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Economía

Verdú, el superviviente de la era Rato, mantiene un blindaje de 4,4 millones

Verdú ha logrado sobrevivir a la crisis de Bankia.

La diferencia entre el despido y la dimisión le ha supuesto a Rodrigo Rato perder 2,8 millones. Esa era la cuantía del blindaje que pactó el ex presidente del grupo cuando se convirtió en número uno de BFA-Bankia y que ha perdido tras su renuncia del cargo. En el caso de su CEO, Francisco Verdú, la protección se eleva hasta los 4,4 millones, según consta en los informes de auditoría que tanto BFA como su filial han enviado a la CNMV.

Verdú, el único gran ejecutivo superviviente de la era Rato, cuenta con un blindaje que alcanza los 4,4 millones de euros: 3,4 millones a razón de dos anualidades, más otro millón en concepto de "otras percepciones en caso de cese". El ex CEO tenía asegurado este plus en su contrato con Banca March, su anterior entidad antes de fichar por Bankia.

"Esta es la verdadera razón por la que Verdú aún se mantiene en el organigrama de BFA-Bankia", aseguran fuentes del sector. José Ignacio Goirigolzarri ha decicido mantener a Verdú en el banco, pero sus funciones se han visto sensiblemente reducidas en la nueva estructura, con la entrada de José Sevilla y Antonio Ortega.

Las nuevas funciones de Verdú consisten en la gestión de las redes comerciales de particulares y los negocios mayoristas. Su objetivo es ofrecer a los clientes de la entidad una atención cercana y de calidad, según fuentes de la entidad. Los anteriores cometidos de Verdú los gestiona ahora José Sevilla, que bajo la dirección general de Presidencia se hace cargo de las responsabilidades financieras, de riesgos, participadas y Presidencia. Desde la entidad consideran un "elemento esencial para una mayor creación de valor para el accionista" reforzar la rentabilidad del balance de la entidad. Mientras, Antonio Ortega se responsabiliza de la direción general de Personas, Medios y Tecnología.

Emisión de 60.000 millones

Estos dos fichajes serán presentados a los accionistas en la Junta de Bankia que se celebrará el próximo 29 de junio en Valencia. En esta reunión, el nuevo equipo directivo de Bankia tiene previsto pedir a sus accionistas que faculten al consejo de administración para emitir hasta 60.000 millones de euros a través de distintos tipos de deuda a razón de hasta 40.000 millones en obligaciones y bonos, 15.000 millones en pagarés y 5.000 millones en convertibles y warrants, que se podrán materializar en los próximos cinco años desde su aprobación.

Además, se podría proceder a ampliar el capital social hasta un máximo del 50% del capital social suscrito, en "una o varias veces" y también en el plazo máximo de cinco años. Esta operación se llevaría a cabo mediante aportaciones dinerarias y con la facultad de acordar la exclusión del derecho de suscripción preferente.

Otro de los puntos planteará la reelección de Deloitte como auditora. La consultora se negó a firmar las cuentas publicadas por Bankia en 2011 al considerar que no eran un reflejo fiel de la situación de la entidad, situación que ha provocado la salida de Rato de la presidencia y la nacionalización de la entidad. 

Esta junta también ratificará la renovación del consejo de administración de Bankia para afrontar el saneamiento de la entidad, proyecto que encabezará José Ignacio Goirigolzarri y José Sevilla como consejeros ejecutivos. De los 14 consejeros que conformen el consejo, se propondrá que siete de ellos sean independientes.

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