Quantcast

Deportes

Arias, un histórico del Valencia, arruinado: "No tengo ni 5 euros para gasolina del coche"

El reportaje publicado por la web futbolprimera es la historia de tantos futbolistas -y estrellas populares de diversos ámbitos- que probaron la mieles de la gloria y, años después, sobreviven en el olvido. Es el caso de Ricardo Arias, un mito viviente del Valencia que a los 57 años no tiene ni para gasolina.

"Hubo un tiempo en que llamarse Ricardo Arias era un privilegio, un estatus, un signo de ser alguien respetado, querido, amado, idolatrado. Especialmente en su casa, en Valencia, en el Valencia, donde es el segundo jugador con más partidos jugados en Primera de todos los tiempos (377), y donde sigue ostentando el honor de haber disputado más de 500 encuentros oficiales (501). Esos aplausos de Mestalla hace 22 años que se acabaron, fueron sustituidos por las palmadas en la espalda, y hoy, por el olvido", arranca la información de futbolprimera.es.

"Hace 3 meses me dio un susto fuerte, pensaba que era un infarto. Estuve ingresado, y al final no fue nada, pero no me hubiera extrañado quedarme en el sitio. No duermo, no puedo. Hace 7 meses que no puedo pagar el alquiler, y no sé cómo aún estoy en casa. No tengo ganas de nada, no puedo hacer nada"

"No tengo ni 5 euros para poder mover mi coche", confiesa Arias al periodista. Y a partir de ahí, una conversación dura y real como la vida misma. El triste relato de un ángel caído: "Llevo 2 meses sin salir de casa, porque ¿para qué voy a salir, dónde voy? He estado 11 meses trabajando en una nave de 8 a 20 horas, con un mono azul, limpiando mierda y haciendo recados, pero mi hijo Juan Carlos (18 años, el pequeño de los 4) tiene que comer, y a su padre le sobran huevos para eso y para más".

"Toni, no quiero que cuentes mi historia, ya sabes cómo es la gente aquí (en Valencia), lo único que me queda es mi dignidad y no quiero dar más pena aún", le dice al periodista y amigo.

"No sé chupar el culo a nadie, no entiendo de ir pegando mamazos a todos buscando migajas. Sólo busco un puto trabajo, el que sea, para poder ganarme la vida"

Y a continuación, de nuevo un deseo: "Yo me pongo de lo que haga falta, si hay que hacer de guía por Mestalla para aficionados lo hago, si me tengo que marchar a una peña lejos de la ciudad de las que nadie quiere ir, yo voy. Hago lo que sea, porque tengo que dar de comer a mi hijo".

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.