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Las operaciones de pecho se reinventan: ahora se busca el escote perfecto

No todo se reduce al aumento de talla con implantes mamarios porque, para tener el pecho con el que siempre han soñado, cada vez hay más mujeres que optan por la reducción o la elevación de senos

¿Cómo conseguir el escote perfecto? Intimissimi

Las operaciones de pecho, en concreto los aumentos, son la operación de cirugía estética más practicada en nuestro país. . Esta decisión es un elección que traspasa fronteras y que las españolas comparten con el resto del mundo ya que, según recoge la ISAPS (Sociedad internacional de Cirujanos Plásticos), durante el 2019 se llegaron a realizar 1.800.000 cirugías de aumento mamario, lo que supone un porcentaje de casi un 16% de todas las intervenciones prácticas que se realizaron en el planeta.

Más allá del aumento de talla, existen otras operaciones estéticas relacionadas con los pechos. Hay también una gran demanda de otros tratamientos como la reducción de mama, su elevación o el cambio de prótesis. Por ello, antes de someterse a una intervención es fundamentar saber qué resultados vamos a obtener con cada tipo de operación para poder decidir, siempre con el consejo de un profesional, cuál es la opción acertada para obtener el resultado que buscamos.

Hoy en Vozpópuli vamos a profundizar sobre las operaciones de cirugía estética más comunes de la mano de expertos cirujanos que nos despejarán las dudas, nos explicarán en qué consisten y qué podemos esperar de cada una de ellas.

En las operaciones de pecho ya no solo se busca un aumento

Existen dos perfiles de mujeres que buscan solucionar sus problemas con el aumento de pecho. La primera es aquella que, por criterios personales, decide aumentar su talla natural. El segundo perfil es el de una mujer que lo que busca es recuperar el tamaño y la forma que ha perdido tras una bajada de peso o un embarazo y la lactancia.

Desde Clínicas Dorsia, expertos en este tipo de operaciones estéticas, nos informan que los pacientes piden que el resultado sea un pecho firma y natural. Para conseguirlo hay que realizar una valoración personalizada y minuciosa de cada caso para que el equipo de cirujanos elijan cuáles son las mejores prótesis para la paciente. En esta fase se examina la forma previa de los senos y los resultados finales que se desean alcanzar.

Médico tomando medidas durante el preoperatorioFreepik/nensuria

Además de la elección de la prótesis, los profesionales también tienen que seleccionar la técnica más indicada. En Clínicas Dorsia nos recomiendan su proceso B-lite porque usa implantes más ligeros, perfectos para mujeres activas o deportistas, y el resultado es más cómodo y tiene menor impacto en su vida diaria.

Además cuentan con la Técnica AMI, una novedosa forma de realizar esta operación de aumento de pecho mediante una mínima incisión lo que hace posible una recuperación muy rápida y que no exista casi cicatriz. Esta fórmula es compatible con cualquier tipo de prótesis, disminuye el riesgo de infecciones y de contractura capsular y el resultado son unos pechos firmes de aspecto natural y acordes al cuerpo de la paciente.

Durante el procedimiento se comienza realizando la incisión. En esta tipo de técnica se realiza una incisión en la parte inferior del pecho de unos 5-10 centímetros para crear el “bolsillo” donde irá colocada la prótesis. Con la ayuda del hydrocone se introduce la prótesis sin necesidad de que el cirujano la toque, evitando así contaminaciones en el proceso y consiguiendo que la cicatriz sea menos visible. Tras esto, el cirujano cierra y coloca un vendaje compresivo.  

Tras la operación la mujer debe usar un sujetador deportivoDorsia

Uno de los grandes avances de la Técnica AMI es conseguir un postoperatorio más rápido y seguro. Durante las primeras 48 horas, la paciente puede sentir molestias y sensación de tirantez que entran dentro del espectro habitual de la recuperación. Pasados estos dos primeros días, se retira el vendaje compresivo y se cambia por un sujetador deportivo sin aros. A los 3 ó 4 días la mujer ya puede reanudar su vida normal, sólo tendrá que tener cuidado con no hacer esfuerzos con los brazos y a la semana se retiran los puntos.

A medio y largo plazo, la paciente puede volver a hacer ejercicio de forma progresiva pasado el primer mes. Durante el primer año se van realizando revisiones periódicas para confirmar el éxito de la operación y, más allá del año, basta con realizar visitas anuales de control.

Cambio de prótesis

En pacientes operadas previamente de aumento mamario, existen diferentes motivos por los que resulte necesario extraer las prótesis antiguas para ser reemplazadas. Puede aparecer una contractura capsular que es una reacción del cuerpo ante el implante que hace que la mama se vuelve dura y, en muchos casos, dolorosa al tacto. Es una complicación que se produce ocasionalmente tras la cirugía y el implante debe ser reemplazado cuanto antes.  Mucho menos probable es que se rompa la prótesis o que salga defectuosa, lo que también requiere de una cirugía secundaria para corregir los posibles daños.

Los estándares de belleza fluctúan

Los cambios estéticos suelen ser las causas más habituales para un cambio de prótesis. Las intervenciones mamarias han evolucionado mucho en los últimos veinte años, tanto en técnica como en materiales, por lo que un resultado que antes no era posible se ve facilitado por el avance de la medicina. Además los estándares de belleza fluctúan, así como los gustos personales, y puede que lo que gustaba en un principio ahora no agrade tanto.

Los principales problemas que pueden generarse a nivel estético tras la una inadecuada colocación de los implantes, ya sea la primera vez que la paciente se realiza un aumento de pecho o por un cambio de prótesis, son:

  • Que queden demasiado arriba: la forma dada a este “bolsillo” no permite que las prótesis rellenen todo el espacio de la mama, con lo cual también se puede ver afectada la posición del pezón.  
  • Que aparezca el signo del “hachazo”: una deformidad de la mama que supone un salto o desnivel entre la mama y el implante.
  • Que se forme doble burbuja: es un doble surco que da como resultado una ausencia de uniformidad en el contorno del pecho.

La cirugía de mama TRIplanar que ofrecen en las Clínicas Femm es una técnica en la que las prótesis se sitúan bajo el músculo pectoral habiendo separado previamente este tejido muscular de la glándula mamaria, con lo que se consigue que el implante se acople a la perfección. Las prótesis también marcan un punto de diferencia respecto a la naturalidad del resultado. "Prefiero elegir los implantes denominados ‘pseudoanatómicos’, es decir, prótesis redondas pero muy versátiles, que se adaptan a la posición del cuerpo, ya estés de pie o tumbada. De esta manera, evitamos los inconvenientes asociados con los implantes en forma de gota o pera”, nos comenta el Dr. Gullón.

El 20% de los pacientes acude para que resolvamos problemas de colocación o alguna otra complicación

“Realizar una segunda intervención es algo que, por desgracia, realizamos con bastante frecuencia en las clínicas Femm; en concreto, un 20% de las pacientes que acuden lo hacen para que resolvamos los problemas de colocación o alguna otra complicación que ha surgido en su anterior cirugía de aumento de pecho” indica el Dr. Gullón. “Por eso, es fundamental elegir bien al profesional en cuyas manos nos pondremos”.

Reducción de pecho o retirada de prótesis

Hay que tener en cuenta que el pecho cambia con la edad, los embarazos, la lactancia o la menopausia y muchas veces, aparte de caerse, puede aumentar de volumen, y a la paciente le gustaría que fuera más pequeño.

Si se desea disminuir de tamaño del pecho debemos de someternos a una mamoplastia de reducción. La reducción y la remodelación del pecho se consiguen mediante la extirpación de piel, tejido mamario y tejido graso a través de una incisión que, aunque será visible, se diseña para que apenas se aprecie.  

Preoperatorio antes de una intervención de cirugía estéticaFreepik/wavebreakmedia_micro

Desde Face Clinic nos comentan que también existen los casos de mujeres que deciden quitarse la prótesis y volver a su tamaño de pecho original. Los motivos son diversos pero se deben a una insatisfacción desde un punto de vista estético o físico. A veces, después de la operación, la paciente se arrepiente del tamaño elegido o se siente incómoda. En otras ocasiones, la intervención ha podido ser un éxito pero, con el paso de las años, la paciente ve que la mama conserva un aspecto más juvenil comparado con el resto del cuerpo y prefiere una imagen más equilibrada.

Si la mujer decide retirar definitivamente su prótesis, el cirujano le asesorará de qué tipo de intervención realizar ya que, en algunos casos, no basta con la retirada y se debe de acompañar de otra acción como un injerto de grasa o la elevación de la mama para que el resultado sea natural.

Elevación de pecho

La elevación de pecho o mastopexia es una cirugía pensada para una mama que tenga un aspecto descolgado. La caída del pecho puede tener origen congénito, cuando por ejemplo ha existido un cambio brusco de peso o el embarazo y la lactancia, o simplemente se puede deber al proceso de envejecimiento que hace que los ligamentos y la piel del seno se relajen.

Intervención estética en la mamaFreepik

El objetivo de las intervenciones de elevación es devolver el aspecto terso y juvenil al escote. No tienen por qué implicar obligatoriamente una prótesis de aumento, se puede realizar con el pecho natural sin tener que recurrir a implantes.  

Por último, cabe señalar que para que el resultado de cualquiera de estas intervenciones sea óptimo, tienen que llevarse a cabo unos cuidados posteriores que garanticen el éxito a todos los niveles. Aunque es algo que sucede en cualquier cirugía, en el caso del pecho se hace aún más relevante por la delicadeza de la zona.

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