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Economía

Antón Costas: "El problema territorial en Cataluña es síntoma de una enfermedad general en España"

El 'expresident' de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el expresidente del Círculo de Economía, Antón Costas, en 2016.

La comisión para la evaluación y modernización del Estado autonómico, órgano impulsado por el PSOE como primer paso para reformar la Carta Magna, arrancó el pasado 10 de enero con las comparecencias en el Congreso de los Diputados de los conocidos como padres de la Constitución, que han dado paso cedido este miércoles con dos de las personalidades que podrían considerarse referentes en el estudio de las Ciencias Económicas en España.

La crisis de 2008 dejó al descubierto los defectos financieros y políticos del modelo de Estatuto de autonomías que llegó sin manual de instrucciones"

El catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona, Antón Costas, ha sido uno de los invitados, junto a Juan Velarde, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas . A modo de diagnóstico, el que fuera presidente del Círculo de Empresarios considera que el estado autonómico ha sido "uno de los éxitos más claros" de las democracias al propiciar un "contrato social y territorial" sin el que le cuesta entender cómo hubiese sido la transición política a la democracia a finales del los años 70. Además, considera que ese tránsito se llevó a cabo "con menores conflictos", en comparación con otros países.

Sin embargo, ha asegurado que ese contrato social -basado en tres pilares: seguro de desempleo, de sistema sanitario publico y seguro público de pensiones- funciona como un "pegamento invisible" entre los ciudadanos y evita conflictos extremos y que habría empezado a romperse a raíz de la crisis económica de 2008 con sus consiguientes recortes. "Hasta esa fecha, las carencias del modelo territorial se iban resolviendo aumentando la cantidad de recursos disponibles, pero la crisis dejó al descubierto los defectos financieros y políticos de un sistema que llegó sin manual de instrucciones", ha señalado.

Inequidad entre CCAA

Según Costas, gran parte de los problemas políticos territoriales que aquejan a España en la actualidad vienen de una enfermedad más amplia que lo estrictamente territorial. "Una parte sustancial de los problemas existentes en Cataluña son síntoma de una enfermedad más general que tenemos en España", ha asegurado para reconocer que no ve "factible" solucionar el conflicto en Cataluña "sin abordar los problemas territoriales generales" como inequidad horizontal y vertical entre las distintas comunidades autónomas. "No encuentro argumentos justificables para explicar en términos económicos las grandes diferencias que hay de gastos públicos per cápita en servicios", ha asegurado.

Creo que el mal funcionamiento de la dimensión política del modelo territorial explica una parte de los problemas catalanes"

"Creo que el mal funcionamiento de la dimensión política del modelo territorial explica una parte de los problemas catalanes", ha dicho. De acuerdo al catedrático la función de los Estatutos de autonomía se habría degradado: "Eran verdaderas constituciones territoriales, pero ha habido un deterioro a través de la administración central y también del Tribunal Constitucional". De volver a su función, considera, se reduciría el número de conflictos entre CCAA y el Estado.

Fuga de empresas en Cataluña

Costas, que ha abogado por la creación de una institución a nivel estatal que sirva para medir objetivamente las necesidades de las distintas CCAA, se ha referido también a las consecuencias a largo plazo que podría tener la 'fuga de empresas en Cataluña. Si bien aseguró que el 1-O no tendría un impacto sustancial en el PIB catalán ni español en términos cortoplacistas, actualmente el economista alerta de las "importantes consecuencias" que podrían darse en la economía catalana si permanece la situación de incertidumbre. "El riesgo se predice y no tiene por qué frenar a la economía, pero un escenario de incertidumbre implica que no puedes predecir las consecuencias", ha explicado.

Finalmente, Costas ha incidido en que el porcentaje de voto a los partidos independentistas o soberanistas lleva siendo el mismo desde 1980. "Se ha movido entre el 46 y el 48% y no va a cambiar. Pero sí podemos centrar nuestro esfuerzo en convencer a ese millón de votantes catalanes que se ha desplazado de que España es reformable, por lo que no deberían dar su voto al independentismo", ha sugerido.

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