Cayetano: “Me quedé sin casa, sin trabajo, en la calle. Pasé a tener cero ingresos y muchos gastos”

A pesar de que no le gusta que la prensa del corazón le pregunte y ha perdido muchas veces los nervios por ello, el duque de Arjona no deja de aparecer en las revistas y ahora ocupa la porta de la revista ‘Vanity Fair’.

Cayetano Martínez de Irujo ha concedido una extensa entrevista en  la que habla abiertamente de muchos temas menos de su reciente relación con Bárbara Mirjan, la joven de 20 años, estudiante de Filología Francesa y Gestión de Empresas: “No voy a hablar de ella. Mi vida sentimental ha dado demasiado de sí y ahora quiero que sea solo para mí”.

El jinete recuerda cómo fue su juventud: “Conocí bien el mundo de la noche y las modelos. Fui muy fiestero” y confiesa que "de joven confundía el amor con el sexo porque me faltó el afecto de mi madre. Buscaba en las mujeres el cariño que ella no me dio. Con 35 años se lo dije y fue un shock para ella. Jesús Aguirre me dijo: “Tu madre ha estado llorando durante dos días”. Le respondí: “No pasa nada, yo he llorado muchos años por esto”. A partir de ahí mi madre hizo todo lo que estuvo en su mano para recuperar el tiempo perdido". Por ello ahora asegura que la madurez le ha hecho buscar una mujer que le dé “estabilidad y tranquilidad”.

“Cuando mi madre se cabreaba temblaba hasta la última columna y yo no me quedaba atrás”

El jinete define a su madre como “una leona” que “protegía y admiraba al fuerte e ignoraba al débil. Era generosa con la gente, pero le costaba tratar con los débiles”. Además explica que de carácter es como su madre pero chocaban mucho: “Cuando mi madre se cabreaba temblaba hasta la última columna del palacio. Y yo no me quedaba atrás. Por eso chocábamos tanto. Era generosa con la gente, pero le costaba tratar con los débiles. Valías o al hoyo”. De su padre dice que ha heredado “el sentido de la justicia”.

Cayetano habla de los exmaridos de su madre

Sin embargo la relación entre madre e hijo mejoró en los últimos seis años de vida de la duquesa de Alba, hasta tal punto que fue Cayetano el encargado de comunicar a sus hermanos la boda de su madre con Alfonso Díez Carabantes: “Al principio fue difícil para todos. Pero Alfonso es inteligente, conciliador, amable. Adoraba a mi madre y fue un gran compañero para ella”.

También ha hablado de Jesús Aguirre, el exsacerdote que se casó con la duquesa en 1978: “El matrimonio de mi madre con Jesús fue duro para todos y para la Casa de Alba fue nefasto. Durante esos 20 años hubo un desgobierno económico, él no hacía ni dejaba hacer. Éramos como el gran atún al que todo el mundo le hinca el diente para ver quién se lleva el pedazo más grande. Fue un desvalijo”.

Cayetano: “Mi hermano me invitó a que me fuera del Palacio de Liria”

En cuanto a su relación con Carlos Fitz-James Stuart, su hermano mayor y nuevo duque de Alba, reconoce que se llevan bien pero son muy diferentes: “A Carlos le produzco desconcierto. Quizá le sobrepasa mi forma de ser “. Los problemas entre los hermanos se incrementaron tras la muerte de Cayetana, cuando el jinete tuvo que abandonar el Palacio de Liria: “Es normal que me tuviera que ir porque ya no era mi casa. Mi hermano no me echó, me invitó a que me fuera y lo entendí porque necesitaba mi zona del palacio para sus hijos". Pero si le dolió su salida de la Fundación Casa de Alba: “Eso sí que fue difícil. Pasé seis meses muy desestabilizado. Fui su leal escudero y él no lo ha sabido apreciar”.

También ha hablado de su relación con Eugenia Martínez de Irujo, la cual no ha sido idílica: “Con Eugenia intenté ser padre, hermano y amigo. Y lo sigo intentando. A lo mejor fallé un poco en todo. Estoy seguro de que cometí muchos errores porque algo se ha roto dentro de ella con respecto a mí. Me gustaría que confiara más en mí como antes”.

Cayetano: “Me quedé sin casa, sin trabajo, en la calle”

Tras perder a su madre, salir del Palacio de Liria y de la Fundación Casa de Alba, Cayetano vive la peor época de su vida: “A partir del 1 de enero de 2015, yo me quedé sin casa y sin trabajo, en la calle, por decirlo de alguna manera. Pasé a tener cero ingresos y muchos gastos: los de mis hijos, los de mi exmujer, la finca de Sevilla, la marca Casa de Alba que aún no genera ganancias”. Además explica: “Hace años me metí en un mal negocio y no podía pagar las facturas de la luz de mi casa con mis hijos y Genoveva dentro. Lo único que yo no he pasado es hambre, todo lo demás sí. Pero jamás pensé que iba a volver a pasar por esto a mi edad”.

En cuanto a su relación con su exmujer y madre de sus hijos reconoce que tras varios años de tiranteces por el divorcio ahora se lleva bien con Genoveva Casanova: “Cuando has tenido los dos años que yo he tenido y estás a punto de morir, dejas las tonterías a un lado”.