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Economía

BCE y FMI empujan a la banca europea a iniciar ya una ronda de fusiones

La secretaria general del FMI, Christine Lagarde (arriba izquierda) y el presidente del BCE, Mario Draghi (segundo por la derecha, abajo), en una reciente cumbre del G7.

El Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional parecen haber tomado conciencia de la gravedad de la situación de la banca europea. Esta misma semana altos responsables de ambas instituciones internacionales han urgido a las entidades bancarias de la zona euro a acometer cuanto antes un nuevo proceso de consolidación en el sector. Es decir, que empiecen cuanto antes una nueva ronda de fusiones e integraciones.

Este viernes, el director del Departamento de Asuntos Monetarios y Mercados del Fondo Monetario Internacional, José Viñals, urgió a profundizar en los procesos de concentración bancaria para hacer frente a la baja rentabilidad del sector. Viñals dibujó un panorama terrible en el sistema bancario europeo: El 30% de los activos bancarios de la zona euro pertenecen a bancos que aún tienen pendientes ajustes en su modelo de negocio. "Hay demasiados bancos y demasiado débiles", advirtió. 

"La opción obvia es avanzar en una mayor concentración en el sector. Sería sin duda una ayuda para mejorar la rentabilidad de la banca"

Como si se hubieran coordinado, el mensaje por parte de este alto responsable del FMI llega apenas dos días después de que otro alto cargo de una institución internacional (el ejecutivo del BCE, Peter Praet) instara al sector bancario europeo a avanzar en una mayor concentración que diera como resultado una banca "paneuropea". Según señaló durante una conversación pública celebrada en Madrid, el objetivo de cara a los próximos años es que exista una licencia bancaria única que permita a estas grandes corporaciones competir en todo el ámbito de la zona euro.

Más allá del objetivo de conseguir operadores de alcance continental, lo cierto es que la principal preocupación de las autoridades financieras internacionales estriba en la capacidad de los bancos de ser rentables y en sus modelos de negocio. Lo dejó también claro la jefa de supervisión del BCE, Daniele Nouy, un día antes, en el marco del encuentro de primavera del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), celebrado en Madrid.

"La rentabilidad de los bancos es ahora todo un desafío. Y es una de las preocupaciones del supervisor. Dicho esto, hay herramientas para poder mejorarla. Se puede avanzar por ejemplo en la digitalización. Y por encima de esto está la opción obvia de avanzar en una mayor concentración en el sector. Esta sería sin duda una ayuda para mejorar la rentabilidad de la banca", aseguró la jefa de supervisión de la entidad, que añadió que "los modelos de negocio tienen que ser rentables, con entidades bien capitalizadas y con liquidez. Si el modelo no permite esto, las entidades están obligadas a replantearse las estrategias en el consejo de administración".

Tipos bajos y revolución tecnológica

Lo cierto es que el sector bancario europeo vive tiempos complejos, asediado por distintos y complejos desafíos, coyunturales o permanentes. Tal y como explican los profesores Santiago Carbó y Francisco Rodríguez en un reciente estudio sobre los retos del sector publicado por Funcas, "la industria bancaria en todo el mundo –y la europea no es una excepción– se enfrenta a un cambio de modelo motivado por una transformación tecnológica, un exceso de capacidad mantenido durante demasiado tiempo, una pesada herencia de las pérdidas de la crisis y una presión significativa a la baja sobre la rentabilidad".

Las fuertes recapitalizaciones, el alto volumen de activos dañados y los bajos tipos de interés han convertido a la banca europea en una industria no rentable (ver gráfico inferior), con retornos de capital en la mayoría de los casos muy por debajo no ya de los rendimientos de otros sectores, sino por debajo de los mínimos costes de capital. Así, frente a una banca estadounidense con ROE's (rentabilidad sobre capital) próximos al 10%, en Europa oscilan entre un preocupante 7,5% de la banca española y un dramático 5,6% de la banca británica.

Las políticas de expansión monetaria sin precedentes auspiciadas por el BCE para reactivar la actividad económica en la zona euro han tenido un efecto perverso sobre el sistema bancario, toda vez que los tipos próximos a cero o incluso negativos han hundido los márgenes financieros de las entidades. Los bancos tienen más fácil conceder crédito que nunca, pero no les resulta apenas rentable, y ha llevado al sector incluso a conceder operaciones a pérdida para no perder cuota, lo que a su vez ha generado un perverso círculo vicioso, que encima se ve más castigado por la cada vez mayor presencia de competidores del sector fintech.

Desde Funcas ven las fusiones como una opción de mejorar precisamente en rentabilidad. Según sus cálculos, las entidades más grandes pueden generar ahorros de costes de hasta un 25% en función de las llamadas economías de escala. "El rango que probablemente afecta más posibilidades de integración financiera en España es el que comprende instituciones de entre 50.000 y 100.000 millones de euros, donde el ahorro al alcanzar ese tamaño puede estar entre el 4 y el 20%", explican los autores de este informe, quienes confían en una ronda de integraciones como herramienta para ahorrar costes. "El desafío pendiente sigue siendo, en todo caso, cómo explotar economías de gama aquellas que surgen de sinergias en la combinación de productos tradicionales con otros nuevos", concluyen.

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