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El 'milagro' del modelo único en el mundo del Athletic de Bilbao

El utópico proyecto de los vascos sorprende por su eficiencia

  • Jugadores del Athletic de Bilbao celebrando un gol en San Mamés.

¿Cómo es posible que el Athletic Club pueda jugar (y ganar) sólo con jugadores vascos?

Esta pregunta nos lleva a analizar el modelo único y envidiado por muchos clubes, no solo de Europa sino de todo el mundo. El Bilbao es uno de los únicos tres equipos de la historia española, junto a los gigantes de Real Madrid y Barcelona, que nunca ha descendido a Segunda División, pero este dato tiene una particularidad: por elección propia el club utiliza solamente jugadores vascos. Cuando se habla de este club lo primero que llama la atención es la pasión de la afición y de sus jugadores hacia la camiseta y la bandera del Athletic, que jugando solamente con futbolistas vascos hasta gana trofeos, el último la Copa del Rey en 2024. ¿Cómo es posible que un equipo tan glorioso y con estos resultados pueda conseguir trofeos utilizando chicos que llegan de la propia comunidad? Según informa el medio deportivo italiano 'Cronache di Spogliatoio', Mikel González, Director General de Fútbol Athletic Club, es el que gestiona y coordina toda la actividad deportiva del club. Obviamente, él también es vasco.


El milagro 'geográfico'

El modelo Athletic es algo muy peculiar y el director general ha intentado explicarlo de manera en profundidad para entender las bases sobre el cual se rige ese sistema. Porque en un mundo siempre más dueño del dinero saudí, muchos clubes podrían intentar imitar ese modelo y elegir jugadores crecidos 'en casa', ahorrando recursos y promocionando el fútbol local. Pero hay un pero y como explica Mikel, "el modelo Athletic no es replicable". Detrás del ámbito deportivo hay una ideología fuerte que recorre cada calle de Bilbao y se extiende en todo el País Vasco; esto se refleja en las palabras de González: "Aquí nuestra filosofía es única y los resultados también, todo esto está arraigado no sólo en el ámbito deportivo, sino en el institucional y social".

La elección del jugador no se detiene en el mero hecho de haber nacido en el País Vasco, sino que "Tal vez los padres que se trasladan aquí y se instalan, ya tienen un hijo que luego empieza el colegio y juega en esta zona, por lo que se integran perfectamente en nuestra zona, abrazan su cultura y pasan a formar parte de nuestra red social. En este caso, se le puede convocar". El club aprovecha del hecho de que se arraiga en las raíces de las personas, que "es imposible que no vengas a contacto con la cultura del Athletic viviendo aquí, en el colegio te enseñan el himno, te regalan siempre camisetas y nuestro escudo aparece en todas partes".  El modelo desde hace años, la estructura es fuerte, no sólo a nivel económico, sino que también el proyecto cuida de las personas internas del club. "Nuestro modelo, en otras partes, sería algo utópico y ahora os explico el porqué".

La telaraña Athletic y el control territorial 

Gracias a la presencia de más de 160 clubes afiliados en el País Vasco, el Atheltic puede permitirse el lujo de controlar a todos los niños y chicos que un día podrían ser una pieza clave del primer equipo. Este sistema, que sigue vigente hace años, desarrolla jugadores y entrenadores, las generaciones cambia pero los resultados no. La mayoría del dinero invertido del club cae en la formación de las futuras estrellas de fútbol. "Nosotros gastamos muchísimo en el desarrollo de la estructura de Lezama, para involucrar todos los operadores de manera profesional: todos los que trabajan aquí en nuestro centro deportivo tienen contratos profesionales y están preparados al 100% para enfocar sus habilidades en el equipo", explica Mikel.

Otro paso fundamental es la identificación del talento, buscar el chico, dejarlo crecer en un entorno cómodo, profesional y prepararlo para el primer equipo. Las filiales del país son claves para la captación: "Hay 20 técnicos y 20 ojeadores que trabajan en nuestras filiales para monitorizar los talentos, más otros 5 ojeadores más que trabajan en nuestros dos equipos reservas (Bilbao Athletic y Baskonia)".

En detalle, el director de los Leones trata de explicar donde de verdad se trabaja de verdad y crece el talento: las filiales. Hablamos de más de 160 equipos y miles de jugadores y entrenadores. "Cuando aún son muy jóvenes, todos los miembros de nuestros filiales entrenan al menos un día al año en nuestras instalaciones de Lezama, para que puedan experimentar al menos durante unas horas lo que significa ser del Athletic, mientras nosotros podemos seguir y observar de cerca a los más fuertes e interesantes", estas palabras confirman lo importante que son los jóvenes para el club.

El equipo organiza también torneos amistosos 'en casa' para que ningún talento pase desapercibido o se escape. Hasta las sesiones de entrenamiento de las filiales están soportadas y financiadas por el Athletic Bilbao. Uno de los ejemplos de presencia firme en el territorio es la asistencia médica, "El Athletic está siempre, damos a todos los afiliados un soporte médico para las lesiones más graves, tanto in situ como a Lezama, para obtener mejores diagnosis y vías de recuperación más eficientes. Nunca los dejamos solos". 

Donde todo nace: el centro de Lezama

Ahora pasamos al centro deportivo de Lezama, que se encuentra a quince minutos en coche de Bilbao, una infraestructura que cuida y crea futbolistas de élite: 147.600 m² de espacio donde se respira el aire de quien quiere jugar en LaLiga con esta camiseta. El club trata de  garantizar siempre la vanguardia. El departamento es enorme y el modelo de academia cuenta con un gran programa de desarrollo deportivo. Todos los equipos grandes gastan mucho dinero, como para comprar jugadores y mantener sus sueldos, así como toda la estructura. El Athletic, en cambio, sólo se hace grande con los chicos de su propio territorio. Y todos tratan de estudiarlo, de entender cómo lo hace, pensando que sería bonito imitarlo. "Nos dicen que es como si tuviéramos una máquina de hacer futbolistas.

De hecho, el País Vasco genera mucho talento y los clubes de esta zona saben trabajar bien", con una diferencia: "A diferencia del resto del mundo, nosotros conservamos el talento, invertimos en formarlo y mantenerlo con nosotros. Basta pensar que ahora hay jugadores en la plantilla como Nico Williams, su hermano Iñaki Williams, Sancet, Dani Vivian, Unai Simón, Aitor Paredes y otros muchos, como el decano Óscar de Marcos (en la plantilla desde 2009).

A diferencia del resto del mundo, nosotros conservamos el talento, invertimos en formarlo y mantenerlo con nosotros

El director no entiende como los equipos que invierten dinero en infraestructuras y en el crecimiento de un joven futbolista, después busquen el talento en otros lados, "no dan espacio a aquellos talentos en los que ellos mismos invierten dinero, si los lanzaran tendrían tantos como nosotros, pero no es fácil y prefieren llevarse 3/4 futbolistas ya hechos de fuera.

Un dato que hay que subrayar es que aquí los futbolistas, una vez que han dado el salto al primer equipo y se convierten en jugadores de nivel mundial, no quieren irse y si lo hacen tiene que ser por una cantidad enorme de dinero. González lo explica así: "Saben que aquí tienen a los mejores y les mostramos el camino concreto para llegar al primer equipo. Les mimamos, les damos todo y en casi ningún otro sitio tendrían eso. Pueden luchar por su país y por su equipo favorito. Se lo damos todo y no tendrían motivos para marcharse". De hecho, la estancia media de un jugador en el primer equipo del Athletic ronda los 7 años, la más alta que existe.

El mercado de fichajes inusual 

Obviamente, cuando es la hora de fichar a alguien en las ventanas de mercado, este club tiene métodos diferentes de actuar. "Buscamos en las categorías inferiores, el único lugar del que podemos sacar a alguien para solucionar el problema. A veces tienes un jugador preparado, a veces ninguno, a veces dos". Los chicos, cuando llegan a los 15 o 16 años, están controlados y el club les hace un seguimiento completo, desde el físico a la motricidad pasando por la biomecánica de su cuerpo, sin descuidar los aspectos personales y psicológicos".

Con la ayuda de tecnologías avanzadas, "utilizamos modelos preventivos para estudiar el crecimiento ad hoc de cada individuo, con el fin de conocer los perfiles más adecuados para el primer equipo" precisa González. El objetivo es tener un equipo consistentemente ganador, actualmente dirigido por Ernesto Valverde, y ya en el cargo entre 2013 y 2017. "Vivimos un momento positivo, estamos luchando por clasificarnos en la Champions, estamos en la Europa League y acabamos de ganar la Copa del Rey, pero depende mucho de las generaciones y de cómo trabajemos los años anteriores".

En un fútbol que mira a menudo a las asistencias y sin respiro, el Bilbao tiene que trabajar de antemano para no sufrir los cambios de ciclo y asegurar un futuro próspero al club. No es una fórmula fácil de aplicar a la realidad. Todo esto también tiene grandes ventajas, según González: "Cuando compras a un jugador de otro equipo, lo deja todo y tiene que adaptarse a una nueva vida. Con nosotros, cuando pasa al primer equipo, mantiene la misma casa, los mismos amigos, tiene a su familia cerca, su mujer y sus hijos viven o vivirán en su ciudad, las instalaciones donde entrena son las mismas en las que creció, incluso el idioma y las costumbres son las mismas y no cambiarán'. Esto facilita la integración: "Cuando un chico pasa de nuestros equipos juveniles a los grandes, rinde más y de inmediato.

No hay secreto para entender como funciona este club, hay una receta, pero que, por el momento, parece no replicable en ningún rincón del mundo. 

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