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Carta abierta de Escañuela, quien cree injustas las críticas a los tenistas tras el descenso en la Davis

SACRED SPIRIT
 
Más allá de convicciones y de creencias, no cabe duda que con significación divina o no, hay un alma o un espíritu tras de cada objeto vinculado al mundo.
 
Para algunos se trata solamente de la esencia sin motivación superior. Llamémosle como nos parezca, como resulte más natural y más conforme a nuestro juicio.
 
Nuestro equipo, nosotros mismos, hemos padecido dos temporadas infernales  en la que finalmente hemos descendido a la segunda categoría. Podría hacerse un análisis más amplio que el de un solo año para inferir qué ha pasado y sin duda lo haremos. Y también son ciertas todas las valoraciones que, de buena voluntad, se han construido alrededor de este hecho.
 
Coincido en que nos sometemos a exámenes anuales y que pudiera ser que los sorteos no hayan sido benignos con nuestros intereses deportivos; que la competición no sea la más adecuada en su formato anual y que los condicionantes de un deporte muy superior a cualquier otro en su estructuración profesional puede perjudicar aquello que llamamos sentimiento nacional o patriótico. Sin duda, nuestra bandera nos duele y mucho más cuando la vemos en la distancia en forma de exilio interior.
 
Creo profundamente injusta la crítica a los jugadores, porque ellos mismos nos llevaron a las más altas cimas, nada menos que tres finales de Copa Davis en cinco años, con dos victorias. Ganar estos títulos no tiene parangón en ningún deporte en nuestro país. Tal vez habría que recordar el enorme mérito que supone permanecer en la élite DE FORMA ANUAL durante veinte años. Y que conste que no busco autosatisfacción ni rehuyo la autocrítica pero echo de menos alguna reflexión de lo que ha dado el tenis a España en forma de retribución moral cuando todo se hunde. Y perdonen el retraso en estas reflexiones, pero cuesta curarse cuando uno tiene el cuerpo y ahora el alma destrozada.
 
Pero también creo que ya ha de pasar el tiempo de la censura y el desvalor. La permanente autoflagelación no es tolerable en términos de salud; si los que nos flagelan son otros o algunos que han contribuido a esto, qué más podemos decir al respecto. Di simplemente no.
 
Quiero agradecer las críticas de quienes lo han sentido de corazón; gracias a ellos iniciamos un nuevo rumbo con otras ideas y otro deseo de cambiar la realidad. No sé si acertaremos. Creo que cuando las Instituciones deportivas nos abocan a la mendicidad mantener las mismas prestaciones en becas o servicios al deporte base, es una manera de repensar en futuro. También mi gratitud a los que, con sus mensajes, nos han llevado a llorar juntos, sentir juntos y no como compulsión negativa, sino como afán de crecer. Ellos han sentido porque eramos uno en torno a la idea nacional y al deporte que amamos. Todo esto reconforta sin ningún juicio que libere del reproche. 
 
También quiero, por último, dar las gracias a los que lo dieron todo en Sao Paulo. Ese recuerdo será imperecedero, como lo serán los que ellos mismos protagonicen en el futuro. 
 
Sacred Spirit es una canción de los indios americanos, concretamente inspirada en una canto de sanación de los indios navajos.
 
Ese espíritu es el que ha guiado al tenis español en las victorias y en las derrotas. No hay deporte en España más laureado en los últimos tiempos que el tenis y ha sido un logro de todos.
 
Mantengamos ese espíritu. Así volveremos al triunfo; mejor dicho, permaneceremos en él. 
 
Mañana -ya hoy- empieza la cuenta atrás. 

Sacred spirit.

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