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La bahreiní Alzain Tareq, de diez años, rompe el récord de precocidad en unos Mundiales de natación

Tareq, pequeña gran protagonista de los Mundiales de Kazán.

La polémica ya había arreciado en Kazán cuando el bracista birmano Ahnt Khaung Htut, con sus doce años y apenas 1’50 metros de estatura, nadó solo en una serie en la que sus dos únicos oponentes no comparecieron. Completó con dignidad los cien metros de la prueba, pero se quedó lejos de la clasificación (y a más de dieciocho segundos del récord del mundo).

El siguiente capítulo de extrema precocidad en estos Mundiales lo escribirá Alzain Tareq, que representará a Bahréin en los 50 metros libres y en los 50 metros mariposa con sólo diez años. A pesar de sus tiempos, que se antojarán discretos, y de su edad, la nadadora del Golfo Pérsico hará historia al convertirse en la más precoz en la historia de los campeonatos.

La polémica ya había arreciado en Kazán con el bracista birmano Ahnt Khaung Htut, de doce años

"No tengo miedo de nadie ni de nada porque he participado en muchos campeonatos y he sido la más rápida de mi selección nacional a pesar de ser una niña", ha declarado ante la organización. "Estoy seguro de que el Mundial será una experiencia inolvidable para ella", añadía su padre, el ex nadador profesional Tareq Juma Salem.

Alzain, que entrena cinco días a la semana en dobles sesiones, tiene también una hermana pequeña consagrada al sueño de ser nadadora profesional. Quizá ella también pueda beneficiarse en un futuro de la reglamentación de la FINA, que no exige una edad mínima y permite que todos los países puedan tener al menos un nadador de cada sexo en este tipo de eventos.

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