Quantcast

Deportes

"Cuando Tito me convocó a las doce de la noche, tuve malos presagios"

El máximo mandatario culé explicó cómo fue la reunión en donde el ex entrenador del Barcelona decidió abandonar el banquillo catalán. "Nos reunimos en el Camp Nou a las doce de la noche de aquel martes. Cuando me convocó a esas horas fui para allí con malos presagios. Imagina la sorpresa del vigilante de la garita que nos vio entrar primero a mí y luego a Tito en su coche con el médico. 'Bueno, ¿aquí qué pasa?' debió preguntarse. Nos reunimos en la sala anexa al despacho del entrenador, en la sala de reuniones del 'staff'", desveló Sandro Rosell.

"Tito y el médico me explicaron el historial, el por qué habían avanzado las pruebas no previstas para esas fechas. El resultado de las mismas les avisaban que la enfermedad no iba como se pensaba, que se había reproducido y que a partir de ahí Tito debía dedicar todas sus horas a curarse, que esta lucha pasaba a ser su trabajo. Estuvimos una hora y pico hablando", reconoció el presidente del Barcelona.

"Me reuní con Tito en el Camp Nou a las doce de la noche de aquel martes. Cuando me convocó a esas horas fui para allí con malos presagios"

"Cuando Tito me dijo que se marchaba fue la peor noticia recibida como presidente, mi peor momento. Primero por la parte humana, que no se lo deseas ni al peor de tus enemigos, y luego la parte institucional o deportiva porque nos ponía encima de la mesa un problema de escoger el sustituto. Era una apuesta complicada y difícil porque Tito era el mejor entrenador del club para este momento", indicó.

"El día anterior había hecho una entrevista en la que dije que Tito estaba perfecto de salud... En ese momento era así para mí. Y al día siguiente sale lo contrario en estas pruebas. Todo cambia en horas", continuó explicando el catalán.

"Al llegar al parking, me senté en el coche, ante el volante, y me dije: '¡Uff! ¡Qué palo ahora buscar entrenador!' Pero el que sufre es Tito"

Además, el presidente comentó sus primeras sensaciones tras recibir la noticia. "Al llegar al parking, me senté en el coche, ante el volante, y me dije: '¡Uff! ¡Qué palo ahora buscar entrenador!'. Es un momento que no apetece nada pero nuestra responsabilidad nos obligaba. No quiero ser victimista porque el que sufre es Tito y el que lo pasa mal es él y su familia. Como presidente y responsable del club piensas: '¡Qué impotencia ahora ser presidente del Barcelona!'. Dicen que este cargo tiene tanto poder, que aún no sé donde está, pero en este caso mucho menos. Si tuviera poder, esto no habría pasado", dijo.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.