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Economía

La salida de Grecia del euro costaría un mínimo de 320.000 millones de euros y un 4% de su PIB a Alemania

Alemania pagaría una factura mayor que la del rescate con la quiebra del euro

El eurogrupo parece haber abierto la puerta a un escenario de salida de Grecia. Los ministros de finanzas de la Unión Europea comienzan a contemplar esa posibilidad como algo "manejable", según reconocó públicamente Jean Claude-Juncker. Sin embargo, los cálculos de los principales grupos de análisis --que han acuñado el término "Grexit" para el escenario de salida griega-- sugieren que la factura sería difícil de pagar. 

Sólo el Banco Central Europeo tiene unos 40.000 millones de euros en bonos griegos cuya devaluación o conversión al dracma sería un duro golpe a las finanzas del prestamista de último recurso. Pero, además, el BCE ha prestado 100.000 millones a los bancos griegos que verían como sus pasivos se mantienen en euros mientras sus activos se devalúan en dracmas. El resultado sería una segunda derrama para el banco central difícilmente digerible. Junto a la entidad, otros 130.000 millones serían anotados como pérdidas por los organismos internacionales y los socios europeos que han financiado el rescate griego puesto que ese dinero ya prestado no podría ser devuelto.

El escenario de una Grecia con pasivos en euros y activos en dracmas supondría, además, costes en términos de caída de sus importaciones (dejaría de comprar a sus socios) y necesidades de otras inyecciones que la Unión Europea debería afrontar puesto que, previsiblemente, habría que negociar con Atenas un paquete de auxilio económico fuera de la divisa común.

La estimación más baja de esa factura total ronda los 320.000 millones de euros, según los cálculos de The Economist. Citi ha cifrado en casi 500.000 millones las pérdidas del escenario optimista.  De esa cifra, casi un tercio corresponde a aportaciones alemanas, es decir, que Angela Merkel correría con una factura equivalente al 4% del PIB alemán. 

El peor escenario: Grecia no se va, se la expulsa

Hay una pesadilla todavía peor en las cuentas de los analistas. La posibilidad de que la salida sea "desordenada", es decir, que se produzca la expulsión de Grecia. Las pérdidas ahí podrían ser mucho mayores porque la expulsión tendría un impacto inmediato en las cuentas de países ya en apuros: los ataques especulativos contra España y Portugal se multiplicarían si se abre la puerta a que esos países abandonen la divisa.

Los costes de esa salida si España, Irlanda, Portugal y Chipre quedan afectados se triplicarían y, según los cálculos del Banco de Basilea, podrian rondar los 832.000 millones en activos irrecuperables o créditos dañados que deberían ser contabilizados como pérdidas (de los cuales 378.000 están en manos alemanas).

El resultado final de esa salida desordenada es una factura que suma 1,15 billones de euros de manera directa y unas pérdidas indirectas imposibles de calcular. 

Algunos grandes grupos recortan su exposición a España

Ante la dialéctica iniciada por algunos responsables europeos, ciertos grupos empresariales han comenzado a reducir su exposición en los países en riesgo de expulsión. Grupos como IAG (la matriz de Iberia, International Airlines Group), ING o Securitas AB han comenzado a publicar que recortan su exposición a España y a evaluar los costes de una ruptura del euro. 

ING ha hablado de dar "pasos agresivos" para recortar su riesgo. En cifras eso significa que sus activos en España se han reducido a 34.900 millones de euros (frente a los 41.100 del trimestre anterior) a fecha 31 de julio, es decir, un 15% menos en apenas tres meses. Securitas e IAG, la matriz de Iberia, también han anunciado recortes en la filial española que, hasta ahora, representaba algo más del 25% de sus ingresos.

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