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El madridismo atiza a Ramos, pero le entra por un oído y le sale por otro

“Me entran por un oído y me salen por el otro. Conmigo las críticas no van a poder”. Sergio Ramos, entrevistado por Canal + a la conclusión del Valencia-Madrid (2-3), trató de quitarse protagonismo, de argumentar que en su equipo no se señala a nadie en los errores y tampoco a nadie en los aciertos, que son cosa de todos, pero el partido le dejó nuevamente contra la pared. Dos de las tres partes en las que se ha dividido el madridismo, la oficialista (Florentino) y la yihadista (la escisión mourinhista), con sus respectivos elementos mediáticos, le tienen en el centro de sus reproches. Y sus actuaciones dan la razón a sus críticos. Su papel en los dos goles del Valencia, tanto en el de Piatti como en el de Mathieu, le dejaron en evidencia.

Ya durante el partido, las redes sociales ardieron contra el central sevillano. Tanto que incluso echaron en cara al club haber recurrido la tarjeta amarilla en Pamplona que le dejaba fuera por expulsión de la cita en Mestalla. Llovieron los comentarios cargados de insultos, pero también los civilizados, citas que demandaban la suplencia del jugador por cuestiones puramente de rendimiento. Y también, cómo no, los que aludían a que su amistad con determinados miembros de la prensa era el único argumento que le sostenía  dentro del equipo. En definitiva, un escenario similar al que le tocó vivir a Casillas.

De hecho, la acidez contra Ramos aumentó en el segundo tanto, cuando su culpabilidad la repartía casi a partes iguales con el cancerbero Diego López. Y por ahí, el sector más extremista del madrididismo (los ‘hijos’ de Mou) no pasa.

La respuesta de Sergio Ramos cuando se le trasladó la sensación de que atraviesa un bache, ese “me entra por un oído y me sale por otro”, no ayudó a pacificar los ánimos. Todo lo contrario. La relación pinta mal. Se ponga como se ponga, es señalado. Y ya ha visto lo que pasa cuando algo así ocurre en el Bernabéu. Quizás por eso, y avisado de la dimensión de su respuesta, el jugador la matizó: "Me entran por un oído y me salen por otro las críticas interesadas; las del madridismo sí las atiendo". Y cerró el asunto a golpe de tuit: "Victoria importante antes del parón navideño. Felices Fiestas a todo el Madridismo, al que siempre respetaré".

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