Publicado: 16/08/2016 04:00
Más de 75 euros cada hora. Eso es lo que va a costar a partir de ahora la elaboración de algunos de los informes que realiza la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), según lo aprobado por el presidente del organismo, José Luis Escrivá, tras obtener el visto bueno de Hacienda y la conformidad del Comité Directivo. En concreto, el personal técnico del organismo fiscalizador cobrará 75,71 euros por cada hora que dedique a realizar los estudios concretos que le demande cualquier administración.
Según explica el propio organismo fiscalizador, tras casi dos años transcurridos desde la puesta en marcha de la AIReF, es necesario aprobar un precio público que permita confeccionar el presupuesto para la elaboración de los estudios que le encargan. A partir de la fijación de esa tarifa de 75,71 euros, el presupuesto de cada estudio se obtendrá multiplicando esa cantidad por el número de horas que se prevea emplear en la realización de los mismos. La Autoridad Fiscal no cobrará por los informes que está obligada a hacer por ley a lo largo del año, pero sí por los estudios que le reclamen sobre asuntos más específicos.
La Ley que regula la creación de la AIReF establece que el organismo realizará los estudios que el Gobierno, el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), la Comisión Nacional de la Administración Local (CNAL) o la Comisión Financiera de la Seguridad Social le soliciten. Y dispondrá de recursos económicos y humanos suficientes para el cumplimiento de sus objetivos. Su vía fundamental de financiación serán las tasas de supervisión que se determinen mediante Ley y los precios públicos por estudios, que deberán satisfacer las Administraciones Públicas sobre las que ejerce sus funciones.
Tras dos años funcionando, la AIReF cree que ha llegado el momento de fijar un precio público a sus informes
Y el Estatuto Orgánico que se diseñó posteriormente dice que el procedimiento para solicitar la realización de los mencionados estudios fijará un presupuesto y un calendario de desarrollo, que se remitirá al sujeto interesado para su confirmación. Además, se obliga a implantar un sistema de contabilidad analítica que proporcione información de costes para que la actividad sea correcta y eficiente y para determinar las tasas y precios públicos. Ahora, tras más de dos años de trabajo, la Autoridad ha decidido fijar un precio público estándar para elaborar sus informes.
La Autoridad Fiscal se creó hace casi dos por exigencia de la Comisión Europea tras el rescate a la banca española. Su objetivo principal es supervisar al todopoderoso supervisor: Hacienda. De ahí que los desencuentros entre el organismo y el jefe del Departamento, Cristóbal Montoro, hayan sido una constante durante estos dos años. Tanto es así que la AIReF presentó un recurso contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional el pasado mes de mayo contra una Orden Ministerial publicada el 1 de julio de 2015 por Hacienda.
¿Por qué esta demanda? Según el mandato de la AIReF, el organismo no solo fiscaliza al Estado Central, también que tiene que realizar los estudios que soliciten las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales, sin afectar a competencias propias de otras Administraciones. Y para hacerlo, puede solicitar directamente la información a estas administraciones. Pero Hacienda decidió limitar el acceso a esta información estableciendo un filtro a través de dicha orden: la necesidad de acudir previamente a la Central de Información, controlada por el propio Montoro.
La AIReF ha tenido que retrasar más de una vez la publicación de informes por culpa de Hacienda
Y éste no ha sido el único desencuentro que han tenido los dos organismos. La Autoridad Fiscal ha tenido que retrasar más de una vez la publicación de sus informes porque Hacienda no le enviaba toda la información. Uno de los casos más recientes tuvo lugar esta primavera, cuando la AIReF tuvo que aplazar la publicación del informe que realiza cada año sobre la actualización del Plan de Estabilidad y el cuadro macroeconómico. La Autoridad Fiscal recibió todos los datos del Ministerio de Economía, pero Montoro le ocultó la política fiscal de los próximos años.
En cualquier caso, desde la Autoridad Fiscal siempre han dicho que es normal que estos desencuentros se produzcan en los primeros años de vida de un organismo como la AIReF. Al supervisor siempre le cuesta ser supervisado. De hecho, las personas que allí trabajan y que ahora se dedican a buscar las cosquillas al ministro, están convencidas de que las relaciones se irán normalizando y la información acabará fluyendo de forma más natural entre los dos organismos.
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