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Economía

Los ahorradores sometidos a quitas en otros países jamás han recuperado su dinero

Las crisis bancarias son casi cotidianas en la vida económica: desde 1970 se han producido 147 en todo el planeta, según la base de datos del FMI. Pero en ninguna de ellas se había optado jamás por una solución como la que se ha intentado imponer a Chipre: una quita a todos los ahorradores. De hecho, según la relación de crisis sistémicas del FMI, ésta es, probablemente, la mayor tasa impuesta a una base tan amplia de impuestos.

La fórmula más parecida a este planteamiento lo protagonizó en julio de 1992 en Italia el gobierno del primer ministro socialista Giuliano Amato. En aquel momento se estableció un canon para la "urgente consolidación de las cuentas públicas". La medida, sin embargo, tuvo un carácter testimonial en muchos casos porque la tasa establecida fue del 0,6%. 

Años después, un modelo similar se usó también en México. En julio de 2008, el país instauró entonces lo que bautizó como "impuesto sobre depósitos en efectivo" para reducir la evasión fiscal. Sin embargo, dos fueron las grandes diferencias: en primer lugar, por pequeñas que fueran, algunas cuentas quedaron a salvo. En concreto, las retiradas de fondos inferiores a 25 pesos no quedaban afectadas. En segundo lugar, la tasa impuesta rozó el 2% frente al 6,75% mínimo que planteó Chipre para depósitos inferiores a 100.000 euros.

Esos dos casos son las soluciones más parecidas que pueden encontrarse al caso chipriota. Las demás resoluciones han dejado siempre a salvo a colectivos importantes y han intentado limitar los daños. Así se ha hecho en Europa durante la reciente crisis en dos ocasiones más: la primera en Dinamarca y la segunda en Islandia. Sin embargo, en ambos se optó por fórmulas menos agresivas:

Islandia, 2008: El país limitó las pérdidas a los inversores extranjeros en las entidades extranjeras. La estrategia no sólo protegió a los islandeses, sino que, además, marcó un precedente judicial clave. La Asociación de Libre Comercio Europeo respaldó la medida y en una sentencia del pasado mes de enero estableció que "el caso de que un esquema de protección de activos incapaz de gestionar sus obligaciones de pago sigue sin ser respondido por las directivas europeas". El precedente permitía a Chipre discriminar entre ahorradores nacionales y extranjeros. Esa opción no se utilizó.

Dinamarca, 2011: La crisis obligó a cerrar dos bancos (en febrero se liquidó Amagerbanken,  el octavo banco del país con activos por valor de 4.500 millones de euros, y Fjordbank Mors en junio). Sin embargo, las quitas que se aplicaron afectaron sólo a parte de los clientes de esas entidades y no al sistema financiero al completo. Además, quedaron exentas las cuentas con ahorros por debajo de los 100.000 euros, tal y como establecía el Fondo de Garantía de Depósitos. Por último, en ningún momento se impuso un "corralito" ni se congelaron las transferencias.

Más allá de las series del FMI, que arranan en 1970, algunos analistas citan el caso Noruego de 1936 como el único precedente comparable. Según el análisis de Glenn Hubbard, de Columbia University, en enero de 1936 Noruega introdujo una tasa en todos los depósitos bancarios. El resultado fue una retirada masiva de fondos que se prolongó hasta finales de aquel año incluso después de que la medida fuera abolida.

En ninguno de esos casos, los ahorradores recuperaron el dinero que les fue incautado. Los análisis del FMI (haga click aquí para descargar la tabla de intervenciones del Fondo Monetario) reflejan que los ciudadanos que pierden sus ahorros con promesa de repago suelen recuperar un tercio de lo que tenían.

CHIPRE INCUMPLE LOS "CRITERIOS DEL ÉXITO" DE LAS QUITAS

El banco de inversión Nomura, analiza los requisitos necesarios para que una "quita" sobre los depósitos funcione. Chipre no cumple ninguno de ellos y el resultado puede derivar en una fuga de capitales del país, concluye la entidad:

  • 1.- Debe ser una decisión irrepetible: La quita de depósitos no puede volverse a repetirse jamás en la historia del país. La quita aprobada no parece suficiente para solucionar los problemas económicos de Nicosia, por lo que la posibilidad de que sea necesaria una nueva quita seguirá sobre la mesa en Chipre. El resultado es una predisposición a la fuga de capitales.
  • 2.- Debe ser una decisión irreversible: Una vez anunciada no puede tener marcha atrás. La negativa del parlamento chipriota a aplicarla ha roto ese principio y abre la puerta a un pulso institucional que puede durar hasta un mes. El resultado, también es abrir la puerta a la evasión del país.
  • 3.- Debe ser una decisión clara:  El objetivo es reducir la incertidumbre, algo que en estos momentos está en niveles máximos dentro y fuera de la isla.

La conclusión de la entidad es contundente: "más que probablemente, se producirá una fuga de capitales del país".

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