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El Madrid baja sus goles con Cristiano (II)

Volvió Cristiano y el Madrid abundó en la paradójica estadística que los estadísticos, tan activos hoy para convertir la realidad en números, se niegan a publicitar. Volvió Cristiano y el equipo bajó la media de goles. Ya es un gol del Madrid cada 32,3 minutos de juego con el portugués en el campo (antes de la lesión estaba en cada 31,8) frente al gol cada 25 minutos sin el luso. Los demás jugadores blancos anotan un gol cada 64,6 minutos con CR7 al lado (antes cada 60,3). El portugués mantiene su ritmo: la mitad de los goles cuando está los marca personalmente.

Justo cuando el madridismo y su aparato de propaganda ha entrado en indisimulada y agobiante campaña a favor del Balón de Oro para Cristiano Ronaldo, con el futbolista correspondiendo con un indiscutible estado de gracia, las cifras de su equipo, siendo buenas, merman cuando está en el campo. Un dato para poner encima de la mesa, para reflexionar al menos. Sin caer en conclusiones rotundas.

Bale, que había firmado casi el cincuenta por ciento de los tantos madridistas durante el experimento sin Cristiano, se quedó en blanco en Copenhague. A cambio, el Madrid brilló de nuevo y venció 0-2 en un campo donde los europeos no acostumbran a ganar, la entidad alcanzó su gol 800 en toda la historia de la Copa de Europa (dato que se ha vendido como si el mérito fuera del Madrid actual) y se aireó debidamente que Cristiano batió el récord individual de goles marcados en la primera fase de la Champions. Las paradojas.

Cristiano pudo marcar más goles, pero declaró que estuvo displicente (es decir, desdeñoso, que manifiesta indiferencia y despego que denotan menosprecio) en el lanzamiento de un penalti. Lo intentó lanzar a lo Panenka y, además de que el meta le adivinó la intención, le salió pifiado. Una confesión que le honra (más crítico el jugador consigo mismo que sus aduladores) pero que pasará de largo. Ni tuvo influencia en el marcador ni está el ambiente para afearle nada. El lanzamiento confirmó que Cristiano pensó más en sí mismo que en el equipo. En definitiva, lo que lleva haciendo el madridismo y sus medios desde hace dos meses.

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