gana hasta que llega a un nivel en el que comienza a descender. En el supuesto de un soltero sin hijos, la ayuda alcanza un tope de 2.000 euros a los 11.000 euros de renta, y desciende desde ese nivel hasta suprimirse a los 16.000 euros. En el caso de tres o más hijos, la paga tiene como techo los 5.500 euros y empieza a disminuir gradualmente a los 18.000 euros de sueldo para desaparecer a los 28.000 euros, tal y como se puede comprobar en el siguiente gráfico. 

  

En la mayoría de las hipótesis, esta paga supone un incremento de las rentas trabajadoras más bajas. Tan sólo entre los solteros con ingresos comprendidos entre los 16.000 y los 20.000 se pueden detectar hasta medio millón de individuos que acabarían pagando algo más, del orden de los 100 ó 200 euros más al año. A este respecto, fuentes de Ciudadanos han argumentado que todavía se está revisando la propuesta y que sin duda la pulirán para corregir incoherencias como ésta.

Ahora bien, ese complemento no se aplicará para los parados que ingresan una prestación. La casuística se antoja muy variada y depende de circunstancias tan diversas como el número de hijos, ascendientes o cónyuges sin rentas, factores todos que van elevando los umbrales que están exentos de impuestos. Pero en cualquier caso parece bastante claro que un soltero o casado sin hijos que ingrese menos de 20.000 euros soportaría una factura fiscal más elevada. De acuerdo con los cálculos efectuados por varios expertos, en el supuesto de tener un hijo, el aumento de impuestos para una retribución de unos 13.000 euros puede rondar los 500 euros al año. Si se trata de un contribuyente con un cónyuge sin rentas y un salario de 14.000 euros, la tributación anual subiría unos 300 euros.

Hablando de contribuyentes con hijos, se diría que las diferencias se estrechan porque los mínimos exentos serían más altos. Pero en realidad la situación se pone incluso más complicada, porque Montoro aprobó unos impuestos negativos que brindan unos 1.200 euros anuales por dependientes a cargo o por familia numerosa. En principio, la reforma de Ciudadanos no contempla ese subsidio fiscal y, por lo tanto, los parados en esa situación lo perderían. Esto es, un parado con tres hijos o un dependiente a cargo podría perder más de 1.000 euros en caso de que Ciudadanos no revise su propuesta.

Y algo similar podría ocurrir con los pensionistas de no ser porque Ciudadanos ha diseñado un complemento para ellos que puede alcanzar un máximo de 500 euros. Es decir, los jubilados también pierden la reducción por rentas del trabajo pero en cambio obtienen una compensación. ¿Y bastará con ese complemento para cubrir la diferencia? En este sentido las opiniones consultadas divergen. Algunas apuntan que sólo un tercio de las pensiones realmente pagan impuestos y, por consiguiente, ese suplemento bastaría. Por el contrario, otras subrayan que el presupuesto que tiene consignado para esta partida Ciudadanos sólo alcanza 500 los millones de euros, lo cual indica que no cubrirá un buen número de pensionistas y que, por lo tanto, un número significativo saldrá perdiendo.

Al igual que en Estados Unidos, en el fondo el complemento salarial de Ciudadanos se ha diseñado para aliviar las situaciones de precariedad laboral que tanto abundan. No obstante, esta propuesta presenta algunos inconvenientes como que desincentiva la oferta de trabajo, fomenta que el empresario pague menos o incluso que abone una parte de la retribución bajo cuerda.

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