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Economía

HSBC, el todopoderoso banco acostumbrado a acallar con millones sus líos judiciales

Fotografía de archivo que muestra el logotipo del banco suizo HSBC en Kings Heath, Birmingham (Reino Unido)

"El banco de todos los escándalos". Así se refiere el periódico francés Le Monde a HSBC después de que este domingo saltara a la luz que su filial suiza ayudó a miles de clientes de todo el mundo a evadir impuestos, entre los que se incluyen españoles como el piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso o el ya fallecido Emilio Botín. El banco de origen británico, vuelve a estar en el ojo del huracán... una vez más.

Ahora, tras varias "fechorías" que ha solventado con el pronto pago de multas, tiene un nuevo frente abierto después de haber ayudado a miles de clientes a esconder su dinero en los paraísos fiscales más opacos. Sin embargo, no deja de ser el último de una larga lista que comenzó a finales de 1860 cuando su propio nacimiento estuvo germinado por la idea de crear un banco para financiar el comercio de opio.

"Para su fundador, Thomas Sutherland, fue una combinación ganadora. Para la banca, el inicio de una odisea financiera", asegura el rotativo galo, que cita como ejemplo otro episodio de blanqueo relacionado con el dinero procedente de la droga de cárteles mexicanos y colombianos y de organizaciones vinculadas con el terrorismo. Tal suceso llevó a la senadora estadounidense Elizabeth Warren, escandalizada por la mera sanción de 1,9 millones de euros impuesta al banco, a cuestionar la ineficacia de las normas: "¿Cuántos miles de dólares hace falta blanquear y cuántos embargos hace falta violar para que se considere de una vez por todas el cierre de un banco como éste?".

La entidad habría ayudado a unos 2.700 clientes a evitar a las autoridades tributarias

En aquella ocasión, "solventaron un asunto muy grave con una multa, con una sanción pagada rápidamente y olvidada rápidamente". Hoy, apenas año y medio después, Le Monde hace suyas las palabras de Warren para plantear "¿quién se atrevería a comprometer su futuro privando a HSBC de su licencia bancaria?", teniendo en cuenta que se trata de un pulmón de la economía mundial al contar con 270.000 empleados distribuidos en más de 80 países.

"No son hechos aislados"

Tras criticar que "sus hechos lejos de ser aislados" constituyen el símbolo de las derivas del mundo financiero y la incapacidad de los políticos para combatir a estos mastodontes bancarios, el diario francés reclama la necesidad de que se refuercen las leyes. En este sentido, destaca que en 2016 se pondrá en marcha la cuarta directiva antiblanqueo que mejorará la cooperación y supondrá un paso más hacia una mayor transparencia.

Le Monde se pregunta: "¿Quién se atrevería a comprometer su futuro privando a HSBC de su licencia?"

Recuerda asimismo que "la historia reciente ha demostrado que el sentimiento de impunidad prima entre los banqueros" y que "su identidad compleja, casi apátrida, a caballo entre Asia, su cuna, y Europa, ha podido alimentar entre sus dirigentes el sentimiento de diluirse entre los sistemas de regulación y moverse a su antojo entre las leyes".

"Demasiado grande para caer"

"Invulnerables". Así resume el economista de la London School of Economics Gabriel Zucman el sentimiento que puede dominar entre los dirigentes de cualquier banco subrayando que "el efecto tamaño conlleva comportamientos peligrosos". Entre esas conductas de riesgo, Zucman nombra cómo el banco pasó del 'demasiado grande para quebrar' al 'demasiado grande para ser condenado' y de ahí a sentirse protegidos por el Estado.

A la espera de que entre en vigor una nueva normativa, desde la escuela londienense recuerdan que "el atractivo que suscita el dinero es algo que domina desde los años 90 pero que si se quieren cambiar las instituciones, hace falta formar en condiciones a las generaciones venideras".

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