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Economía

Caos con las mascarillas defectuosas: miles de funcionarios afectados exigen un test

Una persona con mascarilla

El reparto masivo de mascarillas defectuosas ha propiciado un nuevo incendio para el Ministerio de Sanidad. Material sanitario que no contaba con las garantías mínimas de seguridad y que ha obligado a la retirada inmediata del stock fallido. Los sindicatos consideran que decenas de funcionarios podrían haberse infectado de coronavirus en las últimas jornadas y piden que se haga el test a miles de ellos. Una crisis a la que hay que sumar el aislamiento de los trabajadores que se desempeñan en primera línea de la pandemia. 

Las cifras de mascarillas defectuosas repartidas por Sanidad varían: entre 350.000 y 400.000, según el propio Ministerio. “Las mascarillas pasan por tres procesos para asegurar su calidad y ver si es adecuada para su uso”, aseveró este lunes Salvador Illa en rueda de prensa. Pero lo cierto es que el envío de material defectuoso ha generado graves complicaciones en las comunidades autónomas.

El principal sector afectado es el sanitario, aunque también se han detectado mascarillas defectuosas en empresas como Correos. Los Gobiernos autonómicos trabajan a contrarreloj para devolver al Gobierno los lotes de mascarillas fallidas, del modelo N95. Fabricadas por la empresa china Garry Galaxy, están envueltas de forma individual en un paquete de color verde. Pero la orden, en muchos casos, ha llegado tarde. 

Medidas por comunidades

En Navarra han recuperado y retirado el 90% del material -4.113 se han utilizado o siguen en dependencias hospitalarias, según datos del Gobierno Foral-. En Castilla-La Mancha se distribuyeron 26.000 de las 82.000 mascarillas recibidas, apuntan desde el sindicato CSIF. Dos ejemplos de la penetración que han tenido en las Comunidades Autónomas.

Una gestión que ha obligado a tomar medidas extremas sobre el personal afectado: aislamiento de los profesionales y test masivos para determinar quién ha podido contagiarse de coronavirus. La dificultad está en determinar los casos concretos de profesionales que hayan utilizado las mascarillas; hay quienes no recuerdan si la suya venía envuelta en un paquete verde -sospechosa- o azul -en principio sin problemas de seguridad-.

Sólo en la región de Murcia ya se ha puesto en cuarentena a 1.100 sanitarios, ante la sospecha de que hayan podido emplear el material defectuoso. Las Comunidades Autónomas han puesto en marcha una campaña para hacer test a miles de funcionarios que recibieron el stock afectado. Los sindicatos piden que el rango de pruebas sea mayor para minimizar el riesgo de contagio entre los profesionales.

"Las mascarillas se han retirado, pero ahora la prioridad es que se hagan los PCR a los sanitarios que las han utilizado y a los que han podido estar en contacto", cuentan fuentes del Sindicato de Enfermería, Satse, a este periódico. En este sentido, desde este sindicato presionan para que se realicen lo antes posible y de forma similar en todas las comunidades. "En Murcia y Galicia ya se están haciendo los test; en Madrid, en algunos hospitales... urge que se tomen medidas cuanto antes".

Los representantes de los profesionales de la enfermería apuntan a que, además, se debe sustituir el material afectado de forma inmediata en todos los centros. "En muchos casos, las mascarillas retiradas no se han repuesto o hemos recibido otras de menor calidad", insisten.

Descontrol en Correos

A las demandas de los sanitarios se suman las de los trabajadores de Correos, que también recibieron las mascarillas defectuosas. En este sentido, el pasado fin de semana la compañía ordenó identificar y retirar 1.400 mascarillas de un solo uso que correspondían con la descripción del aviso de Sanidad. Suponen, según los cálculos de la compañía, un 0,2% de todas las distribuidas a sus empleados, unas 300.000 a comienzos de esta semana.

No obstante, el malestar de los empleados de la compañía es creciente. “Queremos saber cómo han llegado las mascarillas y a quiénes las han repartido, en qué delegaciones”, explican a Vozpópuli fuentes sindicales, que alegan desconocer la procedencia de las mascarillas que están utilizando estos días - cuentan con hasta dos tipos diferentes en cada área de trabajo-, así como el grado de afectación de las defectuosas.

En esta línea, los representantes sindicales insisten en la necesidad de identificar a los trabajadores afectados, proceder a su aislamiento y realizar los test para detectar si existe infección por coronavirus. "En caso de no poder sustituir las mascarillas, no debe realizarse ninguna tarea", apuntan desde los sindicatos.

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