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Economía

Montoro lleva la recaudación tributaria a los 180.000 millones, una cifra sólo superada en 2007

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, junto al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro

Sólo se ha recuperado la mitad del PIB perdido durante la Gran Recesión. La población apenas ha crecido. El mercado laboral todavía cuenta con 2,5 millones de trabajadores menos. Los salarios se han estancado o han caído. Y el entorno de inflación ha sido más bien bajo. Nada ha ayudado a engordar la recaudación impositiva en los últimos años. Sin embargo, Montoro podrá presumir al cierre de 2015 de llevar los ingresos de la Agencia Tributaria hasta el entorno de los 180.000 millones de euros, un umbral que sólo se ha traspasado una vez en la historia de España.

Y esa marca precisamente se batió en el ejercicio 2007, el año pico de la burbuja en el que se recaudaron 200.000 millones de euros. Por aquel entonces, el mercado inmobiliario, los elevados beneficios empresariales y la altísima tasa de crecimiento del crédito dispararon los ingresos del Estado como nunca. Ni siquiera en 2006 se alcanzó esa cota de los 180.000 millones, si bien se quedó muy cerca al tocar los 179.380 millones de euros, apenas unos 600 millones por debajo.

A finales de 2015, Hacienda habrá recobrado 36.000 millones de recaudación desde el suelo de 144.000 anotado en 2009. “Laffer ha vuelto”, proclama un exultante Montoro

Para este 2015 tan sólo hay que hacer los números: el año pasado la recaudación ascendió a los 174.987 millones de euros tras exprimir Renta e IVA hasta unas cifras récord jamás logradas. Fruto de las alzas de tipos y la recuperación económica, el IRPF sumó en 2014 los 72.662 millones, superando la caja de 2007 en 48 millones. Y otro tanto ocurrió con el Impuesto sobre el Valor Añadido, el cual se apuntó ingresos por valor de 56.174 millones de euros, unos 323 millones más que en 2007. A fecha de octubre de 2015, la caja de la Agencia Tributaria avanza a ritmos del 4,5 por ciento, un punto más de lo que crece la economía pese al lastre de una inflación en territorio negativo. Es decir, la recaudación crecerá en total unos 7.000 millones y, por lo tanto, se situará en los 180.000 millones de euros. A finales de 2015, la Hacienda española habrá recobrado 36.000 millones de euros de recaudación desde el suelo de 144.000 millones anotado en 2009. “Laffer ha vuelto”, proclamaba un exultante Montoro en unas jornadas celebradas hace dos semanas en CEOE.

¿Y cómo se va a obtener semejante máximo histórico con menos contribuyentes, la inflación en negativo y tras haber sufrido una devaluación salarial? Pues a fuerza de subir los impuestos y gracias a la forma en que se ha desatado el consumo una vez ha desaparecido el miedo a perder el empleo. De hecho, en octubre las ventas domésticas se incrementaron un 5,8 por ciento en tasa anual.

Por otra parte, tanto Zapatero como Rajoy elevaron sobremanera la presión fiscal. Entre 2010 y 2011, el PSOE subió impuestos por valor de 13.993 millones según los cálculos de la Agencia Tributaria. A pesar de que haya rebajado impuestos en 5.551 millones de euros en lo que va de año, el Ejecutivo del PP había subido previamente los tributos en 23.259 millones de euros. De ahí que el incremento neto de impuestos del Gobierno de Rajoy haya ascendido a los 17.708 millones, de acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria a fecha de octubre de 2015.

El Gobierno de Rajoy ha bajado los impuestos por valor de 5.551 millones en lo que lleva de año. Sin embargo, previamente los había subido en 23.259 millones de euros

En definitiva, menos gente paga más impuestos. Y eso ha empujado el tipo efectivo brutalmente al alza. En el caso del IRPF, el tipo que realmente se abona sobre el salario ha aumentado de media hasta el 16,6 por ciento en 2014, frente al 14 o el 15 que solía registrarse. Y el tipo efectivo del IVA ha pasado del 11 por ciento de media al 15 por ciento. En cambio, la rúbrica que no se recupera es la de Sociedades. Aunque ésta crece en 2015 un 16 por ciento y sobrepasará los 20.000 millones de euros de caja, tal cantidad dista mucho de los 44.823 millones que se llegaron a embolsar en 2007.  

No obstante, ¿significa esto que se podrán bajar impuestos tal y como prometen algunos partidos de cara a las elecciones? Por más que las arcas públicas evolucionen mejor de lo previsto, no parece que sea factible rebajar la carga tributaria en 2016, máxime cuando todavía hay que ajustar el Presupuesto en unos 8.000 millones para ceñirse a las exigencias de Bruselas.

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