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Economía

Caprabo pierde el reconocimiento catalán y se convierte en un lastre para Eroski

Tienda de Caprabo

Eroski se mantiene como la cuarta cadena por cuota en España. Su liderazgo en País Vasco, Galicia y Baleares le permitieron cerrar 2018 con 5,3% del mercado nacional. Una cifra que supone un 0,2% menos que en 2017 y que se une a la caída de un 1% de los compradores que pasaron por sus tiendas, según los datos de la consultora especializada Kantar Worldpanel. Un descenso que apunta a su negocio en Cataluña

Caprabo, la filial catalana de Eroski desde 2007 y que supone el 20% de su negocio, ha perdido su reconocimiento de regional catalán en favor de otras cadenas del territorio como Condis y Bonpreu. "La cadena ha cedido en su identificación como enseña local en favor de sus rivales locales", detalla Florencio García, director en España del sector de la distribución en Kantar Worldpanel.

La imagen de 'regional' es cada vez más importante en el gran consumo, no sólo en Cataluña. Este modelo, según detallan los expertos, permite al consumidor la identificación y el conocimiento de la trazabilidad (conocer el origen) de los productos. Estos motivos permiten que los regionales concentren un 11,8% del mercado español. En el último año, su mercado ha aumentado un 0,5%, "manteniendo la línea constante de los últimos años", explican desde la consultora especializada.

La cadena ha cedido en su identificación como enseña local en favor de sus rivales locales"

Pero la pérdida de la etiqueta de regional no es el único problema para Caprabo. Al igual que ocurre en el resto de España, Mercadona y Lidl avanzan con fuerza en Cataluña. El gigante valenciano y el alemán son las únicas dos enseñas entre el Top 6 que avanzan en cuota de mercado, liderando la batalla del precio frente al resto de cadenas.

"Por lo tanto, Caprabo ha sufrido en este sentido porque no es percibido entre el consumidor catalán ni como el más barato ni como el más local", valora Florencio García. El experto recuerda que el plan estratégico del Grupo Eroski incluía reforzar el origen catalán de la marca Caprabo, pero parece que en 2018 todavía no ha dado su resultado. 

"Un mercado competitivo" 

Caprabo defiende su papel de "operador imprescindible" en Cataluña. La comunidad es su principal zona estratégica. Su red de 320 tiendas, su plantilla de 7.500 empleados y los cerca de 1.000 millones de euros de facturación anuales se concentran en territorio catalán. Un pequeña parte de su negocio, cerca de 20 tiendas, están repartidas entre Navarra y Andorra. 

"Cataluña es un mercado muy competitivo", defienden desde Caprabo. "Todavía no hemos cerrado el ejercicio y no podemos valorar estas opiniones", añaden. La compañía destaca que mantiene su hoja de ruta de conquistar a su cliente local y seguir siendo "la cadena de supermercados de referencia" en Cataluña.

Esta apuesta se traducirá en la apertura hasta una decena de supermercados en el primer cuatrimestre de 2019 en Cataluña. Un proceso que compensará la venta de seis tiendas a Lidl que realizó a finales de 2018. "Un proceso de apertura y cierre muy habitual en el sector", explican. Junto a ello, Caprabo invertirá cerca de 20 millones de euros en un centro logístico en el territorio focalizado en la gestión de productos frescos.

¿Venta?

Los problemas que ha tenido Caprabo en 2018 con la competencia en Cataluña se unen a otros rumores. Las intensas negociaciones de refinanciación de su deuda que está viviendo el Grupo Eroski con la banca ponen encima de la mesa una posible venta de su filial catalana. "En el sector es muy difícil la venta de una cadena de estas magnitudes, aunque sí resulta más accesible la adquisición de diferentes puntos de venta", detalla Florencia García. 

Los bancos exigen a Eroski que recauden cerca de 1.000 millones de euros con la venta de alguna de sus filiales en Cataluña, Galicia o Baleares en los próximos cinco años, según detallan fuentes de la negociación. Las estimaciones que se realizan desde el mercado es que el valor actual de Caprabo rondaría los 500 millones de euros, frente a los 1.300 millones que le costó la cadena catalana a Eroski en 2007.

Una posibilidad que no se valora desde el Grupo Eroski. La compañía reitera que sigue trabajando para alcanzar un buen acuerdo con los acreedores y lograr que Caprabo se mantenga como un referente del gran consumo en Cataluña. Un reto que seguirá ofreciendo novedades. 

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