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Economía

La mora inmobiliaria del Popular se dispara un 74% en un año, hasta el 43%

Francisco Gómez, consejero delegado del Popular.

Está confortable con el colchón. Tras aumentar su saldo de morosos en el mundo inmobiliario en 3.865 millones en doce meses, el Popular aún mantiene una hucha de 1.800 millones en forma de provisiones genéricas. Pero no está confortable con la estética. De hecho, su consejero delegado Francisco Gómez silenció el dato tras serle requerido hasta en cuatro ocasiones. La tasa de mora inmobiliaria del grupo se sitúa en el 43% al cierre del tercer trimestre, según cálculos de este medio, confirmados después por la entidad. La cifra supone un 74% más que un año antes, cuando la tasa de impagados del mundo promotor se incrustaba en el 24,71%.

Entre julio y septiembre, las nuevas entradas de morosos en el mundo promotor ascendieron a 991 millones, lo que incrementó en casi 500 puntos básicos la mora inmobiliaria. Buena parte de este crecimiento se encuadra dentro del ejercicio de reclasificación de créditos refinanciados impuesto por el Banco de España. El Popular ha tenido que traspasar un total de 874 millones en préstamos a dudosos y subestándar durante el tercer trimestre, de los 2.400 millones que ha tenido que reclasificar desde el inicio de este ejercicio. En septiembre, la cartera refinanciada del banco presidido por Ángel Ron asciende a 14.746 millones: 5.906 millones de crédito normal, 1.426 millones en subestándar y 7.414 millones en situación dudosa. Pero el ajuste no finalizará hasta diciembre. En el último trimestre, el Popular reclasificará otros 800 millones. 

Así, el ejercicio de refinanciaciones tendrá un coste para el banco presidido por Ron de 625 millones que, de nuevo, cubre con el stock de provisiones generados durante el pasado ejercicio. Esta hucha de genérica, además de las plusvalías por atípicos (218 millones), permiten al Popular cerrar el tercer trimestre con unos beneficios de 227 millones, ya que todo el saneamiento que está llevando a cabo no repercute en la cuenta de resultados.

Frente al aumento de la morosidad inmobiliaria, el Popular ha logrado contener significativamente el resto de entradas en morosos. Esta compensación le sirve para que la ratio de mora del grupo Popular no supere el 12% (11,8%) convirtiendo al Sabadell (12,6%) en el banco no rescatado con mayor tasa de dudosos a 30 de septiembre.

Pese a que sus beneficios superan el consenso de los analistas, mejora su posición de liquidez por el éxito de la campaña del depósito Gasol (9.662 millones en tres meses) y presenta un nivel de solvencia (8,6%) por encima de lo exigido en Basilea III fully loaded, el Popular sigue sin tomar una decisión acerca del reparto del dividendo. "Existen aún incertidumbres regulatorias, relacionadas con las futuras pruebas que realizará la EBA y el Banco Central Europeo, que nos invitan a ser cautos. La decisión acerca del reparto del dividendo no se tomará hasta las últimas semanas del año", explicó Francisco Gómez.

En caso de confirmarse el pago, el Popular si tiene intención de mantener un pay out del 50% frente a otras entidades, como BBVA, que lo reducirá al entorno del 35%-40%. A 30 de septiembre, el beneficio por acción del Popular asciende a 0,125 euros, un 71,3% menos que hace un año tras el efecto de la ampliación de capital y su posterior contrasplit.

Al igual que con el dividendo, Gómez volvió a referirse a las incertidumbres regulatorias para ser prudente sobre el objetivo de acabar el año con unos beneficios de 500 millones. "Entendemos que podemos alcanzar los resultados previstos", aseguró el CEO del Popular.

Una de estas dudas regulatorias se concentran sobre el posible castigo que puedan imprimir las pruebas europeas a la cartera de deuda pública española. En el último trimestre, el Popular ha aligerado esta cartera en 2.741 millones.

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