Los grandes del Ibex le piden al Gobierno que retire el 'oxígeno' a los bancos insolventes

En la redacción del informe han introducido su pluma, sobre todo, los servicios de estudios y directores financieros del Santander, BBVA y Telefónica, que hoy harán la presentación por áreas. Se han barajado varios borradores bastante críticos con la política económica del Gobierno que, finalmente, han sido maquillados. Algunos de los empresarios que inspiraron su redacción han defendido en privado que al Ejecutivo no solo le falta relato y coherencia en la exposición de las reformas, sino también convicción para defenderlas. Pero nada de esto se encuentra en el documento.

No se ha querido molestar a Mariano Rajoy más de lo debido y, al final, se ha impuesto un informe light en el que se observa con cierto optimismo la salida de la crisis y se bendicen todos los ajustes encarados por el Ejecutivo para conseguirlo.

El capítulo del informe que contiene más críticas implícitas al Gobierno es el relacionado con la reforma del sistema financiero. Emilio Botín (Santander), Francisco González (BBVA) e Isidro Fainé (Caixabank) han intervenido en su redacción, a través de sus servicios de estudios, y le piden al ministro de Economía, Luis de Guindos, que “actúe con rapidez” sobre las entidades no solventes para despejar cuanto antes las incertidumbres. El documento cita el ejemplo de Bankia y recomienda al Ejecutivo que solo incentive las fusiones que “tengan sentido de acuerdo a criterios económicos y no políticos o de otro tipo”.

Los tres grandes quieren un proceso de subastas rápido y transparente con esquemas de protección ante pérdidas potenciales

Los representantes de las tres principales entidades financieras del país le piden también al Gobierno “iniciar de forma inmediata” un proceso de subasta de las entidades inviables que esté bien diseñado: selección objetiva de compradores, que sea el precio el único criterio cuantitativo de adjudicación y contar con esquemas de protección ante pérdidas potenciales.

El resto del informe traslada al Gobierno una conclusión cuando menos cuestionable: en el caso de que la situación económica empeore, el sistema financiero español cuenta con un colchón suficiente para hacer frente a futuras pérdidas. En román paladino, que no hay necesidad alguna de acudir al fondo de rescate europeo para auxiliar a la banca.