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La delegada del Gobierno de Madrid tomó la decisión sobre la estelada sin contar con Moncloa ni Interior

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz (i) y la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.

La decisión de la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, de prohibir la exhibición de las estaladas durante la celebración de la final de la Copa del Rey ha cogido por sorpresa al propio Ministerio del Interior. Fuentes del departamento que dirige en funciones Jorge Fernández Díaz, han reconocido a Vozpópuli que la medida fue una iniciativa de Dancausa y que en ningún momento la consultó con este departamento. La decisión se tomó en una reunión en la que participaban representantes de la Policía Nacional que formarán parte en el amplio despliegue de seguridad previsto para el partido que enfrentará el próximo domingo en la capital al Fútbol Club Barcelona y al Sevilla Fútbol Club.

Estas mismas fuentes reconocen que la decisión no sólo les ha sorprendido sino también ha provocado malestar, sobre todo por cómo se ha producido. Incluso apuntan que en el Palacio de La Moncloa también se han visto sorprendidos por la prohibición de las esteladas. 

Concepción Dancausa ha justificado que la prohibición de la enseña es “una decisión en cumplimiento de la ley contra el racismo intolerancia en el deporte”, asegurando que la estelada es una bandera “ilegal” y ha recordado que tanto la UEFA como la Real Federación Española de Fútbol avalan esta decisión. Para la delegada, "cualquier elemento que puede alterar el orden público debe ser prohibido”. Dancausa se ha apoyado en el manual operativo de la Federación Española, según el cual “no pueden introducirse materiales insultantes, xenófobos, sexistas, religiosos o políticos, incluyendo materiales ilegales o prohibidos, materiales discriminatorios o propaganda” en los estadios por motivos de seguridad.

La decisión no sólo ha sorprendido a Interior, sino que le has provocado malestar. En el Palacio de La Moncloa también se han visto sorprendidos por la prohibición  

Por todo ello, ha insistido en que “no hay una razón política, sino de seguridad y de orden público para prevenir que no haya ningún problema o enfrentamiento entre los aficionados". Para la delegada la estelada es una “enseña partidista, un símbolo de una reivindicación independentista de una parte de los ciudadanos catalanes representada por una parte de los partidos políticos”. Esta decisión ha sido recurrida por el Barcelona en los Juzgados.    

Fuentes de la Delegación de Gobierno aseguran que la decisión no se tomó unilateralmente y que la petición partió de la propia Federación Española de Fútbol, presente en la reunión de coordinación a la que asistieron también representantes del Atlético de Madrid y de las Fuerzas de Seguridad. Al encuentro no acudieron, pese a estar invitados, ni miembros del Sevilla ni del Barcelona.

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