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Economía

El negocio del agua podría superar el billón de dólares ya en 2025, según RobecoSAM

La mayor depuradora en México

Depurar agua de mala calidad para fabricar Coca-Cola en India, tratar las residuales en la ultra-contaminada China, o gestionar las ingentes cantidades de líquido elemento necesario en las perforaciones petroleras… El negocio del agua supone globalmente un mercado de 600.000 millones de dólares (540.000 millones de euros), según un informe de RobecoSAM adelantado en España por Vozpópuli. “Es un mercado que crece entre un 1% y un 2% más rápido que el PIB global”, explica desde Suiza Junwei Cai-Hafner, coautora del informe y analista de esta gestora de inversiones sostenibles de la holandesa Robeco. “Y en el caso de China e India, esta cifra de aumento sobre el PIB será de un 10% y 8%, respectivamente”.

El aumento de la demanda y la creciente presión sobre los limitados recursos hídricos a nivel mundial son los dos motores de crecimiento del sector. El estudio revela que se espera que el mercado global de agua alcance el billón de dólares en 2025 (900.000 millones de euros).

España, por debajo de la media europea

En España, el gasto ronda los 7.000 millones de euros. Los servicios de agua, como el aprovisionamiento de los hogares, suponen el 55% de ese total; el tratamiento de las residuales el 38% y el agua para la industria un 6%.

España está entre los países de Europa con más pérdidas de agua en la red de distribución

El país tiene problemas en ese frente: está entre los que la gestora clasifica como de alta explotación del líquido elemento. Esto significa que hay una presión excesiva sobre los recursos hídricos por la falta de fuentes de agua renovables (60% por debajo de la media europea). Hay, en cambio, unos niveles muy altos de captación y uso de agua (un 62% por encima de la media europea). ¿Qué está pasando? Para empezar, España está entre los países de Europa con más pérdidas de agua en la red de distribución: ha aumentado desde el 23.9%, en 2007, al 25.9%. Además, la demanda ha aumentado rápidamente por la urbanización y por las situaciones de sequía.

La agricultura se lleva el 80% del uso de agua en España. Esto supone un problema medioambiental de contaminación por el excesivo uso de nutrientes y pesticidas. Entre las posibles soluciones está la protección activa de las cuencas, el rellenado de los acuíferos que se secan y, sobre todo, el reciclaje del agua.

Desde RobecoSAM piden que el Gobierno y las empresas españolas aumenten la conservación del agua y un uso eficiente. Hay que mejorar además las estructuras de reservorios y presas para capturar la escorrentía (la corriente de agua que se vierte al rebasar los depósitos).

El sediento dragón chino

Es un tópico, pero también es una imagen cercana a la realidad. China es un dragón industrial, pero es un dragón seco en el mejor de los casos; envenenado en el peor. El 67% de la energía se produce en lugares con carestía de agua; hay al menos 400 grandes ciudades con “falta de agua” y 120 sufren de “severa falta de agua”, entre ellas Pekín, donde el agua del grifo no es potable en estándares internacionales.

Entre la mitad y el 70% de los ríos del país, según las fuentes, están contaminados: plomo, cadmio o pesticidas; algas que se nutren de deshechos y que tiñen los caudales de un intenso color rojo, verde, amarillo; ríos repletos de restos animales, peces muertos… En estas circunstancias, el pronóstico de la inversión en el negocio del agua se dispara: sumen el gasto en agua embotellada al de la depuración de los ríos, el tratamiento de residuos y el consumo en energía y agricultura, y tendrán la foto de un negocio que se va a disparar, pronostica la gestora, un 10% por encima del crecimiento del PIB del país, que en estos momentos crece alrededor del 7%.

El nivel de inversión pública del Gobierno chino queda plasmado en el poco conocido Proyecto de Transferencia de Agua Sur-Norte. Se trata de un gigantesco trazado de canales que pretende transportar más de 45.000 millones de litros de agua potable al año desde el río Yangtzé, en el sur, hasta el sediento norte. Más de 1.150 kilómetros en total, a un coste de más de 70.000 millones de euros.

El negocio también está creciendo en los mercados desarrollados. “En Estados Unidos se está gastando más de 24.000 millones de dólares al año en la renovación de cañerías y alcantarillado”, explica Cai-Hafner. “Son unas infraestructuras que, en muchos casos, tienen un siglo de antigüedad. En California, mientras, se invierte sobre todo en desalinización y reducción del consumo de agua”. La medida de la calidad de las aguas es otro de los sectores en boga en los países desarrollados, junto con la creación de plantas de tratamiento de agua en las propias industrias, incitada por la nueva y más dura regulación ordenada por el presidente Barack Obama a la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA, en sus siglas en inglés).

En porcentajes concretos, las tecnologías de ósmosis inversa y de nano filtrado de agua son las que pueden crecer más: un 15% en el período que va de 2014 a 2018. En ese mismo período, el micro y ultra-filtrado de agua subirá del orden del 14%, la desalinización un 12%, la gestión de desechos sólidos industriales un 10%, y el depurado por digestión anaeróbica un 10%.

El mundo vive una explosión demográfica. Es, además, gente que exige cada vez mayor calidad de agua. Las infraestructuras están envejeciendo rápidamente. Y el cambio climático reduce la cantidad de agua disponible. Estas cuatro tendencias globales, opinan los analistas de la gestora holandesa, van a provocar un alza en el negocio que rodea al agua.

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