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La mano derecha de Florentino privatizaría el Real Madrid: "Los socios no son nadie"

Florentino Pérez, de sport, junto a José Ángel Sánchez.

El Real Madrid, desde que volvió Florentino Pérez, es una empresa multinacional que funciona como un colmado de barrio. Todas las decisiones del negocio pasan siempre por las mismas manos, las del presidente, que ejerce todos los cargos que se puedan imaginar en un organigrama aunque no le correspondan nominalmente. Es el hombre de los fichajes, el de las cuentas, el del marketing y el de la comunicación. Su junta directiva se reúne esporádicamente para aplaudir sus iniciativas. Lo reconocía hace poco Fernando Fernández-Tapias, vicepresidente primero de la entidad en la revista Vanity Fair: “La junta está para oír lo que él decide, a quién se va a fichar. Yo creo en la democracia, pero al final alguien tiene que tomar decisiones”.

Florentino como cabeza, cuerpo y extremidades de la gestión del club. Junto a él solo un asesor parece tener voz e iniciativa propia, solo hay uno que sustituya al califa cuando no está el califa. Una persona importante, poderosa, con llegada directa a los medios de comunicación, a los que nunca habla en público pero sí en privado. También es un superviviente, se llama José Ángel Sánchez y es el director general del club. Su nombre aparece vinculado a todas las grandes operaciones que realiza el club, tanto deportivas como económicas.

Sí, es un superviviente, pues solo así se entiende que la misma persona ya fuese la mano derecha de Ramón Calderón, anterior presidente blanco y enemigo declarado del actual. A él no le importó en absoluto el antagonismo de los diferentes jefes, del mismo modo que Florentino Pérez no vio problema alguno en conservar a Sánchez, que ya había estado con él en su anterior etapa de gobierno. Además, gradualmente, fue concediéndole más parcelas de trabajo –empezó solo con marketing y después de la salida de Valdano, peleado con Mourinho, también se apropió del área deportiva-. De hecho, y tal como revela José Antonio Abellán en su último libro ('Asalto al Real Madrid') sobre los años de Ramón Calderón en el Madrid, Sánchez era el submarino de Pérez en la directiva blanca, el altavoz que le iba relatando los pasos que tomaba el Madrid en su ausencia. En un momento dado Abellán desvela que Capello había dimitido, y al hablar del tema con Florentino éste no dio muestra alguna de sorpresa: “Asumía que era verdad porque se lo había contado José Ángel Sánchez”.

El libro asegura que Sánchez era el altavoz de Florentino en la junta de Calderón

No todo en la relación de ambos fue de color de rosa. Cuando Sánchez trabajaba para Calderón Florentino le utilizaba, pero no sin ciertas sospechas sobre su conducta. “Manolo Redondo [director de gabinete actual del Real Madrid y fiel a Pérez] me contó que José Ángel Sánchez había perdido la confianza de Florentino porque éste le había mentido en varios temas incómodos, fundamentalmente en el informe de valoración del Real Madrid”, comenta Abellán sobre la desconfianza que llegó a tener el presidente del Madrid con respecto a su hombre en la directiva. También relata otro pasaje en el que dos personas de su confianza Borja Prado (presidente de Endesa) y Mauricio Macri (alcalde de Buenos Aires y expresidente de Boca) tienen una conversación en la que Sánchez sale nombrado como “un sinvergüenza”, algo que llega a los oídos de Pérez que suelta a Abellán una frase lapidaria sobre su actual escudero: “Luego será de los que venga diciendo que ha tenido que matar para sobrevivir”.

Ese informe de valoración del Madrid es un tema que Abellán trata de soslayo en su libro, pero que en realidad supone una de las cuestiones más importantes del texto, al menos de las que actualmente afectan al Madrid –el relato no deja de ser una historia de un presidente que es pasado en el club-. José Ángel Sánchez plantea que la entidad deje de ser propiedad de sus socios, que pase a ser un club privado como tantos otros en el mundo. Es decir, perder una de sus mayores señas de identidad y uno de los grandes orgullos de los socios, que pueden reclamar la institución como propia. Incluso llegó a encargar informes para comprobar cómo sería esa operación.

Así habla Abellán de una cena con el actual director general del Madrid: “En ese punto Sánchez se vino arriba y calificó al Real Madrid de aldea de Asterix en un mundo lleno de grandes fortunas personales y multinacionales. Para él lo ideal sería que el Real Madrid fuese una Sociedad Anónima y ya lo tenía muy pensado. Luego añadió que daría a los socios-dueños la posibilidad de que comprasen acciones. Sugirió un voto de calidad y un órgano social que conservaría el veinte por ciento del capital que tendría una acción de oro. Y aseguró que todo pasaría por un Consejo de Administración […] Me dijo que el discurso de los socios-dueños que yo mantenía era una mentira, porque los socios-dueños no eran nadie. Solo ocupaban un sitio en el campo. […] Esa privatización sería de un billón (con b) de euros”.

José Ángel Sánchez, el hombre que susurra presidentes, es por lo tanto un claro partidario de que el Madrid deje de ser un bien de sus aficionados y pase a ser una empresa más. Los planes los conoce desde hace años Florentino Pérez, que nunca se ha molestado en cambiar la impresión de Sánchez, quizá porque lo da por imposible. “El caso de José Ángel era de lo más curioso. Había sido director general con Florentino, había ayudado a Villar Mir en las últimas elecciones –como me había dicho el propio Florentino- y seguía con Calderón. Florentino siempre lo definió como un enamorado del dinero, creo que lo que siempre quiso fue convertir al Real Madrid en Sociedad Anónima y ser él su consejero delegado”, recuerda Abellán.

En el libro del comunicador también deja caer en varias ocasiones que Sánchez no es trigo limpio y que en la gestión de Calderón él también consiguió alguna mordida. “Recibí una llamada de un amigo de Barcelona que me contaba algo relacionado con Bwin. Se trataba de una operación muy sucia sobre comisiones de la empresa de apuestas. Me dijo que, para que me enterase bien, me mandaría los papeles que lo atestiguaban. Al parecer, las comisiones que debió de pagar Bwin por el contrato del Real Madrid tendrían que haber ido destinadas a esa gente de Barcelona entre las que estaba la hija de Antón Parera, un viejo conocido directivo del Barça, porque ellos fueron los que hicieron la operación y no habían recibido nada. Según los damnificados todo apuntaba a que la cobró el representante de la Junta Directiva del Real Madrid, José Ángel Sánchez”. También contempla que el concurso para encontrar una aseguradora para el club blanco no fue justo y que Sánchez habría estado detrás de la organización de aquella cuestión. Además, atribuye al actual director general blanco la distribución en los medios de comunicación de las fotografías de la Asamblea en la que se veía a gente que no era socia del Madrid votar, lo que terminó llevándose por delante a Calderón.

Abellán apunta a quejas por un cobró irregular por parte de Sánchez una comisión en un contrato de patrocinio

Y, a pesar de todo, se quedó en el Madrid con Florentino, con las ideas de la privatización intactas y su pasado con Calderón presente. Abellán lo explica por medio de otra conversación con Pérez: «También hablamos de José Ángel Sánchez. Que se quedaba porque era muy bueno, muy listo y había aprendido mucho. Y eso que a José Ángel le llamaban ‘el palmero’. Me dijo: “Tapias no lo puede ni ver. Eduardo Fernández de Blas no lo puede ni ver. Manolo [Redondo] no lo puede ni ver. Ferreras no lo puede ni ver. Mi hermano y ese grupo tampoco. Es decir, estoy yo solo defendiéndole».

Es posible que en este tiempo la correlación de fuerzas en la directiva y el entorno de Florentino Pérez haya cambiado, pero todos los presentes en el párrafo anterior siguen siendo parte del círculo íntimo del presidente blanco. Abellán no especifica si Sánchez, por muchos considerado un traidor, ha podido rehacer sus relaciones con quienes son sus compañeros en el Madrid. En cualquier caso, y lo que sí está probado con los hechos, es que desde que volvió Florentino al club Sánchez no ha hecho más que aumentar su cuota de poder hasta ser lo más parecido a un virrey que tiene la entidad. El mismo sobre el que ahora se destapan sospechas de corrupción, el mismo que, por lo que dice el libro de Abellán, quiere que el Madrid algún día deje de ser de sus socios. 

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