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Cinco razones por las que el Real Madrid de Pablo Laso no es el mismo equipo intocable del curso pasado

Laso, durante un encuentro de Euroliga.

Durante la jornada del jueves, en un hecho tremendamente anómalo dentro del baloncesto europeo, el Real Madrid supo lo que era ocupar el último puesto de su grupo de Euroliga. El basket average y las derrotas de sus rivales directos evitaron que los de Laso quedasen en esa sonrojante posición durante toda una semana, algo que habrían hecho si el postrero triple de Carroll contra el Bayern no llega a entrar.

¿Qué le ocurre al proyecto de Laso? Siete derrotas en quince partidos oficiales y una sensación de endeblez desconocida. Cinco claves resumen el tambaleo de un gigante que, más que nunca en los últimos años, parece tener los pies de barro.

- La defensa: El Real Madrid campeón supo que las victorias se consolidaban con la brillantina ofensiva, pero nacían desde el sudor atrás. Los blancos han tenido baches sonrojantes en la retaguardia (el colista de la ACB les endosó 26 puntos en un cuarto, el Estrasburgo anotó 93 contra ellos...) y pérdidas como la de Slaughter, unidas a fichajes de hombres con visibles carencias atrás, como Thompkins, ahondan en ese agujero.

- Interiores no ajustados al estilo de juego del equipo: Hernangómez no es el 'cinco' que Laso prefiere como el curso pasado no lo era Bourousis. Y, como ya hemos apuntado, la baja de Slaughter les resta posibilidades en las permutas tácticas. El brasileño Augusto Lima está en el horizonte.

- Falta de frescura: No es ningún secreto que hombres clave el año pasado, como Rudy o Llull, están hoy lejos del nivel con el que cerraron la temporada. A cambio, eso sí, Felipe Reyes parece rejuvenecer (otra vez) y el mexicano Gustavo Ayón ha dado un interesante paso adelante. El inicio de Taylor, además, parece prometedor.

- Malos porcentajes de tiro: Hablábamos de Sergio Llull y Rudy Fernández. El primero promedia un 14% en triples en la ACB; el segundo, un 28%. En Euroliga, el panorama mejora algo, pero cae en hombres como Nocioni, Maciulis o Sergio Rodríguez. La intermitencia es preocupante en un Real Madrid que no siempre tendrá a Carroll calibrado desde el perímetro.

- Calendario duro: Por qué no decirlo, los de Laso han sufrido una configuración criminal de arranque de temporada, fruto de los caprichos del bombo. Acudir de golpe a Moscú, a Estambul y al correosísimo Rhénus Sport galo no ha ayudado a tener margen para ensamblar un equipo que venía endeble del largo verano competitivo.

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