Quantcast

Deportes

A cuartos en un partido oscuro

Costó, pero se logró. Sin brillo, pero sin pausa. Con un postrero gol de Navas a puerta vacía a pase de Iniesta, quien recibió una magistral asistencia de Cesc. España ganó a Croacia con demasiados apuros y se clasificó para cuartos como debía, como primera de grupo. Segunda fue Italia, que ganó a Irlanda y confió en que La Roja le echara una mano ante los croatas. Se quejarán. 

Del Bosque repitió el once que goleó a Irlanda. Escuchando antes del partido las explicaciones de Toni Grande, su fiel ayudante, fue imposible saber muy bien por qué. Tal vez por algo tan sencillo y primario como que lo que funciona, no se toca. Pero esta vez, el caso es que no funcionó y Del Bosque se vio obligado a tocarlo. Torres no ejerció de 9, quizás porque no era un partido para él, y el marqués acabó recurriendo a Cesc

Bilic planteó un partido muy básico: no dejar maniobrar a Xavi e Iniesta, los dos jugadores, junto a Silva y a falta de Cesc, que generan superioridades en conducción o tocando de primera. Por detrás de ellos, Xabi Alonso y Busquets se solapaban y eran incapaces de conectar en condiciones. El doble pivote, aunque no actúen como tal,  sigue siendo innegociable para el marqués, pero ahí radican los problemas de juego de La Roja. Problemas que no impidieron a España ser campeona del mundo en Suráfrica, precisamente la competición en la que más se repitió el resultado obtenido ante Croacia: 1-0.

Croacia, octava selección del ranking FIFA, en seguida demostró que no era Irlanda. Tirando de oficio más que de talento. Sin cortarse un pelo a la hora de entrar duro. Con Modric, perdido entre un mar de camisetas a cuadros que corrían y corrían. Ramos, quien con 89 internacionalidades igualó a Hierro, intentaba junto a Piqué sacar el balón desde atrás, algo que los croatas consentían a cambio de taparles las posibles líneas de pase. Arbeloa volvió a desentonar y Jordi Alba se prodigó más que otras veces. 

Hay un axioma en el fútbol que dice que para generar una ocasión de gol hay que dar el menor número de pases posibles, pero ni uno menos de los necesarios. España, que tenía el monopolio de la posesión, tocaba y tocaba, pero sin desordenar a Croacia. Su dominio era estéril. Más aparente que eficiente. Ni Iniesta ni Silva ensanchaban el campo para ser profundos y en esas circunstancias la presencia de Torres era testimonial, hasta el punto de que por momentos se le echaba en falta… en el banquillo.

El primer tiempo fue un quiero y no puedo de España, mientras que Croacia se aferró al 0-0 aun a sabiendas que el gol de Cassano a Irlanda les dejaba provisionalmente fuera de los cuartos. La Roja también necesitaba un gol para clasificarse como primera de grupo y evitar, en principio, a Francia.

Del Bosque no cambió nada en el descanso. Bilic, tampoco. Tal vez por ello el partido siguió siendo más de lo mismo. Al cuarto de hora de la segunda parte, el seleccionador español retiró a Torres para dar entrada a Navas. Un cambio con varias interpretaciones posibles.  La más recurrente: ¿vender el coche para comprar gasolina? La más hiriente: ¿mayor confianza en el 9 falso que en el 9 nato, que ocupó Silva? Si era para ensanchar el campo, ¿por qué no Pedro mejor que Navas? ¿Si era para jugar con 9 falso, por qué no con Cesc, el 9 falso titular ante Italia y en la segunda parte ante Irlanda? No tardó Fàbregas en entrar, aunque no por Busquets o Xabi Alonso, sino por Silva.

El batiburrillo táctico de España en el centro del campo beneficiaba a Croacia, que seguía necesitando un gol para clasificarse y, aunque mantenía como prioridad no encajar, se estiraba con peligro. Casillas tuvo que hacer un par de buenas paradas, una especialmente complicada y providencial tras una buena llegada de Modric y un remate del sevillista Ratikic. Bilic fue metiendo munición y volcando a su equipo sobre el campo de España, lo que evidentemente provocaba que España tuviera los espacios que era incapaz de generar con balón. Y entonces llegó el gol de Navas. Una picada de Cesc dejó a Iniesta y a Navas solos ante Pletikosa. El manchego, con el temple que le caracteriza, cedió el balón al sevillano, que acribilló a puerta vacía.   

Con el partido de Italia terminado (2-0), a Croacia le bastaba con empatar para clasificarse como segundos de grupo. Sin embargo, España fue a lo suyo y no hubo siquiera un amago de pasteleo. De ese famoso ‘biscotto’ del que tanto y tanto han hablado estos días los italianos. Los croatas, sin fuerzas ni esperanzas, no volvieron si quiera a acercarse a la portería de Casillas y se abandonaron a su suerte.

-Ficha técnica

0 -Croacia: Pletikosa; Vida (Jelavic, min. 66), Corluka, Shildenfeld, Strinic; Vukojevic, Ratikic (Eduardo, min. 81); Srna, Modric, Pranjic (Perisic, min. 66); y Mandzukic.

1 -España: Casillas; Arbeloa, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xavi (Negredo, min.89), Xabi Alonso; Silva (Cesc, min. 73), Torres (Jesús Navas, min. 61) e Iniesta.  

Goles: 0-1: Navas marca a puerta vacía a pase de Iniesta, que recibe una gran asistencia de Cesc, min.87.

Árbitro: Wolfgang Stark (ALE). Amarilla a Corluka (min. 27), Srna (min.44), Strinic (min.52),  Jelavic (min. 90), Madzukic (min.90+1) y Rakitic (min.90+2). 

Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de la Eurocopa del Grupo C, disputado en el estadio Arena Gdansk ante la presencia de 39.000 espectadores.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.