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¿Quién miente: Alonso, Raikkonen o, lo más seguro, Ferrari?

La resaca del GP de Malasia, otra carrera más que discreta por parte de Ferrari, no es fácil de digerir. Porque tantos años concatenados de decepción cada día pesan más y porque los mensajes que emite la Scuderia no son claros. O sus pilotos los interpretan de forma diferente.

Así, Fernando Alonso es más pragmático. Han sido demasiadas decepciones en rojo y ya no se hace ilusiones. Por eso se tomó con resignación su cuarto puesto en Sepang: "Más o menos es lo que esperaba. Para ser honesto, el coche no tenía nada nuevo desde Australia así que la situación era más o menos similar a la de Melbourne. El sábado, después de la calificación, pensé que en carrera tal vez podríamos estar más cerca de Red Bull, pero desafortunadamente no hemos podido".

"Es algo que con suerte podremos mejorar para Bahréin (próximo domingo), donde no creo que cambie demasiado lo que hemos visto aquí. En cinco días estaremos en la pista, así que los coches no tendrán un cambio mágico de ningún otro equipo, estaremos más o menos similares", añadió el español.

Lo sorprendente es que Kimi Raikkonen, duodécimo en Malasia, sí parece ilusionado. Y contradice a su compañero. "Estoy esperando las nuevas piezas que llegarán en Bahréin para mejorar mis sensaciones con el F14T", asegura el finlandés.

¿En qué quedamos? ¿Es cierto que habrá mejoras en Sakhir y Alonso juega al despiste o Ferrari ha engañado a Raikkonen con falsas promesas?

Porque el asturiano, en su discurso, incluso dejó entrever que el domingo pueden tener problemas con más de una escudería pequeña: "Las características de la pista son algo distintas, así que con estas largas rectas veremos a Williams por ejemplo, un coche que tiene muy buena velocidad punta, que seguro será muy competitivo en Bahréin, como vimos en los test con Massa y Bottas. Va a ser difícil de nuevo, pero de alguna manera siempre conseguimos estar entre los cinco primeros, lo cual, con el nivel de rendimiento que tenemos, nos está dando buenos puntos. Y tenemos que terminar la carrera, también en Bahréin".

De momento, en Ferrari se aferran a eso, a la fiabilidad. Pero la paciencia se agota. Incluso en Italia. La decepción se resume en un artículo de opinión que firma Marco Mensurati en el diario La Repubblica. Y en una de sus frases: "Ferrari hace motores no alerones. Esta fue la excusa oficial para el período desastroso de cinco años".

Ahora, en un Mundial 2014 donde la potencia de la mecánica tiene gran importancia, ya no quedan excusas.

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