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Economía

Bruselas alerta de que el plan contra el fraude fiscal no recaudará lo previsto y pide 1.000 millones más de recortes

Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios

Aunque lenta y dolorosamente, las cuentas de España mejoran. Pero ojo, que la Comisión Europea está vigilante. Se trataba de la primera vez que se ponía en funcionamiento el control de los Presupuestos ex ante, tal y como avanzó Vozpópuli. Y Bruselas tenía que enseñar su colmillo. De manera que ha explicado que los Presupuestos de 2014 del Reino de España están sustentados por unas previsiones de recaudación del fraude fiscal un tanto excesivas, que los ingresos de las Comunidades están inflados y que, por lo tanto, es bastante posible que el objetivo de déficit no se cumpla.  

“Se corre el riesgo de que el ajuste previsto en los Presupuestos no cumpla con el plan de recomendación”, ha afirmado Olli Rehn. El vicepresidente económico ha enfatizado además que la previsión de crecimiento en la que se basan las cuentas peca de optimista, al pronosticar un 0,7 de incremento del PIB frente al 0,5 que espera la Comisión. Y aunque no ha exigido una rectificación oficial de las cuentas, sí que invita a España a no incumplir el objetivo de déficit y, por consiguiente, tomar las medidas necesarias en los Presupuestos de 2014.

¿Y a cuánto asciende la modificación? Pues más o menos a un tijeretazo de unos 1.000 millones de euros. Rehn ha recordado que el objetivo comprometido se sitúa en el 5,8 por ciento del PIB y que según los cálculos de los técnicos de la Comisión quedará más bien en el 5,9 por ciento.

Y respecto a las medidas estructurales, Olli Rehn también ha pedido más. El proceso no ha acabado: “El plan de reformas estructurales no llega a lo que es necesario”, declaró el vicepresidente. Entre las áreas en las que hay que avanzar se encuentran por supuesto las iniciativas para la creación de puestos de trabajo, sobre todo nuevos pasos a la hora de reducir la dualidad del mercado de trabajo entre indefinidos y temporales, así como una revisión de las políticas activas de empleo.

Bruselas quiere que no se relaje la ley de unidad de mercado y la liberalización de colegios profesionales. Y también pone el foco en la revisión de la calidad del gasto público y en la reforma fiscal, para lo que sólo se ha nombrado un grupo de expertos. Exige que se endurezca la aplicación de la Ley de Estabilidad presupuestaria a las Comunidades Autónomas y que se dé una nueva vuelta de tuerca a las retribuciones de las energías renovables.

No obstante, la Comisión se da por satisfecha con las medidas fiscales tomadas para 2013 y cree que finalmente se cumplirá con la meta de déficit para este año.

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