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Adriana Abenia habla del episodio más amargo y dramático de su vida

Adriana Abenia habla del episodio más amargo y dramático de su vida

“Había perdido mi voz y nadie me aseguraba al 100% que volviera a recuperarla (…). Cada mañana tachaba los días, como en la cárcel, que me quedaban para cumplir mis compromisos laborales rezando a un Dios en el que no creo para que el nervio despertara y me devolviera lo que era mío y no tener que reinventarme y olvidar lo que soy y lo que deseo”, cuenta Adriana en su blog del diario 20 Minutos.

Su posoperatorio se tornó en oscuridad

Y continúa hablando de la operación y el posoperatorio a los que se enfrentó: “Pese a todos los cuidados, cuando al despertar me vi afónica, todas mis ilusiones y mis sueños se desvanecieron de repente. No me importaba la dimensión de la cicatriz e incluso olvidé preguntar si era cáncer; tan sólo deseaba poder volver a reconocerme, reír y desarrollar mi trabajo y vida con normalidad”.

Entonces, toda la alegría de Abenia se tornó en oscuridad. “Me prohibieron hablar por teléfono y llorar, esto último fue lo más difícil de cumplir (...) Cada mañana tachaba los días, como en la cárcel, que me quedaban para cumplir mis compromisos laborales rezando a un Dios en el que no creo para que el nervio despertara y me devolviera lo que era mío y no tener que reinventarme y olvidar lo que soy y lo que deseo”. Y añade: “Mentí al mundo y disfracé de anginas y afonía pasajera una paresia en la cuerda vocal izquierda, dañada por tracción de uno de los dos nervios recurrentes al sacar el tumor, demasiado grande.

Un desenlace con agradecimientos y final feliz

No obstante y pese a todo, la historia resuelve en un final feliz. Gracias a la labor de una logopeda, la artista y bloguera del citado medio recuperó su voz y con ella sus ilusiones y su autoestima.

De ese modo, Adriana ha querido cerrar su post con agradecimientos a su madre, a su padre, a su abuela, a su hermana, a su marido Sergio Abad y a sus suegros. Sobre su novio afirma que "no le ha soltado su mano" y haber llorado con ella. Pero, por delante de él y de todos los demás citados hay alguiqn a quien ha querido tener especialmente en cuenta. “Al Dr. Enrique Mercader, por el cariño y atención que ha demostrado desde el principio, interesándose por mi estado, casi a diario, hasta que he estado perfecta", concluye su post.

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