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Economía

BBVA se beneficiará de la ayuda que prepara Merkel a Turquía

Sede del BBVA, en la zona norte de Madrid

La canciller alemana Angela Merkel podría convertirse en un aliado de última hora de Francisco González. Alemania se está planteando rescatar a Turquía para estabilizar la economía otomana, lo que terminaría por beneficiar a BBVA, que ha sido el principal damnificado en España del terremoto financiero experimentado en el país euroasiático.

La desconfianza del mercado tras las políticas del reelegido Recep Tayyip Erdoğan y la subida de aranceles impuesta por la Administración Trump han depreciado la lira un 28% frente al euro en lo que va de mes, lo que, unido a una inflación del 16%, ha mermado la capacidad de los prestatarios para hacer frente a sus deudas en moneda extranjera.

Ante esta situación, Berlín teme que un colapso de la economía turca se extienda a Europa, genere más tensiones en Oriente Próximo y termine por desatar una nueva ola migratoria hacia el Norte, según publicaba ayer The Wall Street Journal. Por ello, el gobierno alemán estaría estudiando una serie de alternativas, entre las que se incluyen ayudas financieras, para estabilizar la economía turca, siempre según la cabecera neoyorquina, que cita fuentes europeas y alemanas.

Impacto

BBVA es el principal damnificado de la crisis que está experimentando el país, pues se trata de la empresa española con más negocio en Turquía por su participación del 49,85% en Garanti. Su presencia en este país le otorga al banco español más del 10% de sus ganancias, aunque las previsiones de Credit Suisse apuntan a que la contribución de Turquía al beneficio del grupo descienda durante los dos próximos años.

Tan solo en bolsa, el banco que preside Francisco González ha perdido más de 5.300 millones de euros desde principios de mes, una vez que la acción ha caído un 12,72% desde que comenzara agosto. En lo que va de año ha perdido un 22,81%. Además, la cartera de deuda turca de BBVA ha experimentado minusvalías no realizadas por importe de 106 millones de euros en los seis primeros meses de 2018 y se prevé que el banco acometa provisiones adicionales por importe de 300 millones de euros por el país otomano de cara a finales año. Por si fuera poco, S&P amenaza con rebajar el rating del grupo.

En este contexto, Credit Suisse ha recortado recientemente el precio objetivo de BBVA en casi un euro, hasta dejarlo en los 6,5 euros por título. La firma helvética atribuye la rebaja a que el coste de capital del banco se habría incrementado, según sus cálculos, hasta el 12.4% a consecuencia de la incertidumbre en Turquía. De este modo, la rentabilidad (RoE) del 11,7% registrada a cierre de junio, no cubriría el coste de capital.

Revertir la situación

Por tanto, la estabilización de la economía turca mediante la intervención del gobierno alemán contribuiría positivamente sobre BBVA. Aplacar la incertidumbre repercutiría favorablemente sobre el rendimiento del banco en bolsa y descendería el coste del capital. Por su parte, medidas destinadas a impulsar el crecimiento serían beneficiosas para la actividad bancaria.

Las negociaciones entre Turquía y Alemania, en cualquier caso, se encuentran en una fase inicial, pues el país otomano estaría examinando las diferentes alternativas que tiene a su alcance antes de definir su estrategia.

Recep Tayyip Erdogan

Según Bloomberg, el Gobierno que comanda Angela Merkel preferiría reforzar las relaciones comerciales entre ambos países con el objetivo de impulsar el crecimiento antes que ofrecer una ayuda financiera directa. De hecho, según la agencia norteamericana, Alemania prefiere que Turquía recurra al Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener ayuda financiera.

No obstante, las reticencias de Erdoğan a acceder a los fondos de la institución que preside Christine Lagarde y la posibilidad de veto por parte de Estados Unidos podrían provocar la intervención, en última instancia, de los gobiernos de la Unión Europea. Está previsto que el presidente de Turquía visite Alemania a finales del próximo mes de septiembre.

Pasión turca

Desde su entrada en Turquía en 2010, BBVA ha defendido su apuesta en el país otomano a pesar de una inestabilidad geopolítica prácticamente constante, que va desde las diferentes atentados acontecidos durante los últimos años, a enfrentamientos internos, golpes de Estado y tensiones con Siria y Estados Unidos.

Para cubrir los últimos riesgos asociados a la depreciación de la lira, además de frenar los créditos o dólares en euros, BBVA está cubriendo el capital de su filial turca -un 10% de movimiento de la lira solo impacta en 2 puntos básicos de su ratio de solvencia- y comprando bonos ligados a la inflación.

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