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La 'Zidanización' del Real Madrid comienza con un fútbol sinfónico dirigido por Bale y Benzema

Bale, autor del segundo gol blanco.

La Zidanización del Real Madrid comenzó con éxito ante un Deportivo incómodo, un rival líquido que inunda los espacios con descaro en ataque hasta plantarse ante el portero rival. Orden, solidaridad, posesión, paciencia y bandas son los primeros síntomas de la llegada de Zidane al banquillo. Su aparición ha liberado a los futbolistas, que se expresan con más naturalidad, con más libertad que en la encorsetada pizarra de Benítez. Queda mucho por ajustar, pero Zidane prometió fútbol ofensivo y diversión, y sus futbolistas salieron del campo sonrientes. Tanto como los aficionados. Adiós al fútbol funcionarial.

Había curiosidad por ver de inicio la propuesta táctica de Zidane, quien se hipotecó en la rueda de prensa de presentación calificando a la BBC de innegociable. Cristiano, Bale, Benzema y ocho más. También prometió solidaridad en defensa y equilibrio. Equilibrio y BBC son términos antagónicos, al menos hasta ahora. De salida propuso un equipo más futbolero que galáctico, con Isco y Carvajal por James y Danilo. Y matizó el dibujo, con más trazas de 4-2-3-1 que forzando el presidencial 4-3-3.

Orden, solidaridad, posesión, paciencia y bandas son los primeros síntomas de la llegada de Zidane. Su aparición ha liberado a los futbolistas, que se expresan con más naturalidad, con más libertad que con Benítez

El Real Madrid alargó las posesiones y flexibilizó la pizarra en ataque con Bale, Cristiano y Benzema intercambiando las posiciones. Entraban y salían tratando de complicar a un Deportivo descarado que decidió explotar la espalda de Kroos y Modric. Un lugar habitualmente practicable para los delanteros que caen a buscar balones y los centrocampistas que llegan desde atrás. En una de ellas, Mosquera aprovechó la pasividad del doble pivote blanco para habilitar a Lucas, que se encontró con un Keylor salvador.

Segundos después el Real Madrid exhibía su pegada en un córner que Benzema remataba de tacón con la izquierda a gol. Hay cosas que no cambian. No tuvo que pasar mucho tiempo para que Carvajal subiese por la banda, en lo que será otra seña de identidad de este Real Madrid, sirviendo un centro delicioso al área que Bale cabeceó a gol. Pasado el minuto 20 sólo restaba Cristiano por justificar el status de intocable otorgado por Zidane. En el debe, la fragilidad defensiva de un equipo al que le pisan demasiado el área. Quizás por eso con Zidane el Real Madrid ya no es vertiginoso y vertical. Es un equipo más armónico, más sinfónico. Dos disparos lejanos de Lucas y Cartabia, y los problemas en los saques de esquina evidenciaron que aún hay tarea por hacer. La primera parte concluía con un Cristiano ofuscado tras rematar al palo un centro de Bale.

En el inicio de la segunda mitad, Cristiano celebró sus galones sirviendo un balón al corazón del área donde Bale sacó su izquierda a pasear para colocar con más clase que contudencia la pelota en la red. Minutos después Bale remataba el cuarto en otro córner. Tres goles de primeras de Bale, dos dignos de Cristiano y el segundo muy de Benzema. En el galés tiene Zizou un mar de posibilidades, mientras Benzema respondió ofreciendo caviar bajo la tutela del que es su padrino. De lo que obtenga de Cristiano dirá mucho la capacidad del francés como técnico.

Tres goles de primeras de Bale, dos dignos de Cristiano y el segundo muy de Benzema. En el galés tiene Zizou un mar de posibilidades, mientras Benzema respondió ofreciendo caviar bajo la tutela del que es su padrino

Pese a ser dominado claramente el marcador, el Deportivo no bajó los brazos, obligando a los de Zidane a aplicarse en las coberturas, prueba que Zizou agradecerá seguro. Cantaba el Bernabéu exultante con un Real Madrid que recupera viejas costumbres como proponer los partidos con el balón en los pies, jugar desde sus fortalezas y no hurgando en las debilidades del rival. Aparca ese fútbol escabroso que instaló Mourinho y recuperó Benítez, aterciopelando la propuesta, más digna de Ancelotti o incluso del deseado Guardiola que Florentino siempre ha soñado en el banquillo blanco. Sería temerario decir que Zidane será el Guardiola blanco, pero respeta el francés unos códigos que le emparentan más con la pizarra del de Santpedor que con el dedo que señala el camino de ese madridismo áspero.

Como todo eran buenas noticias, Zidane utilizó las sustituciones como prácticas terapeúticas, introduciendo a Varane, James y Jesé. Isco y el canario cierran así la puerta a una salida en enero, opción a la que se habían visto abocados por su desafecto con Benítez. A un cuarto de hora del final, el Deportivo había rematado 13 veces a puerta, por 17 de los blancos. Sin embargo, el 4-0 desnudaba las carencias y virtudes de uno y otro. El Depor, que se marchó con la cabeza alta, recibirá muchas alegrías con este fútbol audaz, y con sentidiño. Enfrente tiene trabajo Zidane, pero también parece saber lo que quiere y cuenta con un talento incontenible en su plantilla. El vestuario cree en Zidane, todo lo que no creía en Benítez, y a Florentino no le queda otra. Se ha instalado el optimismo en el Santiago Bernabéu y tiene pinta que esta vez hay demasiada gente interesada en que arraigue ese estado de ánimo. Benzema cerró el partido con el quinto gol. Llegó Zidane y con ello recuperó el Bernabéu aquello de 'Así gana el Madrid'. Ahora sí.

 

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