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Economía

BBVA: España tardará más de dos décadas en dejar la deuda pública por debajo del 60%

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El equipo de BBVA Research en la sede del banco

Todas las miradas siguen puestas en el déficit público, más ahora que el Congreso ha tumbado la nueva senda de consolidación propuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez. Y mientras la deuda pública, un parámetro que mes a mes marca un máximo histórico, permanece en un segundo plano. Pero una vez que España salga del procedimiento de déficit excesivo, las cosas cambiarán. Todas las miradas apuntarán a la deuda que, según algunos analistas, tardará más de dos décadas en situarse en el nivel que fija la ley (60%).

La Ley de Estabilidad obliga a reducir este parámetro al 60% en el año 2020, un objetivo que cuando se planteó parecía alcanzable, pero que hoy es a todas luces imposible. De hecho, el Gobierno ya reconoce que la deuda seguirá por encima del 94% dentro de dos años, más de 30 puntos por encima del objetivo que marca la normativa.

Por eso algunos servicios de estudios, como el de BBVA, BBVA Research, creen que costará mucho reducir esos 30 puntos. En su último observatorio fiscal publicado esta semana avisa de que España seguirá bajo el estricto control de la Comisión Europea cuando salga del déficit excesivo este año y hasta que no sea capaz de garantizar una senda de corrección estructural que permita reducir el elevado nivel de deuda. 

En 2019, según el banco, la deuda se situará en torno al 94% del PIB, muy lejos todavía del límite del 60% requerido por el Pacto Fiscal de Europa. Y en el escenario actual de paulatina desaceleración de la economía y de normalización de la política monetaria, España tardará cerca de dos décadas en reconducir la deuda pública por debajo de dicho límite, lo que incrementa la vulnerabilidad de la economía española, advierte la entidad.

La deuda volverá a marcar un nuevo máximo en 2018 tras anotarse el mayor aumento desde el año 2014

En mayo, este parámetro subió en 5.000 millones y ronda actualmente los 1,15 billones de euros. La deuda ha llegado a tocar cifras más altas, pero sigue en máximos históricos. Y en el conjunto del ejercicio subirá casi 40.000 millones tras el desvío de déficit de cinco décimas, lo que supone el mayor incremento de la deuda pública desde el año 2014. Los peores años fueron 2009 y 2012, cuando la deuda pública llegó incluso a subir en casi 130.000 y 150.000 millones, respectivamente. En 2018 iba a dejar de crecer en términos brutos, pero finalmente no va a ser así.

Eso sí, en términos relativos la deuda sí seguirá bajando gracias al incremento del PIB y de la inflación: caerá al 97% este año, según figura en los Presupuestos de 2018. Y los años siguientes dependerá del nivel de déficit, la ampliación de los objetivos que planteó el Gobierno y que rechazó el viernes el Congreso contemplaba una deuda del 96,1% en 2019, del 94,1% en 2020 y del 91,5% en 2021.

Según BBVA Research, uno de los motivos por los que no se está corrigiendo la deuda es porque el saldo estructural primario de las cuentas se está deteriorando y se está revirtiendo gran parte de la mejora observada en los últimos años. ¿La razón? Las medidas expansivas de los Presupuestos de 2018,que impulsarán la actividad, pero saldrán caras en términos de déficit.

En este escenario, la entidad presidida por Francisco González considera que la propuesta de flexibilización de los objetivos de estabilidad que planteó el PSOE hace unas semanas y que tumbó el Congreso el viernes pasado, hace más realista la senda de reducción del déficit. Eso sí, supondrá el incumplimiento del ritmo de ajuste estructural requerido por la Comisión Europea, lo que hará que las autoridades comunitarias continúen vigilantes y sitúen el foco en la deuda pública.

Podría enquistarse

BBVA no es el único que considera que llevará tiempo dejar la deuda en el 60%. En abril, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y el Banco de España ya avisaron de que conseguir este objetivo llevaría, al menos, 15 años. La AIReF, de hecho, cree que podría enquistarse en el 85% si no se toman medidas para contenerla.

De hecho, el Gobierno, en lugar de contener la deuda, ha decidido utilizarla para financiar las pensiones y no agotar así el Fondo de Reserva. El año pasado emitió más de 10.000 millones para prestárselos a la Seguridad Social y este año emitirá unos 15.000 millones para el mismo fin. La escalada de la deuda, de momento, no tiene freno.

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