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Economía

Belén Romana se estrena en el Congreso defendiendo sueldos en la Sareb de 500.000 euros y más de 300 externalizaciones en un año

Belén Romana se ha estrenado este martes en el Congreso con una intervención muy estudiada. Tanto, que ha querido dar el titular cuando ya había finalizado su rendición de cuentas ante los diputados y se encontraba junto a tres de sus asesores ante los periodistas: la noticia es que se ha rebajado el sueldo por debajo de los 300.000 euros, cuando habría podido llegar a los 500.000 sin problemas legales. Para ello, ha hecho el sacrificio de renunciar a la retribución variable y a un 30% del sueldo fijo.

Romana esperó a que acabara la comparecencia parlamentaria para anunciar que se ha rebajado el sueldo a 300.00 euros

Tanto martirio no ha conseguido calmar al PP, donde la figura de Belén Romana despierta poca simpatía. Primero, porque en sus filas se considera que está pilotando una gestión muy opaca del ‘banco malo’ y, segundo, porque contraviene los criterios de austeridad que emanan del Gobierno. A la presidenta de la Sareb le parece normal cobrar, pese a sus generosas privaciones voluntarias, cuatro veces más que el presidente del Gobierno.

En breve, Romana trasladará su informe anual de gobierno corporativo a la CNMV. Este martes, ha presumido en el Congreso de aplicar en la Sareb mayores restricciones todavía que las que rigen para los bancos con ayudas públicas: la remuneración por concepto fijo es de 500.000 euros anuales y no puede haber un variable adicional mayor del 60%, es decir, que los consejeros ejecutivos en estas sociedades pueden llegar a tener una remuneración de 800.000 euros y los consejeros no ejecutivos están por debajo de los 100.000 euros. En el caso del ‘banco malo’ los consejeros ejecutivos no pueden recibir más de 500.000 euros, al haberse eliminado todo el variable. Y en el caso de los consejeros no ejecutivos, el sueldo roza también los 100.000 euros.

La presidenta de la Sareb presume de tener las mismas remuneraciones que la banca con ayudas públicas

Al hablar de sueldos tan elevados, podría pensarse en una brillante gestión -261 millones de pérdidas en 2013- o del manejo de un monstruo con mil cabezas. El diputado socialista Valeriano Gómez ha colocado el balón en el punto de penalti: la sociedad encargada de la gestión de los activos inmobiliarios tóxicos de la banca es verdad que no tiene mayoría pública, pero los 50.000 millones de deuda senior que ha emitido están íntegramente garantizados por el Estado y, gracias a ello, las emisiones pueden financiarse por el propio Banco Central Europeo. Algo que no puede escapar al control parlamentario.

La "vida finita" del 'banco malo' explica, según Romana, los sueldos y las más de 300 externalizaciones registradas el año pasado

El portavoz de Economía de UPyD, Álvaro Anchuelo, ha apretado todavía más las tuercas: buena parte de los sueldos de los altos directivos de la Sareb han rozado el medio millón de euros, el inmueble donde asienta sus oficinas está en una de las zonas más caras de Madrid y, por si fuera poco, el año pasado el ‘banco malo’ externalizó 400 operaciones con consultoras, auditoras y bufetes de abogados.

Como si estuviera ante alumnos de primer curso de facultad, Romana les ha contado a los diputados las singularidades de la sociedad que preside y que explican tantos excesos. Para empezar, ha dicho la presidenta de la Sareb, ha externalizado tanto servicio porque está gestionando un proyecto “complejo y ambicioso”. Además, ha añadido, dirige una sociedad muy especial, tanto que tiene “una vida finita”, vamos que no tiene “vocación eterna”, y, por añadidura, alberga como objetivo reducir su balance, al contrario que una empresa al uso. Para los no enterados, ha tenido el siguiente remate: “Nuestra estructura operativa tiene que tener en cuenta estas especificidades: el tiempo, nuestra vocación de reducción de tamaño y el cambio de composición. Por eso la Sareb tiene que asentarse en un modelo de externalización que le permite ser muy ágil y adaptarse con enorme rapidez a los cambios del mercado”.

En el PP se extiende el malestar por la opacidad con la que se administra la sociedad encargada de gestionar los activos inmobiliarios de los bancos

A Romana se la conoce en el Grupo Popular como “la protegida de Guindos”, más que nada por los esfuerzos que hizo el ministro de Economía para colocarla primero al frente de la CNMV, una batalla que perdió en la recta final, y después al frente de la Sareb. Un objetivo conseguido, pero que sigue despertando mucha polémica y malestar interno, también en un sector del Gobierno.

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