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Zidane y Luis Enrique se la juegan en una semana infernal: Champions y Clásico

Zidane y Luis Enrique se juegan el futuro de esta temporada esta semana.

El pasado viernes, horas antes del derbi ante el Atlético, Zinedine Zidane sorprendió a propios y extraños con una declaración que cuestionaba su futuro en el banquillo madridista. "No estoy seguro en el cargo. No sé qué pasará en junio", declaró el francés.

Hace un mes, el 18 de marzo, Vozpópuli adelantaba que 'Zidane se la juega en un abril infernal con Bayern, Barcelona y Atlético en el horizonte'. En el artículo se informaba que en la junta directiva ya hay quienes han mostrado su inquietud por el juego irregular y la gestión del vestuario con los suplentes incómodos por la titularidad casi obligada de la BBC. El técnico no las tiene todas consigo y sabe que Florentino está sondeando el mercado. Zidane no fue la primera opción para suplir a Ancelotti, ni siquiera lo fue el elegido Rafa Benítez. Y el crédito de Zizou por ganar la Décima ya ha caducado, como caducó el de Ancelotti, del que se prescindió después de ganar la Novena y el Mundial de Clubes, no respetando el contrato firmado (tenía un año más) tras acabar la temporada sin conquistar ni Liga ni Champions.

Florentino ha dado muestras que no se mueve por criterios deportivos, que toma las decisiones por capricho personal. Pérez acumula ya once entrenadores en sus trece temporadas como presidente blanco: Del Bosque. Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro (primera etapa), Pellegrini, Mourinho, Ancelotti, Benítez y Zidane.

Zidane sabe que si no levanta un título, su futuro en el banquillo está más que cuestionado. El martes debe certificar la buena actuación en Múnich, donde se vio al mejor Real Madrid de la temporada arrollando a un Bayern que escapó vivo con una derrota mínima. Florentino sueña con ser el primero en repetir título en el palmarés de la Champions desde que la Copa de Europa pasó a ser Liga de Campeones. Si lo logra volverá a ser "un entrenador nacido para dirigir al Real Madrid". Si no la gana, debe asegurar el título de Liga que se jugará en el Clásico del domingo ante el Barcelona.

Luis Enrique, puerta grande o portazo

Luis Enrique está teniendo un final de etapa complicado. Las goleadas encajadas en Turín y París, sus malos modos en las rueda de prensa y el desgaste con un vestuario que nunca ha creído en él, y menos desde que el asturiano mostró su marcha, están empañando su brillante primera etapa. El Barcelona está completando una mediocre temporada en la que los fichajes (André Gomes, Mathieu, Alcácer, Digne, Cillesen...) no están dando la talla, el equipo presenta unos problemas gravísimos en defensa y hay alarmante falta de propuesta futbolística con cambios constantes de sistemas (4-3-3 o 3-4-3) que no convencen ni por juego ni por resultados.

El Barcelona este año se encomienda a su tripleta defensiva, que le rescata sistemáticamente cuando los partidos se ponen cuesta arriba. Nadie apuesta por otra remontada épica, al tener enfrente un equipo del oficio de la Juventus. Si, como parece, los azulgranas se despiden de la Champions el miércoles, el domingo Zidane dejar a Luis Enrique con la Copa como mal menor para salvar una temporada demasiado tumultuosa en Can Barça. El asturiano apuesta por el continuismo de su segundo, Juan Carlos Unzúe, pero este final de temporada irregular está medrando las opciones del navarro. Ernesto Valverde es el elegido por Bartomeu, por más que Robert Fernández insista en que él será quien lo elija.

Después de la semana de pasión llega la semana más trascendental de la temporada para Real Madrid y Barcelona. El domingo a las diez y media, Zidane o Luis Enrique respirará aliviado mientras el otro da explicaciones por una Liga que se le escapa. Lo que ocurra entre semana condicionará un Clásico al que llegan los dos grandes con muchas dudas.

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