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Economía

Bruselas pide a España subir impuestos y eliminar las bonificaciones al I+D

Maria Jesús Montero.

En su Informe de invierno, divulgado este miércoles, la Comisión Europea ha animado al Gobierno español a subir los impuestos, un movimiento necesario para poder mantener el ritmo de gasto que ha prometido y no engordar aún más el déficit estructural previsto del -3% del PIB para los próximos tres años.

En concreto, Bruselas pone sobre la mesa una subida del IVA, de los impuestos medioambientales y de los impuestos sobre bienes inmuebles. Éstas se sumarían a medidas tributarias ya anunciadas y con las que cuenta la Comisión, como un tipo efectivo del Impuesto de Sociedades más alto, subidas del IRPF para las rentas altas y la introducción de dos nuevos impuestos: la 'tasa Google' y la 'tasa Tobin'. 

"Sigue habiendo margen para aumentar los ingresos procedentes de otros impuestos, como los impuestos sobre el consumo, los impuestos recurrentes sobre bienes inmuebles y los impuestos relacionados con el medio ambiente", que tienen "un impacto relativamente limitado en el crecimiento económico", según la Comisión.  

Menor recaudación por IVA

Bruselas señala que España recauda menos por IVA que la media de países de la Unión Europea porque hace un uso muy generalizado de los tipos reducidos (al 10%) y superreducidos (al 4%), lo que se traduce "en una gran brecha en los tipos del IVA". 

La Comisión acepta que algunos productos, como los alimenticios, al tener unos tipos más bajos ejercen un efecto progresivo (de distribución de la renta: que más pague el que más tiene), pero sostiene que hay otros casos como los restaurantes y hoteles en los que el tipo reducido tiene un efecto regresivo.

Impuestos medioambientales

Los tributos medioambientales están también por debajo de la media de la UE, a pesar de los aumentos de los últimos años. Hoy suponen un 1,8% del PIB, frente a la proporción del 2,4% del PIB que suponen de media en la UE, y son también más bajos si se comparan con el total de ingresos fiscales. 

"Los impuestos sobre la energía (incluidos los impuestos sobre los combustibles destinados al transporte) han generado escasos ingresos (...) En 2018, los impuestos sobre el transporte representaron el 12,7% de los ingresos totales procedentes de los impuestos medioambientales, frente a una media de la UE de aproximadamente el 19,7%. Por ejemplo, los impuestos especiales sobre el gasóleo y la gasolina son relativamente bajos en España".

Para evitar que una subida de los impuestos al gasóleo y la gasolina apriete a las clases medias, la Comisión pone también sobre la mesa la posibilidad de utilizar "ingresos fiscales adicionales para compensar a los hogares con bajos ingresos". 

Impuestos sobre bienes inmuebles

Bruselas cree que España recurre poco a los impuestos recurrentes sobre bienes inmuebles, como el Impuesto sobre Bienes de Inmuebles (IBI). No ocurre lo mismo con los impuestos que gravan las transacciones o compraventas, que sí superan la media de la UE. 

"Los impuestos recurrentes sobre la propiedad inmobiliaria están entre los menos perjudiciales para el crecimiento y son preferibles a los impuestos sobre las transacciones, ya que permiten una asignación más eficiente de los activos y una mayo movilidad laboral", explican. 

Acabar con las bonificaciones fiscales por I+D

La Comisión sugiere también la posibilidad de eliminar las bonificaciones fiscales por I+D para las empresas, una de las deducciones cuya eficacia está estudiando la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). 

"Está produciendo resultados relativamente escasos y el sesgo en favor del endeudamiento sigue siendo elevado. A pesar del elevado tipo implícito de las subvenciones fiscales por I+D, muy superior al 30%, la tasa de intensidad de I+D de las empresas fue solo del 0,7% del PIB en 2018, la tercera más baja de la UE", explica.

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