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De los comentarios sobre Estiarte a la bronca entre las mujeres de Tito y Pep

Ha sido a raíz de la rajada de Pep Guardiola contra a Junta de Sandro Rosell cuando se ha destapado algo que se sabía, pero se ocultaba. La relación entre el técnico del Bayern y la directiva del Barça se deterioró bastante antes de su salida del club catalán, aunque se radicalizó con el nombramiento de Tito Vilanova como su sustituto y se complicó tras la grave enfermedad de éste. "Utilizar la enfermedad de Tito para hacerme daño es algo que no olvidaré jamás", dijo Pep. Unas declaraciones que han sacado a la luz la 'guerra civil' que vive el FC Barcelona.

Tal y como se podía leer este viernes en el diario 'El Mundo', "Rosell, a través de sus directivos y a través de su brazo armado periodístico, ha tratado de desprestigiar a Pep, difundiendo toda clase de maledicencias. La que más le ha molestado a Pep es la que tiene que ver con su supuesta indiferencia con Tito. Es cierto que la relación entre ambos se enrareció y que hubo un tiempo de silencio, pero también que Guardiola intentó visitar a Tito cuando coincidieron en Nueva York. La señora Vilanova le reprochó intensamente que se hubiera distanciado de su marido, aunque tal vez la bronca más espectacular entre las dos familias fue la que protagonizaron las dos esposas cuando coincidieron en un parque de Manhattan y se reprocharon a grito pelado las mutuas deslealtades".

Desde el incidente con Johan Cruyff al poco de llegar Rosell a la presidencia, cuando el holandés devolvió la medalla de presidente de honor, a las continuas puyas lanzadas o filtradas contra Pep por el portavoz del club, Toni Freixa. Entre medias, la denuncia ante la Justicia ordinaria por la que Joan Laporta y sus directivos tendrían que responder y hacer frente a las deudas acumuladas en sus ocho años de mandato y la ya mencionada decisión de elegir a Tito Vilanova como sustituto de Guardiola y anunciarlo el mismo día que Pep se iba.

Sin embargo, los ataques a Pep han llegado a ser aún mucho más personales. Y es ahí donde aparece la figura de Manel Estiarte, íntimo amigo de Guardiola, que se marchó del Barça con él y ahora le ha acompañado al Bayern. Desde el entorno de la Junta de Rosell, y concretamente desde el sector más cercano a Toni Freixa, han sido habituales las maledicentes insinuaciones sobre la relación entre Pep y Manel en virtud de aquello de difama, que algo queda. Como desveló Joan Laporta, "en la Junta del Barça a Pep lo llamaban 'el profeta', 'el mesías', con sorna. 'Fíjate', decían, 'ahora ya ha hablado el Dalai Lama'".

"Me voy con orgullo y convencido del sentimiento de fidelidad que tengo", dijo Estiarte tras su marcha del Barça. "Dejo de trabajar con mi mejor amigo en una situación inmejorable. Pep eligió, en una decisión discutible o no, aunque yo estaba muy próximo a su planteamiento. No le veía feliz". Sobre la sustitución de Vilanova por Guardiola, el exwaterpolista fue muy claro: "Desde octubre te planteas dos posibilidades: si estamos con fuerzas, seguiremos todos, y si no, nos iremos. Y cuando surge la tercera, te sorprendes". La tercera, lógicamente, fue que Tito aceptó el cargo y desde ese momento pasó a integrar el otro bando.

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