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Economía

AGC ofrece 2.929 millones por la Ciudad Financiera y carga contra "las maniobras" de Santander y los Reuben

Edificio de la Ciudad Financiera, en Boadilla del Monte (Madrid).

El fondo AGC, controlado por inversores kuwaitíes, con sede en Londres, no da la batalla perdida por la Ciudad Financiera, considerado como el activo más rentable de Europa al asegurar su inquilino, Santander, un pago anual de más de 100 millones de euros por su alquiler.

En un reciente escrito enviado al Juzgado Mercantil, el fondo advierte que mantiene su oferta de 2.929 millones de euros por la sede de Santander en Boadilla del Monte (Madrid), y carga contra la entidad financiera y los hermanos Reuben.

Santander da por hecho que ha recuperado este año la propiedad de su sede al acordar, el pasado mes de julio, la adquisición de la sociedad Sorlinda, vehículo empleado por los hermanos Reuben -inversores británicos de origen indio- para hacerse con la Ciudad Financiera en una subasta organizada unos meses antes.

AGC afirma que los acreedores van a recibir una cantidad inferior a la oferta de 3.023 millones que ganó la subasta por la Ciudad Financiera

El antiguo propietario de la sede de Santander, Marme Inveriones, se declaró en concurso de acreedores en 2014, después de comprar el complejo situado en Boadilla del Monte al banco español siete años antes.

En el proceso de liquidación de la sociedad, el Juzgado Mercantil número 9 de Madrid, a cargo del mismo, organizó una subasta a mediados del pasado año en la que se impuso la oferta presentada por los Reuben, de 3.023 millones de euros; posteriormente Santander ha comprado Sorlinda, por un precio no desvelado, recuperando así, en principio, la propiedad de su sede.

En ese proceso de subasta participó también el fondo AGC, que ahora ha presentado recurso de apelación contra el auto de adjudicación de la Ciudad Financiera dictado el pasado 16 de julio.

"AGC (...) acude a la Audiencia Provincial con el objeto de que sea revisada y revocada [la adjudicación de la sede de Santander], por entenderla, con el debido respeto, contraria a Derecho y muy perjudicial para los intereses de la recurrente y del concurso mismo", dice la representación legal del fondo en su recurso de apelación. 

El fondo califica la negociación entre Santander y los Reuben de "opaca"

El fondo asegura que al pactar Santander la compra de Sorlinda, lo que ha hecho el banco presidido por Ana Botín ha sido "reducir el precio de 3.023,39 millones de euros aprobado definitivamente por el Juzgado para la adquisición de los activos mediante una negociación ad hoc y opaca (...)". Y sostiene que la cantidad pagada por Santander sólo irá destinada a "algunos de los acreedores", y que el banco se reserva para sí "el derecho a hacer suyo cualquier excedente que pudiera resultar si por cualquier razón el pago no fuera correcto o fuera excesivo (...)".

AGC afirma que los acreedores de Marme van a recibir una cantidad inferior a la oferta que se impuso en la subasta de la Ciudad Financiera,"estimada en, al menos, varios cientos de millones de euros menor que el precio originalmente ofrecido y aprobado". El fondo añade que su oferta por la sede de Santander, de 2.928,98 millones euros, "sigue dispuesta a honrar y cumplir en un todo conforme con lo establecido".

Maniobras del Santander

En su recurso de apelación, el fondo AGC recuerda que Santander llevó a cabo una "crítica feroz" sobre la oferta de los hermanos Reuben por la Ciudad Financiera. Y que "paradójicamente" ahora el banco la asume como propia, en referencia al acuerdo al que el pasado mes de julio llegaron Santander y los Reuben para la compra de Sorlinda.

AGC dice que no puede permanecer "pasiva" contemplando "las maniobras" de Santander y los hermanos Reuben

"Santander ha maniobrado para pagar al concurso lo mínimo imprescindible para adquirir su sede, procurando reducir de forma considerable el precio hasta llevarlo significativamente por debajo" de lo que ofreció AGC, afirma el fondo. 

AGC "no puede permanecer pasiva contemplando las maniobras de los otros dos oferentes", dice la defensa del fondo en el recurso de apelación, y que suponen "un desprecio inadmisible a los intereses del concurso, que la Administración Concursal y el juez del concurso no pueden amparar". 

Además señala que Santander ha negociado el pago de distintas cantidades, a través de quitas, cesiones, compensaciones… "con los acreedores que ha entendido oportuno considerar", excluyendo a otros lo que "sin duda, revienta el mismo corazón de la liquidación".

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