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Economía

Caza de brujas en el CSN: Marti fulmina a uno de los técnicos rebeldes

Fernando Marti, presidente del CSN.

La disidencia está mal vista en el seno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). El supervisor atómico está en el punto de mira de todos por el lío montado en torno a la autorización previa concedida a Enresa para construir el basurero nuclear y la guerra abierta entre el presidente, Fernando Marti, y el consejero Fernando Castelló, contra la disidente Cristina Narbona.

Presiones del Gobierno para que el cementerio nuclear eche a andar antes de que lleguen las elecciones generales, aprobación exprés de la autorización sin transparencia y en contra de los informes que alertan de los problemas de seguridad de construir en los terrenos de Villar de Cañas, guerras intestinas entre consejeros y ahora caza de brujas interna.

El presidente Marti ha ordenado el cese fulminante de Rodolfo Isasia, Jefe del Área de Experiencia Operativa y Normativa del CSN, por mostrar “su oposición a una modificación procedimental que cercenaba el alcance de la Escala INES en centrales nucleares (alertaba de que las modificaciones que se quieren hacer en las guías de seguridad del CSN permitirá a las centrales no comunicar muchos sucesos que podrían ser graves)”, según se desprende de la carta de protesta enviada por los sindicatos al presidente, a los consejeros y a la Secretaria General a la que ha tenido acceso Vozpópuli.

La carta de los sindicatos del CSN denuncia la imposición de la cadena jerárquica en las decisiones del supervisor y el coste que supone enfrentarse a ellas

La carta, fechada el 29 de julio y firmada por las secciones sindicales de CSI-F y Fedeca en el CSN, culpa a la presidencia del supervisor de presionar a los técnicos para condicionar sus decisiones y de no respetar las opiniones divergentes.

“Esta forma de no gestión de desacuerdos técnicos resta transparencia y reduce la confianza y la competencia del Cuerpo Técnico del organismo, ya que implica presiones para acatar decisiones tomadas por la cadena jerárquica sin respetar criterios divergentes y argumentados expuestos por los técnicos expertos en la materia, coartando toda posibilidad de debate técnico, sin dejar además constancia documental”, afirma la carta de denuncia.

Isasia es un “técnico de amplia experiencia profesional, con un gran prestigio reconocido a nivel nacional e internacional, con 25 años de servicio en el organismo, 16 de ellos como jefe del área citada”, recuerda la carta, enviada para “manifestar nuestra repulsa e indignación ante la decisión” ejecutada por Marti a petición del Director Técnico de la DSN, Antonio Muruera, que ha alegado “pérdida de confianza”.

El CSN está en el punto de mira por su opacidad y falta de transparencia en decisiones tan sensibles como la reapertura de Garoña o la puesta en marcha del basurero nuclear en terrenos no aptos

Para los sindicatos, se ha “revestido dicho cese de deslealtad y falta de respeto, cuando su lealtad a esta institución y a los principios que lo deben regir está fuera de toda duda. Consideramos que este tipo de proceder está injustificado y es inaceptable”, añade la nota.

La destitución de Isasia se produce en un momento muy complicado para el CSN, cuyo proceder en temas tan sensibles como la reapertura de Garoña o la puesta en marcha del basurero ha sido muy criticada por su opacidad y falta de transparencia.

Se da la circunstancia de que Isasia no se ha plegado a los designios, a veces interesados, ni del presidente del CSN ni de su Director Técnico, señalan fuentes internas del supervisor nuclear. De hecho, fue Munuera el director que ocultó al Pleno del CSN la nota informativa de Citi sobre el polémico cementerio nuclear (ATC), tal y como refleja el acta publicada esta semana por el supervisor.

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