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Economía

Los CEOs del Ibex ganan casi 100 veces más que sus empleados

Mariano Rajoy junto a un grupo de empresarios del Ibex, en La Moncloa.

La brecha salarial no hace más que aumentar y está afectando considerablemente a las condiciones de vida de trabajadores en todo el mundo. Las cifras asustan. Según el informe ‘Bajan los salarios crece la desigualdad’, elaborado por Oxfam Intermón, los consejeros delegados del Ibex 35 ganan de media 96 veces más que sus empleados, lo que pone de manifiesto que la desigualdad está alcanzando límites intolerables en la sociedad, debido, en parte, a las tremendas diferencias que existen entre los salarios más altos y los más bajos.

Pero esa cifra es en realidad una media. Al analizar casos más concretos, se puede observar que las diferencias entre el sueldo del primer ejecutivo de una empresa y el gasto medio por empleado pueden llegar a superar las 200 veces. Esto puede ocurrir en firmas como Ferrovial o Día. E incluso las 400 veces en unas pocas empresas, como Abengoa, Inditex, FCC o BBVA.

Estas diferencias no solo existen en la escala más alta de las empresas, los miembros de la alta dirección de las cotizadas también reciben remuneraciones muy elevadas. En 2015, las 1.019 personas catalogadas como altos directivos ganaron de media 576.000 euros, 13 veces más que la ganancia del trabajador promedio de estas empresas y 25 veces más que el sueldo medio de España, que en 2014 se situó en por debajo de los 23.000 euros.  

Los directivos ganan en 15 días lo que un trabajador medio gana en todo un año

Para entender mejor estas cifras se puede decir que una persona trabajadora con ese salario medio de alrededor de 23.000 euros al año tendría que trabajar 25 años para llegar a tener la remuneración de la alta dirección. O dicho de otra forma, la alta dirección tarda solo 15 días en ganar lo que el trabajador medio español gana en todo un año.

Y es que, tal y como sostiene el estudio de Oxfam, las diferencias salariales no sólo se producen entre empresas, sino que pueden ser muy elevadas dentro de cada firma. Esta brecha se ha agravado en las últimas décadas, puesto que se ha tendido a elevar los beneficios y las remuneraciones de las personas situadas en la parte alta de la distribución salarial mucho más que las del resto de empleados.  

Y eso a pesar de que, según el informe, las diferencias entre estas remuneraciones no encuentran justificación en la productividad, el rendimiento, el riesgo, la responsabilidad o el valor que se aporta al trabajo. De hecho, algunos estudios afirman incluso que la productividad laboral está relacionada negativamente con las diferencias salariales entre el nivel directivo y ejecutivo y el trabajador. Es decir, que esta brecha perjudica seriamente a la productividad laboral.

Fijar salarios máximos o escalas salariales, una de las ideas para reducir las diferencias

En esta tesitura, Oxfam Intermón resalta la necesidad de avanzar hacia una distribución salarial más justa. Para conseguirlo plantea tres posibilidades: mecanismos de gobierno corporativo por la vía de la auto imposición, aplicar recomendaciones nacionales e internacionales sobre el buen gobierno corporativo o utilizar la regulación pública para fijar salarios máximos o escalas salariales que reduzcan las diferencias dentro de los centros de trabajo.

Oxfam Intermón apuesta, sobre todo, por esta tercera vía y asegura que el hecho de que las empresas sean de propiedad privada no impide que el Estado pueda establecer regulaciones que afecten a su buen gobierno y, en particular, que puedan influir en la amplitud máxima de las diferencias retributivas entre trabajadores. A su parecer, la regulación estatal contribuiría a redistribuir la masa salarial existente, puesto que al fijar una escala salarial concreta, cualquier aumento del salario máximo generaría aumentos en el resto de categorías salariales en la misma proporción.  

¿Pero cuál sería la diferencia salarial adecuada entre el sueldo más alto y el sueldo medio en una empresa? La ONG admite que es difícil establecer una medida exacta, pero asegura que algunas referencias apuntan a que, como mucho, el sueldo máximo debería ser 10 veces el salario medio del resto de trabajadores.

Oxfam propone que las medidas se adopten rápidamente para regular cuanto antes la desigualdad salarial 

Para lograr esta escala se podrían adoptar una serie de medidas como asegurar que las Administraciones no promueven contrataciones con empresas que no respeten esta escala, establecer los techos salariales, asegurar que cuando suba el salario más alto se eleven todos en la misma proporción y limitar la proporción de complementos variables que pueden ser percibidos, como las dietas, los bonos y otros, que no deberían superar el 15% del salario base, excepto cuando esté directamente vinculado a resultados o productividad del trabajador.

También propone limitar las deducciones en el Impuesto de Sociedades de forma que algunos gastos de consejeros y directivos no sean deducibles, fomentar medidas de buen gobierno corporativo globale incrementar el tipo marginal máximo de IRPF, una medida que además mejoraría los ingresos del Estado en un momento en el que Bruselas pide a España 5.500 millones de ajuste para cuadrar las cuentas.

Según Oxfam Intermon, una legislación que limite los salarios más elevados o que regule las diferencias salariales dentro de las empresas es una garantía para reducir la desigualdad salarial. Y debería considerarse la posibilidad de hacer una propuesta en un futuro inmediato. España fue en 2014 el cuarto país de Europa con mayor desigualdad de renta y la brecha entre los hogares más ricos y los más pobres no para de crecer. Por eso hay que actuar y hay que hacerlo cuanto antes.

 

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